Correo
Educación
Mario Aguilar ha reclamado, por innumerables medios, por el pago de la "deuda histórica". Sin embargo: ¿Alguien pregunta por la deuda que su gremio tendrá, irremediablemente con los estudiantes que perderemos este año?, ¿han escuchado a los estudiantes que quieren volver a sus escuelas?
Un poco de sensatez y conciencia con quienes sentimos que se nos están arrebatando nuestro derecho a la educación.
Javier Millaleo Rodríguez, estudiante de segundo medio del Liceo Bicentenario de Temuco
Somos apenas paisaje
En la última encuesta de Plaza Pública Cadem, consultados sobre el modelo político/económico de otro país que Chile decidiera seguir, al 28% le gustaría que Chile se pareciera a Nueva Zelanda, 17% Suecia, 13% Australia, 12% Estados Unidos, 5% España, 3% Francia, 2% China y 2% Cuba.
No es por ser aguafiestas, pero la incertidumbre que provoca un proceso constituyente en curso y el debate público sobre el futuro de Chile que nos acerca más a la República de Argentina que a un país nórdico.
Llino González Quezada
Desconfinamiento
Compartir estrechamente con las personas queridas es lo más esperable hoy ya que genera la esperanza de que pronto podremos volver a recuperar lo perdido. Bajo este contexto, será la expectativa lo que hay que manejar, dado que cada persona la significará de acuerdo con sus necesidades, pudiendo ser motor de malestar psicológico.
Por otra parte, la conciencia que se posee por el esfuerzo de mantenernos confinados propicia un aumento del deseo y añoranza por rutinas pasadas; sin embargo, se encuentran con algo sustantivamente distinto a lo recordado, lo que puede implicar un aumento en la sensación de inseguridad, producto de estar en un ambiente no familiar, surgiendo estrés y ansiedad. Debido a esto, hay que tener claridad que no estamos volviendo a un estado inicial y asumir una nueva condición.
Debemos preocuparnos de la gestión emocional, ya que muchas veces no tenemos conciencia que somos presos de emociones disfuncionales o negativas. De esta forma la sugerencia es desligarse de estados emocionales que producen malestar y así poder tomar buenas decisiones, mejorar nuestras relaciones interpersonales, tratar de no mantener esos recuerdos sobre lo felices que éramos en una condición pasada. Hay que lograr soltar eso que nos mantiene anclados al pasado.
Finalmente, debemos ser austeros con las expectativas, es decir, ser realistas y asumir que se requiere un cambio conductual y esforzarnos aún más en las cosas positivas, ver todo lo que hemos avanzado.
Luis Pino, Académico Escuela de Psicología Universidad de Las Américas
Decálogo constitucional
Independiente de lo bien intencionada que sea la propuesta del Presidente sobre los aspectos fundamentales que debiera tener nuestra Constitución, hay que sincerar que dentro de lo que él plantea, no hay absolutamente ningún tema que sea realmente novedoso.
Es decir, es lo que podríamos decir "desde" en una discusión como ésta. El decálogo presentado, más parece la lectura del índice de cualquier Constitución o la suma de frases redundantes sobre un debate que debiera ir más allá de discursos rimbombantes con muchas luces y poco contenido. Pese a ello, sí hay que destacarle al Presidente el hecho de aventurarse -aunque sea sucintamente- a entrar en un tema tan relevante para el país como es el de una nueva Carta Fundamental, y al respecto sí vale la pena resaltar ciertos aspectos que rondan las diferentes posturas sobre el apruebo y rechazo.
Partamos de la base que el caos no se apoderará de Chile si gana una u otra opción. La campaña del terror que nos ha acompañado desde el plebiscito del 5 de octubre de 1988, simplemente no tiene asidero avanzado el siglo XXI. El Apruebo no es sinónimo de Marxismo-Leninismo, como tampoco el rechazo es eco de fascismo pinochetista. Si alguien cree eso, es porque en 40 años no ha entendido absolutamente nada.
Tampoco podemos asumir que la eventual próxima Constitución va a borrar todo lo que la actual presenta, más que más, en el transcurso de sus más de 45 reformas, se ha ido ajustando a nuestra realidad país. El gran tema que hay detrás nuestra próxima Carta Magna es, por un lado, replantearnos su contenido de cara al siglo que vivimos, y por el otro -quizá el más relevante- reemplazar aquellos vestigios dictatoriales que aún le quedan a la del '80 y que por los altos quórum requeridos, no han sido posible modificar.
Felipe Vergara Maldonado, U.Andrés Bello
Confianza
No le doy cheques en blanco a nadie, ni siquiera a las personas en que tengo absoluta confianza … que serán elegidas a imagen y semejanza del peor Congreso de la historia.
José Luis Hernández Vidal