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"La apertura de la ciencia para las mujeres es algo que está encaminado"

La directora técnica del Laboratorio de Morfología Molecular y Cultivo Celular de la Universidad de La Frontera es una de las 100 Mujeres Líderes 2020 elegidas por El Mercurio. Su trayectoria y liderazgo al frente de uno de los equipos que coopera con el análisis diario de muestras PCR la llevaron destacar en la categoría de la ciencia.
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La fuerza femenina que aporta a diario al desarrollo de la Región de La Araucanía vuelve a brillar y lo hace en el reconocimiento que El Mercurio entrega cada año a las 100 Mujeres Líderes del país. En la categoría ciencia, este 2020, esa distinción pone en relieve el trabajo de la directora técnica del Laboratorio de Morfología Molecular y Cultivo Celular de la Universidad de La Frontera, Mariela Muñoz, que lidera un equipo que cada jornada coopera con la tarea de detectar los casos covid-19.

Originaria de Constitución y residente de Temuco hace ya varios años, esta profesional formada en la Universidad de Talca como tecnóloga médica, con un magíster en ciencias en la UACh y futura doctorada en ciencias morfológicas (Ufro) comparte su opinión sobre las mujeres en la ciencia, la relación de la investigación con la realidad local y los proyectos que la entusiasman.

- ¿Cómo recibe este reconocimiento?

- Este reconocimiento no lo recibo sola, lo comparto con mucha gente, porque uno no se forma solo. Esta distinción destaca el trabajo en torno a la emergencia por covid, pero es el resultado de un esfuerzo de hartos años y ese camino siempre ha estado acompañado de mucha gente. Hay un dicho chino que dice: si vas solo avanzas más, pero si vas con otras personas llegarás más lejos. Creo que así va la vida, siempre hay gente que te apoya, te da aliento, te brinda oportunidades, desde siempre.

- En 2020, sin duda, ha destacado la colaboración de los laboratorios de investigación de las universidades en la contingencia covid. En el caso de la Ufro son dos los que aportan, uno dirigido por usted. ¿Cómo ha sido esta experiencia?

- En primera instancia esto fue un poco sorpresivo, porque había que responder rápido, los tiempos eran acotados por la emergencia; afortunadamente, aquí hubo una muy buena coordinación entre universidad, Servicio de Salud Araucanía Sur y Hospital de Temuco. En nuestro caso, hay cuatro tecnólogos médicos trabajando, comprometidos, conscientes del aporte que están haciendo y que se sienten orgullosos de ser parte de esto. Para mí lo más importante es que si bien no es la primera vez que hacemos este link con la realidad local, esta vez es más patente la unión ente la ciencia y el medio regional; la gente ve una utilidad real. Casi siempre ven a la investigación universitaria como algo muy lejano y ahora estamos ahí, apoyando al Minsal y a la Red Asistencial de Salud de manera concreta. Nosotros hacemos entre 100 y 150 exámenes diarios. Y esta semana ya cumplimos los 10 mil PCR realizados.

- Gracias a esta experiencia, ¿se abre un camino más claro para fortalecer la vinculación entre la ciencia y la realidad regional?

- Creo es la oportunidad de hacerlo, porque la comunidad ya abrió su percepción. Quizás ahora las personas estarán más receptivas, porque a veces nos proponemos una investigación puntual y se hace difícil llegar a la población que se quiere estudiar. Puede ser que - al ver este vínculo concreto - la comunidad se muestre más receptiva. Ahora, a nosotros como investigadores nos aterriza también porque hay personas de por medio, en un contexto y sentimientos involucrados. Entonces, es la oportunidad de afianzar redes para avanzar, porque la investigación no se hace entre cuatro paredes; el fin último es mejorar la vida de todos.

- ¿En qué otros proyectos trabaja el laboratorio que dirige?

- Yo estoy en los últimos experimentos de mi tesis. Como parte de una línea de trabajo del centro del que formo parte, investigo cómo la miel de Ulmo ayuda de cicatrizar heridas. Nuestro centro ya se había ganado un fondo Corfo y yo seguí esa línea para ver cómo funciona la miel de Ulmo en sus distintos grados de pureza (…). También hay odontólogos probando distintos materiales. Con l a doctora Iturriaga, especialista en articulación temporomandibular, ATM, también nos ganamos un proyecto View y ya pasamos a la etapa dos para probar un compuesto para la artrosis. Son algunas líneas en las que he participado. Pero este centro siempre está en investigación. Los tecnólogos con los que trabajo son profesionales jóvenes, han tenido formación en biología molecular y creo que es importante darles una oportunidad, así como lo hicieron conmigo.

- De vuelta al reconocimiento y a propósito del mismo, ¿cómo percibe la participación femenina en ciencia?

- Creo que todavía es tema. La apertura de la ciencia para las mujeres es algo que está encaminado, no resuelto. No tengo cifras, pero apostaría que hay mucho más porcentaje de hombres que mujeres en ciencia en la Ufro (…). Lo bueno es que ya se toca el tema y, de hecho, la universidad creó un Departamento de Género. Así que hay una intención para trabajar en ello.

- ¿Cuáles son sus referentes femeninos en la ciencia?

- Yo agradezco especialmente a la doctora Sandra Verbeke de la Clínica Santa María que me enseñó a ser muy meticulosa, le agradezco mi formación. También destaco a la Dra. Jennie Risopatrón de la Ufro, que es una muy buena investigadora y un mujer súper alegre; a la doctora Verónica Iturriaga con la que trabajamos en un proyecto View y, si bien no la conozco, destaco la doctora Gloria Montenegro de la PUC. Destaco a muchas mujeres porque somos capaces de compatibilizar muchas cosas.