Millonarias pérdidas deja ataque a faena forestal en Lumaco
VIOLENCIA RURAL. Equipos especializados, camiones y casetas resultaron quemadas por encapuchados.
Siete máquinas y dos casetas-container resultaron totalmente quemadas tras un ataque incendiario a una faena forestal ocurrido ayer por la mañana en un sector rural de la comuna de Lumaco.
Según la información que pudo recopilar El Austral, el nuevo hecho de violencia ocurrió alrededor de las 08:30 horas de ayer en la faena Los Calbucos, al sur de la villa de Pichi Pellahuén, a unos 35 kilómetros de la zona urbana.
Al interior el predio, en donde trabajaban unas 200 personas, llegó un grupo de entre seis y ocho encapuchados que intimidaron a los operarios de las máquinas y conductores de los camiones, para rociar las cabinas con acelerante y prenderles fuego.
"Estábamos trabajando y de repente vimos que venían varias personas encapuchadas, armadas. Eran varios, venían con metralletas y armas largas. Los trabajadores arrancaron y están todos bien, solamente afectados porque nos quemaron todo", relató un supervisor que pidió reserva de su identidad.
Las máquinas destruidas en el ataque incendiario eran propiedad de César Covili y Rolando Herrera, de Capitán Pastene, y Juan Pablo Bachmann, de Galvarino. Las pérdidas fueron avaluadas preliminarmente en más de dos millones de dólares, ya que habían camiones nuevos y otros equipos de alta tecnología para las labores de cosecha forestal.
El fiscal Aldo Osorio encomendó diligencias a la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la Policía de Investigaciones de Angol.
El persecutor, además, confirmó que en el lugar se encontró un lienzo reivindicatorio, el que aparece firmado por el órgano de resistencia territorial (ORT) Magil-Wenu de la Coordinadora Arauco-Malleco.
Peritos del Laboratorio de Criminalística de la PDI levantaron el lienzo, que fue colgado en un cerco, para encontrar posibles huellas o rastros.
Contratistas indignados
Este nuevo atentado causó indignación en el gremio de los contratistas forestales, quienes ven con impotencia que un alto número de trabajadores debieron ver cómo eran quemadas sus fuentes de trabajo.
"La situación que sufren los contratistas forestales, sus trabajadores y sus familias, es insostenible. La violencia y la destrucción que nos afecta ya ha superado todos los límites", lamentó René Muñoz, de la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag).
"El Gobierno tiene que aplicar orden. El Estado tiene herramientas para controlar esto y es necesario que se apliquen. Los contratistas forestales no resistimos más, sus trabajadores tampoco. Necesitamos que el Gobierno dé la cara, tome acciones y resuelva este problema que nos afecta duramente", sostuvo Muñoz.
A nombre del Gobierno entregó declaraciones la seremi Pía Bersezio, quien dijo que "nos duele, nos produce frustración y angustia que, en medio de la pandemia, más familias van a quedar sin sustento laboral".
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"Nos preocupa, nos duele, nos produce frustración y angustia que en medio de la pandemia (...) más familias van a quedar sin su sustento laboral". Pía Bersezio, seremi de Gobierno
7 vehículos especiales fueron quemados, entre camiones y maquinaria forestales, además de dos container que eran oficinas.