Natación de La Araucanía atraviesa su temporada de mayor sequía
PANORAMA. Los efectos de la pandemia han impedido la utilización de las piscinas. La especialidad prácticamente no ha tenido movimiento durante 2020.
La temporada 2020 es por lejos la más complicada que ha enfrentado la natación local. La especialidad se ha visto fuertemente golpeada por la pandemia y sus cultores ven con lejanía las opciones de retomar sus actividades normales.
Sus problemas partieron en marzo pasado, cuando el coronavirus sacó sus tentáculos en La Araucanía. Su aterrizaje motivó el cierre inmediato de todas las piscinas de la Región, medida que se mantiene vigente hasta el día de hoy.
Sin la posibilidad de contar con albercas para entrenar y competir, la disciplina ha vivido un año en que su desarrollo se ha congelado.
"Lo que ha pasado durante este año sin duda que nos ha perjudicado. Desde marzo que no podemos entrenar en una piscina y ni hablar de la posibilidad de disputar una competencia. Estamos muy preocupados porque lo que se ha perdido en términos deportivos es mucho", afirma Daniela Maliqueo, entrenadora del Club Weyelfe de Temuco.
Plan de contingencia
La DT relata que las dificultades generadas por la pandemia han obligado a la institución que integra a elaborar un plan de contingencia. El programa se basa en prácticas online. En el momento en que Temuco estuvo en fase 4, el esquema consideró también entrenamientos presenciales con énfasis en lo físico.
"Lo más cercano que hemos tenido a las prácticas más normales, son los trabajos físicos que realizamos en plazas, en la ciclovía y en Sport Wash cuando Temuco estuvo en fase 4. Ahora solo podemos entrenar de manera online. Toda esta situación ha generado un perjuicio para nuestros nadadores. Sin duda que lo que más han perdido es la sensibilidad de los movimientos. Claramente no es lo mismo trabajar en agua que una práctica fuera de la piscina", recalca Daniela Maliqueo.
El diagnóstico de la DT es coincidente con el de Diego Arriagada. El entrenador del Club Ñielol sin Fronteras de Temuco asegura que la imposibilidad de realizar trabajos en las piscinas tendrá consecuencias en la natación local.
"Lamentablemente los perjuicios serán grandes porque ya son más de ocho meses los que llevamos sin realizar trabajos en piscinas. La sensibilidad, la seguridad en los movimientos y las marcas de nuestros nadadores se verán afectadas por esta situación. Es triste, pero frente a todo esto no es mucho lo que podemos hacer", indica Diego Arriagada.
Frente al complejo escenario, Arriagada y sus compañeros en la dirección técnica del Club Ñielol sin Fronteras diseñaron un programa de prácticas online. Los trabajos se desarrollan tres veces por semana vía Zoom y tienen una duración que varía entre los 60 y los 90 minutos.
En movimiento
"De alguna manera nos hemos mantenido en movimiento. Sin duda que los entrenamientos online no son lo óptimo, pero sí nos han ayudado a generar actividades y a evitar que se resienta demasiado la parte física de nuestros nadadores", recalca Arriagada.
El esquema basado en las prácticas virtuales se seguirá utilizando hasta el momento en que se autorice la apertura de las piscinas locales. Bajo el escenario sanitario actual, ese instante se ve más lejos que cerca.