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Chile acaba de entrar en una etapa de vacunación importante para combatir los riesgos y la mortalidad asociados al contagio del covid-19. En esta línea, el lnstituto de Salud Pública, ISP, aprobó esta semana la tercera vacuna de emergencia, AstraZeneca, y el Minsal anunció que desde comienzos de febrero se aplicará el primer embarque de Sinovac al personal de salud y a adultos mayores, plan que incluye a la Región de La Araucanía.

Frente a este novedoso escenario y con el objetivo de responder a las dudas o inseguridades que aún pudiesen existir entre la población general, acerca de la seguridad y la efectividad de las vacunas Pfizer, Sinovac y AstraZeneca, el presidente del consejo regional del Colegio Médico Temuco, Marco Cuminao Cea, se refiere al prestigio que precede al Programa Nacional de Inmunizaciones de nuestro país, lo relevante que es reducir - vía vacunación - los riesgos de gravedad y mortalidad de la pandemia, así como ayudar a regularizar con ello el quehacer de centros asistenciales y sus equipos médicos.

También hace hincapié en la necesidad de tener consciencia que este es un proceso que requerirá tiempo antes de alcanzar la inmunidad de rebano, por lo que las medidas de autocuidado aún serán necesarias.

Este cirujano pediatra se alinea ciento por ciento con la campaña "Yo me vacuno" y asegura el personal médico y sus familiares participarán del proceso, a la vez que alientan a la población regional a seguir su ejemplo.

- Doctor, el proceso de vacunación en Chile está por entrar en una etapa más masiva con la certificación de AstraZeneca-Oxford, que se suma a la de Pfizer y Sinovac. Para responder a las dudas, ¿qué se puede decir sobre la seguridad de las vacunas aprobadas por el ISP para nuestro país?

- Como Colegio Médico de Chile y Regional Temuco, confiamos en las instituciones chilenas, el ISP es una entidad nivel 4 que ha analizado en detalle los antecedentes disponibles. Hay que considerar que estamos en un momento muy particular en donde los distintos países del mundo han tenido que aprobar de "emergencia" las vacunas completados los estudios de seguridad y que, a pesar de la variación en efectividad para infección clínica, sí han tenido muy alentadores resultados en reducir hospitalizaciones y muertes.

- El director del HHHA esta semana reforzó la idea que la vacunación es el único camino viable para derrotar la pandemia. ¿Concuerda con él?

- Sí, concordamos, es un camino claro y esperanzador. Pero hay que señalar que la estrategia de vacunación se viene a complementar con las otras estrategias de contención de la pandemia. Lo esperable es que veamos resultados a mediano y largo plazo con un curso de la enfermedad mucho más manejable, sin saturar los sistemas sanitarios. Hay países como Israel que nos llevan la delantera llegando casi al 40% de su población vacunada y en la medida que los países avancen en este proceso tendremos más claridad. Es poco probable que la vacuna signifique una erradicación de la enfermedad y en este momento, en que recién comienzan a llegar las vacunas a nuestro país y se ha avanzado en un porcentaje muy bajo de la población, es muy importante seguir reforzando las medidas de autocuidado, como el lavado de manos, distanciamiento físico y uso de mascarillas, que de momento son las medidas más efectivas que tenemos para disminuir los contagios.

- En lo referente a la vacuna Sinovac o Coronavac, ¿cuáles son las características? ¿Es verdad que responde a la misma técnica con la que se formuló la vacuna contra la influenza AH1N1 que lleva casi una década en aplicación?

- Efectivamente, Sinovac o Coronavac utiliza un virus inactivado, es decir, que no hay riesgos de infectarnos con la vacuna. La ventaja en relación a otras vacunas, como la de RNA (Pfizer o Moderna), son las condiciones de almacenamiento, donde disponemos a lo largo de todo Chile de la logística del actual programa de vacunas en los centros de atención primaria, lo que permite una mejor distribución.

- Para profundizar aún más en la seguridad del proceso en curso. Usted reparó hace algunos días en la tradición impecable que tiene Chile en materia de vacunas, representado en el Programa Nacional de Inmunizaciones. ¿Qué hace tan relevante esta experiencia?

- Primero, que contamos con un registro nacional de inmunizaciones electrónico, que nos permite conocer las vacunas administradas a cualquier persona, sea ésta beneficiaria de FONASA o Isapre. Además, tenemos un sistema de vigilancia de eventos adversos o ESAVI para, también, activamente ir dando seguimiento a la evolución de las personas inoculadas. Hemos demostrado en el pasado la capacidad logística de lograr vacunar a gran cantidad de personas gracias al trabajo de la atención primaria de salud. En donde los equipos de Enfermería, TENS y apoyo, dedicados a esta labor, han presentado un compromiso y capacidad técnica extraordinario.

PRIORIDAD

- Las primeras inoculaciones partieron el 25 de diciembre con personal de las unidades de Paciente Crítico. ¿Existe el compromiso de la autoridad para asegurar la inmunización del personal médico en la siguiente etapa? Y ¿por qué sería crucial hacerlo?

- Esperamos que sí, por lo menos, así lo ha manifestado la autoridad hasta la fecha. Al respecto, es muy importante la planificación local ya que existen importantes diferencias logísticas en cada región. Es sumamente relevante priorizar a dos grupos estratégicos: personal de salud y adultos mayores. Los primeros porque se enferman entre 2 ó 3 veces más que la población general, y muchas veces se trata de personal altamente especializado, que no es fácil de reemplazar. Por otro lado, para resguardar su salud mental, entregando seguridad frente a la exposición permanente al virus y el riesgo latente de contagiar a sus seres queridos, lo cual ha generado un estrés progresivo en los equipos. Y el segundo, los adultos mayores porque es el grupo de más riesgo, que más se hospitaliza y con más probabilidades de fallecer. De las muertes totales en Chile, sobre el 84% lo representan mayores de 60 años.

- Sobre los primeros seguimientos a las personas inoculadas con la vacuna Pfizer, la infectóloga del HHHA, Carla Concha, precisó que apenas un 5% de los vacunados acusó reacciones y fueron de corte leve. ¿Qué significa esta respuesta para la tranquilidad de la población?

- Está absolutamente dentro de lo esperable, estamos hablando de reacciones muy locales como dolor de brazo o enrojecimiento. Son muy esporádicas las reacciones graves, pero sin duda son las que hacen noticia, por ello es importante que la ciudadanía y los medios de comunicación pongan los datos en su justa proporción. La probabilidad de morir o tener una hospitalización grave por covid es muchísimo mayor que presentar una reacción adversa de consideración por cualquiera de las vacunas autorizadas por Chile. Por ello, como personal médico nos vacunaremos, vacunaremos a nuestros familiares y hacemos un llamado a la población general a vacunarse.

- Doctor, usted mismo es parte de los equipos de Paciente Crítico. ¿Pudo vacunarse? ¿Cómo fue su experiencia?

- Personalmente no alcancé vacunarme en la primera etapa de este proceso en mi centro de salud. Espero poder hacerlo ahora, de acuerdo a la priorización establecida a la llegada de la vacuna Sinovac a la Región.

EVITAR Y BLINDAR

- Para efectos de combatir la pandemia ahora y disminuir los riesgos, ¿qué tan relevante es que los estudios clínicos de las vacunas alcancen el 100% de efectividad?

- Ninguna vacuna se ha medido en torno a la infección, sino más bien al desarrollo de la enfermedad clínica. Ninguna a la fecha es 100% efectiva y existen evidentes variaciones, la OMS ha planteado que es necesario que tengan más de un 50% de efectividad para infección, pero como personal médico nos preocupa también que, aunque personas se enfermen, no desarrollen la enfermedad grave y, en esa línea, a la fecha, los resultados de Sinovac, Pfizer y AstraZeneca son muy alentadores. Nos permitiría evitar lo que más tememos como médicos, que es que colapsen los sistemas sanitarios y llegar al dilema de la última cama.

- Aunque suene reiterativo, hoy ¿la balanza debe inclinarse por blindar médicamente a la población para que no curse la enfermedad grave, no se necesaria la hospitalización y se prevenga la mortalidad por covid?

- Sí, hoy este es el principal objetivo. La enfermedad grave por covid, no solo puede asociarse a tratamiento intensivo y mortalidad, sino tambien a graves secuelas respiratorias y neurológicas de los sobrevivientes. Por otro lado, la utilización masiva de infraestructura de la red de salud pública y privada con pacientes covid, está complicando enormemente la atención de otros pacientes, algunos con patologías muy complejas, provocando un grave problema que aún no es posible de medir.

- Doctor, considerando la logística, la repetición de dosis y las medidas a tomar para una vacunación segura, ¿cuánto tiempo podría pasar para alcanzar lo que se ha denominado la "inmunidad de rebaño"? Y ¿cómo debería comportarse la gente en el intertanto?

- Mientras se logra ese objetivo deben, sin duda, mantenerse las medidas básicas de autocuidado. El tiempo necesario para lograr este objetivo es difícil de estimar y va a depender de la disponibilidad e inoculación de vacunas, las campañas de educación de riesgos asociadas, la participación de la ciudadania en el proceso. Todo lo anterior hace pensar que no es seguro que alcancemos esta meta el año 2021. Pero hay que trabajar a todo nivel para ello.

Por qué seguir cuidándonos

- A seguir cuidándonos, entonces…

- Quiero insistir en la idea que esta pandemia se metió en lo más profundo de nuestra sociedad; hoy no sólo hay riesgo de enfermar gravemente o morir por el virus, sino también evolucionar con importantes secuelas a largo plazo. Por otro lado, el colapso de la red está provocando dificultad en la atención de pacientes con otras patologías, con insospechadas consecuencias. La salud mental y física afectadas por permanentes periodos de cuarentena; la actividad educacional; la vida familiar; la actividad económica, que afecta desde las grandes empresas, pymes y personas que deben luchar cada día por sobrevivir. Muchas de estas situaciones, invisibles a nuestros ojos. Para revertir lo anterior y tomar, al menos, en parte el control de la pandemia es que debemos autocuidarnos, cuidar a los nuestros, mantener las medidas de protección por el tiempo que sea necesario y, por sobre todas las cosas, vacunarnos.

"La OMS ha planteado que es necesario que (las vacunas) tengan más de un 50% de efectividad para infección, pero como personal médico nos preocupa también que, aunque personas se enfermen, no desarrollen la enfermedad grave y, en esa línea, a la fecha, los resultados de Sinovac, Pfizer y AstraZeneca son muy alentadores. Nos permitiría evitar lo que más tememos como médicos, que es que colapsen los sistemas sanitarios y llegar al dilema de la última cama".

"La utilización masiva de infraestructura de la red de salud pública y privada con pacientes covid, está complicando enormemente la atención de otros pacientes, algunos con patologías muy complejas, provocando un grave problema que aún no es posible de medir".

"Para revertir lo anterior y tomar, al menos, en parte el control de la pandemia es que debemos autocuidarnos, cuidar a los nuestros, mantener las medidas de protección por el tiempo que sea necesario y, por sobre todas las cosas, vacunarnos".