Correo
La Araucanía
Popularizan con un tema que no es menor. La Araucanía hoy necesita la
atención de todo un país y específicamente de la clase política. A éstos los
miro, escucho, leo y analizo y no comprendo -yo como ciudadano- hacia
dónde nos dirigimos.
Y me refiero específicamente a algunos parlamentarios de nuestra Región.
Unos subiendo fotos con perros, otros maltratando una institución (Carabineros) y unos pocos apelando a medidas drásticas para la finalización de un conflicto que viene hace más de 15 años.
Yo me pregunto: "Realmente quieren solucionar este conflicto o solo buscan
en una cuña entregar la versión más fuerte y popular para poder conseguir votos para la próxima elección?".
Pasan las horas, días, meses y a quién vemos… a los de siempre, a los que día
a día luchan por el orden y su Patria, sin recursos y la indumentaria necesaria para atacar o contrarrestar los ataques de estos terroristas que hoy atemorizan a una región completa.
Yo me pregunto ahora si nuestros diputados o senadores de la Región trabajarán con el mismo esfuerzo que hoy lo hace Carabineros de Chile, asistiendo a todos los llamados desesperados de ciudadanos atacados, como choferes de camiones los cuales son blanco fácil para estas células malignas que nos invaden. El trabajo de logística de Carabineros es realmente de admirar, porque a pesar de estar solos y constantemente atacados y ninguneados, ahí están, de noche y de día en las carreteras, campos, ciudades o pueblos.
Admiro la valentía y claridad que hoy tiene el General Director de esta institución, que hace un llamado de apoyo a las FFAA para lograr la paz, porque esto no se trata de generar una guerra sino que lograr la paz y el bien común.
Felicito nuevamente el valor y coraje que tiene Carabineros de Chile que hoy, al igual que en el estallido social, no dará tregua a estos maleantes que buscan generar pánico y destrucción en nuestra Región. Y hago el llamado a
nuestros parlamentarios a trabajar, solo eso, a trabajar por la Región, la cual
los apoyó cuando rogaban por el voto ciudadano.
Carlos Figueroa V.
Desafíos 2021 para la inclusión
La educación desde los hogares, como efecto colateral de la pandemia y el confinamiento, ha sido uno de los desafíos más grandes que han debido enfrentar las instituciones educativas. Aunque el 2020 no fue un año de pérdida de aprendizaje, sí fue un año donde los aprendizajes de niños, niñas y adolescentes (NNA) se desarrollaron con menor profundidad.
El desafío 2021 es avanzar en la profundización y consolidación de esos aprendizajes, para acortar la brecha entre quienes tienen mejores resultados y quienes presentan mayor dificultad para lograrlos.
El comportamiento normal que se observa en cualquier sala de clases siempre adopta la forma de campana de Gauss: al centro el rendimiento promedio de todos los NNA, a la derecha un porcentaje menor de quienes logran un rendimiento superior al promedio, y a la izquierda un porcentaje, también menor, de quienes no alcanzan los resultados de aprendizaje esperados o que tienen mayor dificultad para lograrlo.
El desafío es desplazar la curva a la derecha, especialmente de quienes se encuentran en el extremo opuesto. Diseñar e implementar estrategias comunes para todos no favorece a quienes se encuentran a la izquierda de la campana. Una inclusión real necesita focalizar los esfuerzos y los recursos humanos en quienes presentan mayor dificultad, no todos tienen los mismos talentos, pero todos deben tener las mismas oportunidades para desarrollar lo que tengan.
Alejandro Ducassou Varela director regional académico Universidad Mayor
Vacunas, grandes aliadas de la humanidad
Hay consenso en la comunidad científica de que las medidas que han tenido mayor impacto en la salud han sido las vacunas, el agua potable y la educación. Las vacunas no solo evitan millones de muertes, sino también generan enormes beneficios en las economías de los países. Las vacunas son cada vez más seguras y confiables, gracias a los exigentes estándares requeridos para ser autorizadas.
Los principales desafíos con respecto a las vacunas radican en contrarrestar la desinformación y desconfianza que dan base a los grupos antivacunas, cuyos argumentos suelen ser más emocionales que racionales. Y en lograr que la capacidad de investigar, producir y acceder a estas fundamentales herramientas para la vida humana, estén universalmente distribuidas y no solo concentradas en los países poderosos.
Nuestro país, a través de la atención primaria ha demostrado históricamente una enorme capacidad para implementar planes de vacunación. Es hora de deponer cualquier interés particular para sumarnos de manera entusiasta a este nuevo logro de nuestra salud pública.
Osvaldo Artaza, decano Facultad de Salud y Ciencias Sociales. U. de Las Américas