Las deudas pendientes del trabajo femenino
En las últimas semanas, se han celebrado las postulaciones y nombramientos de mujeres en los directorios de las principales empresas. Si bien es un avance, aún no existe una regulación sobre la paridad de género, por lo que se sigue manteniendo una baja presencia femenina en cargos directivos, más aún en directorios.
Hoy, en el país, solo las empresas reguladas por la CMF deben revelar la cantidad de mujeres y hombres, tanto para sus cargos directivos como trabajadores, que integran sus filas, no existiendo obligatoriedad para todos.
Si bien en 2015 surgieron las primeras iniciativas para asegurar la paridad de género en las empresas públicas y privadas, al presentarse varios proyectos de ley, se dilató su discusión, siendo retomado en 2018 sin mayores avances. En noviembre de 2020 la Comisión de Economía del Senado retomó la iniciativa y analizó refundir los proyectos de las entidades públicas y privadas. Para agilizarlo, en el mes de abril se acordó avanzar en un proyecto de ley que incluirá 20 empresas públicas, dejando pendiente a las empresas privadas y otras donde el Estado posee participación, como Codelco, por lo que aún se estaría al debe.
Es muy importante que los proyectos avancen y se generen más iniciativas que promuevan e incentiven la participación de mujeres en el mercado laboral. Es la única manera de acrecentar su presencia en diversos cargos, lo que se traduce en múltiples beneficios para la organización y sociedad. De igual modo, su regulación permitirá no depender de la voluntad de las empresas, al sufrir discriminaciones de género u otro tipo.
Adriana Cabello, Universidad de Chile
Derrota de la derecha
En periódico del día lunes recién pasado apareció una carta refiriéndose a la "derrota catastrófica de la derecha". Su autor a través de un breve análisis, intelectualiza el problema concluyendo que durante muchos años faltó inteligencia y visión para capitalizar dicha posición política.
Sin duda es posible emitir dicho juicio en forma retrospectiva, pero ¿será real? Difícilmente podemos separar la política de la economía y el desarrollo social. Los resultados alcanzados en Chile en las últimas décadas muestran un avance significativo en el crecimiento socio-económico de los más desposeídos; no obstante, desde el punto de vista político faltó dimensionar su evolución e integración al crecimiento del país y a la política contingente. Hubo limitada empatía por parte de la derecha.
Una mirada desde 10.000 pies de altura, indicaría que el exitismo cubrió con un manto a los menos afortunados; dejaron de ser visibles y nos acostumbramos a ello. Paliando en cierto modo dicho paradigma en una economía bullente, se abrieron créditos y facilidades de endeudamiento para la gente. Paralelamente, una profunda crisis social se fue gestando en el país.
A mediados del año 2019 se estrenó la película "The Joker" que en alguna medida expuso el desencanto social, caldo de cultivo para la violencia. Y en Chile tuvimos un levantamiento social. El gobierno hizo lo que pudo, tratando de sobrevivir y evitar derramamiento de sangre entre chilenos. No fue suficiente y más tarde, a pesar de la luz roja que arrojó el plebiscito, la derecha continuó "business as usual". Ahora solo cabe a la derecha enmendar internamente su camino y negociar con sectores políticos del centro para asegurase no perecer políticamente.
Gustavo M. Astorquiza
Zonas de sacrificio
Hoy en Chile existen 66 zonas de sacrificio activas, con la gran mayoría situadas en la zona centro y sur del país, y de las cuales la mayoría responde a proyectos energéticos, con un 37%. Estas zonas se caracterizan por ser asentamientos humanos expuestos a altos niveles de contaminación, y el ámbito energético tiene mucho que decir en este sentido.
De hecho, una de las inspiraciones de la meta de descarbonizar la matriz energética en su totalidad al año 2040 es justamente mitigar la existencia de estas zonas, buscando mejorar la calidad de vida de distintos pueblos y localidades situados a lo largo de nuestro país.
Sin ir más lejos, la proliferación de pequeños parques solares situados cerca de algunos de estos asentamientos abre una luz de esperanza, no solo debido a que se prescindiría de fuentes que generan altas emisiones, sino que también aportan al desarrollo local, generando empleo regional y descentralizado, diversificando las actividades económicas de las localidades y abriendo la puerta a una oportunidad de desarrollo única: producir hidrógeno verde.
Víctor Opazo Carvallo