Correo
¿En qué nos estamos convirtiendo como sociedad?
Me tocó presenciar un hecho lamentable que sucedió en nuestro Temuco, un hecho que da para pensar en qué nos estamos convirtiendo como sociedad, como personas.
Pasé a echar combustible a la estación de servicio del sector Estación y había un grupo de personas que se percibían conmocionadas, había Carabineros y llegaba una ambulancia, pensé que había sido un atropellamiento, lo que de todas formas se lamenta, pero no era eso, era algo peor: aquí un joven había sido acuchillado, a plena luz del día, rodeado de público.
Según lo que luego leí en la prensa, discutieron por el lugar en la fila del cajero y la verdad no lo puedo creer. Mientras me alejaba del lugar divisé la figura del caído, un varón joven, deseé que se salvara, que no tuviese que sufrir ninguna familia la pérdida así de un ser querido. ¿En qué nos estamos convirtiendo?, ¿es poca salud mental?, ¿es el sistema social imperante que está desbordando su ira?, ¿por qué estamos a segundos de explotar y hacer de un día común y corriente un recuerdo de dolor? Ya no se trata de buscar culpables, si no de mirarnos nosotros mismos y dimensionar lo bueno y lo malo que seríamos capaces de hacer. Está claro que la situación pandemia nos ha cambiado la forma de vivir, pero no permitamos que cambie nuestra esencia si esta es buena. Seamos más solidarios, no hablo de dinero, hay personas que sólo necesitan ser escuchadas.
Cada uno de nosotros podría tener un "día de furia", pero también cada uno de nosotros puede hacer mejor el día para alguien, no subestimemos el poder del buen trato. No necesitamos estudiar para tratar al otro con respeto, debemos partir por la base de que todos somos iguales y la pandemia nos lo muestra, cualquiera se puede contagiar.
Mi más sentido pésame a la familia del joven acuchillado y mi pena también por la familia del causante, pues sé que todo pudo ser diferente y que depende de cada uno.
Yohana Mora Cuevas
Alza de precio de materiales
El alza en los precios de los materiales de construcción es un tema que no solo impacta a las empresas del rubro. Es más grave aún, pues posterga el anhelado acceso a la vivienda propia de familias de la Región que adjudicaron subsidios y esperan habitar su nuevo hogar.
Como Cámara Chilena de la Construcción hemos realizado importantes esfuerzos para continuar impulsando la reactivación económica a través de nuestras obras y proyectos, asumiendo los costos de las medidas sanitarias implementadas en las obras, así como las fuertes alzas de hasta un 400% en ciertos materiales de construcción.
Hemos sido enfáticos en advertir al respecto a las autoridades, pero vemos que las buenas intenciones se diluyen en el tiempo y el alza sostenida en el precio de los materiales de construcción continúa afectando el trabajo de las Pymes contratistas, que son las que generan empleos y levantan a nuestra Región.
Ante la incertidumbre, muchas empresas se ven en la imposibilidad de continuar desarrollando proyectos habitacionales DS19, DS49 y DS10, así como obras de infraestructura pública, al no poder absorber los altos costos derivados del encarecimiento de los materiales y sujetos a contratos a plazo fijo sin posibilidad de un aumento en el presupuesto, como lo comunicó el Minvu.
Así como ocurre en otros países, donde entienden que la reactivación se genera a partir de la actividad de la construcción y existe la disposición del gobierno para absorber los altos costos derivados del alza de los materiales como medida para resguardar el empleo y la calidad de vida, llamamos a las autoridades a "actuar" para dar respuesta a la urgente necesidad de la vivienda y evitar perjuicios al empleo y a la reactivación económica que lidera la industria de la construcción.
Claudia Lillo Echeverría, presidenta Cámara Chilena de la Construcción Temuco
A los constituyentes
Chile ha sido construido entre todos; trabajadores y empresarios de todos los rincones del territorio, hombres y mujeres, agricultores y campesinos, profesionales, pescadores, comerciantes, docentes, investigadores, funcionarios, hombres de armas y muchos más. Los que nos antecedieron y los que cada día se levantan temprano a poner su grano de arena en hacer mejor esta tierra maravillosa que hemos recibido y a la que llegaron y llegan extranjeros en busca de oportunidades y libertad.
Por lo mismo, llamo a los Constituyente a ser fieles a este gran legado; a proceder sin arrogancia y con tolerancia, pues la Constitución es para los próximos 30 o 50 años, cuando muchos de ustedes ya ni estarán en esta tierra. Está bien mejorar aspectos vitales de nuestra Ley Madre; en eso no hay discusión, pero redactar una nueva Constitución Política exige argumentos de verdad, cifras reales y, sobretodo, diálogo respetuoso y acuerdos. No es el lugar ni el momento de los slogans, de los mitos y de la verdad a medias.
Es lo que humildemente pido de nuestros constituyentes.
René Araneda A.