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"A veces me dan ganas de preguntarle algo"

"La revolución reflexiva" (Paidós) es el último libro que coescribieron Humberto Maturana y Ximena Dávila. En esta entrevista ella nos habla del libro y evoca la figura del biólogo recientemente fallecido.
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Ximena Davila creó junto a Humberto Maturana la fundación Matriztica.

Con el gusto de conversar. Así comenzaron varios de los libros que unen al biólogo Humberto Maturana (1928-2021), Premio Nacional de Ciencias en 1994, y a la bióloga cultural Ximena Dávila. Trabajando juntos en el centro de transformación personal Matríztica desde el año 2000, dejaron por escrito su colaboración en libros como "Habitar humano", "Historia de nuestro vivir cotidiano" y el reciente "La revolución reflexiva" (todos en Paidós).

Un par de semanas después de la masiva y virtual presentación de "La revolución reflexiva" falleció Humberto Maturana, uno de los pensadores más influyentes de Chile. En esa obra ambos abordan en pleno contexto pandémico la oportunidad de cambio que -según ellos- ofrece esta pausa puertas adentro. La de ellos es una invitación a pensar el futuro.

A través de una conversación telefónica con Ximena Dávila, revisamos algunos de los conceptos de este último libro y escuchamos sus recuerdos sobre el "doc", como llama a Maturana: "Yo partí trabajando en 1998, planteándole mis ideas, lo que hacía. Mi primera conexión con él fue que me había dado cuenta que todo dolor o sufrimiento era de origen cultural. En esa época todavía no se hablaba de la transformación cultural, de la colaboración. A él le interesó mucho, porque relevaba la persona. Si queremos una transformación es de personas, no hay cambios de masa. Ahí lo invité a crear Matríztica, un lugar para poder enseñar, donar le decimos nosotros, este entendimiento a otras personas".

-¿Después del fallecimiento de Humberto Maturana, ¿cómo ve usted la muerte?

-En el libro hay una parte que me fascina, que encontré en un libro del pueblo mapuche. Ellos no hablan de muerte sino que hablan de transformación, transformarse en tierra, en suelo, volverte territorio, como dicen bellamente. Volver a la tierra, a nuestro hogar. Nosotros hablamos con Humberto Maturana mucho de la muerte en Matríztica, porque desde el momento que hay vida hay muerte, son dos caras de la misma moneda. Sin embargo, en Occidente no se habla de la muerte. Si nos hablan, es como algo terrible o lejano. Los mismos ritos funerarios no te muestran alegría, te muestran dolor, desgarro, ausencia, el cielo, el infierno o el limbo. Entonces la muerte es algo de lo que se debe hablar porque nadie se salva de aquello. Eso nos invita a reflexionar cómo queremos vivir.

-¿Cómo ocurrió todo?

-El 23 de abril (de este año) lanzamos el libro y estaba súper bien, y estuvo súper bien hasta el final de los días, reflexivamente, con ideas, estábamos escribiendo. Pero tuvo estas neumonitis y se fue sin dolor, como él quiso y cuando quiso. Todos lloramos, pero si me preguntan si tengo pena, la pena es cuando se pierde algo, porque Humberto está en mí, porque está en todo lo que compartimos y lo que nos enseñó en Matríztica. Lo que sí tengo es nostalgia, a veces me dan ganas de preguntarle algo. Esa sensación de que no está es la que duele. Estoy contenta que su muerte haya sido como él era, pacífico y en paz. Ahora, como diría mi nieta, es una estrella en el cielo.

Conversaciones

-"La revolución reflexiva" es el tercer libro que escribieron en colaboración. ¿Cómo surgió?

-En agosto del 2020 iniciamos una serie de conversaciones con dos chicos jóvenes, dos millenial. Ellos fueron los que conversaron con nosotros y nos pidieron ciertas temáticas a conversar y fue grabado. Este es el último libro que escribimos y parte de una conversación. Es lo que siempre dijo Humberto, "la única manera que nos coloquemos de acuerdo los seres humanos es conversando".

-¿Cree usted posible la conversación en estos medios digitales que ocupamos para comunicarnos, en medio de la emergencia sanitaria?

Por Cristóbal Gaete

"La pena es cuando se pierde algo, porque Humberto está en mí, porque está en todo lo que compartimos y lo que nos enseñó".

Marco Vazquez.