Correo
Liceo Camilo Henríquez
A propósito de la huelga legal que llevan los profesores del liceo Camilo Henríquez, me gustaría compartir algunas ideas que han aparecido estos días. Era agosto de 2009 y mi mamá esperaba el día en que haría una gigantesca fila a las afueras de calle Andes. Otros padres amanecían por la misma situación, al buscar un cupo para que sus hijos con buen promedio tengan la esperanza que, al entrar al liceo, cuenten con mejores oportunidades.
Por cosas del destino, nunca se concretó el cambio, pero muchos amigos sí quedaron. Con algunos de ellos me encontré en la universidad y gran parte afirmaba secuelas de la constante presión al estudiar, de vivencias al cambiarse a un 2x1 en busca de un mejor NEM, incluso los recuerdos de quienes competían a toda costa por lograr la excelencia.
Pienso en ellos, en los padres que debían luchar por un cupo, en los puntajes nacionales que acumulaban portadas y noticias, y notar que muchos de esos logros se deben a profesores que en este minuto están siendo culpados por la pérdida de clases, cuando es un derecho protestar cuando los empleadores no responden a demandas, incluso presentando la posibilidad de disolver el sindicato.
El prestigio del eximio liceo parece desaparecer con cada día de huelga. Hoy, ni su himno representa a los intereses de los sostenedores: "Nuevos maestros que hoy van a entregar/ su fuerza y su alma a jóvenes que ven/ reflejos de hombre del saber".
Ricardo Olave Montecinos
Igualando la cancha en salud mental
El acceso a la salud mental en Chile es un lujo al que solamente quienes no tienen problemas financieros pueden acceder. Esto debido a la menor bonificación que aplican las isapres para las prestaciones de salud mental respecto a otras prestaciones. Mientras el aseguramiento promedio de prestaciones generales es mayor al 60%, la bonificación para las prestaciones de salud mental es menor al 30%. Además, este tipo de prestaciones está sujeto a valores máximos y número de atenciones.
Sin embargo, hay noticias alentadoras que permitirán mejorar la calidad de vida de millones de chilenos. Junto con la promulgación de la Ley 21.331 que establece un reconocimiento de los derechos de las personas en la atención de salud mental entrará en vigor una disposición que no permitirá a las isapres aplicar menores coberturas a prestaciones de salud mental.
Emparejar la cancha en salud mental tiene beneficios importantes. Evidencia internacional sugiere que los costos indirectos asociados a las enfermedades de salud mental exceden los costos directos del tratamiento. Por ejemplo, los problemas de salud mental han sido uno de los principales gatilladores de licencias médicas durante este año en Chile, llegando a representar un tercio de los permisos otorgados.
La pandemia ha deteriorado la salud mental de muchos, afectando su salud física y su situación laboral y financiera. Es hora de priorizar nuestra salud mental y comprender que personas mentalmente estables son personas más felices: personas más sanas, más productivas y mejor preparadas para enfrentar dificultades económicas.
Patricio Valenzuela, U. de los Andes
¿Revitalización de una lengua?
El término 'revitalización' ha trascendido ya al análisis lingüístico, sin dudas, en todo aquello relacionado con la mantención de una lengua originaria. En nuestro medio se trata de devolver el valor comunicativo al 'mapudungún'. Sea cual fuere el grado de peligro por debilitarse o desaparecer atrae también la atención de instancias académicas y educacionales del país desde hace bastante tiempo. En el medio regional se hace urgente desarrollar investigaciones vinculadas con enfoques, métodos y técnicas para una enseñanza-aprendizaje eficiente, derivadas del contexto de la 'lingüística aplicada', como descripciones fonéticas, sintácticas, semánticas, situaciones comunicativas. Ello para diseñar metodologías propicias, más que por las aprehensiones ideológicas de la interculturalidad.
Para un lingüista el deterioro de una lengua siempre es grave. Junto con el deterioro cultural, el desuso de una lengua destruye el sentido del valor humano limitando el potencial comunicativo de sus usuarios. El no uso de una lengua implica, entonces, la pérdida de un recurso cultural importante para la vida de toda una comunidad lingüística (speech community). Así, el enriquecimiento de la diversidad lingüística será siempre interesante. Crystal (2001) en "Language Death" -sostiene - que es "algo similar a cuando se pierde un ser querido"; "las etapas del duelo son iguales" pues se extingue una forma de vida. Es lo que podríamos llegar a sentir, por un lado, si los esfuerzos por 'revitalizar' el mapudungún "fracasaran" y empezara a tomar auge la enseñanza del creol (criollo haitiano), chino mandarín, u otra lengua.
Omer Silva Villena