Correo
Farmacia municipal de Temuco
A continuación expongo una desagradable situación en la Farmacia Municipal de Temuco: Siendo las 12.40 pm; deseo ingresar a la farmacia, sin embargo, el señor guardia me indica que están cerrando, siendo que el horario es hasta las 13 horas.
Pedí por favor ingresar, a lo cual accedieron, pero no con buenas ganas. Observé que el personal de atención está muy preocupado del retiro a colación más que de la atención a público. A lo anterior, quisiera agregar que noto que el personal que atiende actúa como que le hace un favor a las personas en atenderlas. El encargado del local me indica que la farmacia entrega beneficios y por eso no tienen el horario de una farmacia normal. Sin embargo, no es capaz de explicar el por qué del horario del cierre antes, dejando a varias personas sin atención para la compra de sus remedios.
La municipalidad debiera capacitar más a su gente, sobre todo en la parte social y a público.
Carlos González Sepúlveda
Los beneficios sin los deberes
"Exigimos al Poder Ejecutivo y al Legislativo emparejar la cancha" señala la declaración pública de la Lista del Pueblo, para luego continuar con "no seremos un partido político para disputar cargos de representación pública". O sea, quieren tener el derecho de competir en las elecciones como un partido político, legislar en la convención como uno, pero sin someterse a los deberes que están sujetos. La Ley Orgánica Constitucional de los Partidos Políticos existe con el fin de fortalecer el carácter público y transparentar la información de estas entidades. Si bien hay críticas a su funcionamiento, estos están bastante regulados para el resguardo de la democracia.
Lo contraproducente es que algunos constituyentes de esta lista postulan un régimen parlamentario para la nueva Constitución, pero este modelo se basa en la confianza y representatividad que logran los partidos políticos como un canal que refleja la voluntad de los electores. Por lo tanto, esta declaración no refleja más que un alto nivel de improvisación, queriendo establecer reglas para una futura participación electoral y desviar la mirada de la convención. En fin, exigir beneficios sin los deberes.
Mateo Aldunate
De empleado a emprendedor
Estar empleado tiene beneficios que se disfrutan hasta que comienza a surgir el anhelo de ser emprendedor. Del trabajo dependiente se valora, por ejemplo, contar con un sueldo a fin de mes, días compensados o vacaciones obligatorias, sin embargo, muchas veces son las obligaciones relacionadas al cumplimiento obligatorio de horarios, subordinación a una jefatura o control de quehaceres diarios los motivos que provocan el deseo de independencia.
En este sentido, emprender supone beneficios tales como disponer de horarios flexibles, experimentar un crecimiento de ingresos acorde al crecimiento del negocio, y la satisfacción de vivenciar el desarrollo de algo creado por uno mismo. Pero, como todo proyecto, también supone desafíos, pues las dinámicas de los quehaceres cambian, llevando a asumir responsabilidades tales como autogestión de tiempo, tareas y finanzas, ya que los ingresos generados tendrán que sostener al emprendedor, y también la operación y crecimiento de la empresa.
Para llevarlo a cabo disponemos de varios recursos, entre ellos, la información y conocimiento para tomar decisiones. Contamos con herramientas y técnicas de gestión como mapa estratégico, perfil de cliente, modelo de negocios, sistemas de puntos de venta, ERP (sistemas de planificación de recursos de la empresa), o herramientas de ofimática como planillas Excel que ayudan a recopilar, ordenar y analizar los datos que genera la operación de la empresa. Además, sistemas de gestión de contabilidad y finanzas, entre otros recursos.
Emprender supone correr riesgos, por lo que el desafío más importante es conocerlos, comprenderlos y gestionarlos, de manera de asegurar que la puesta en marcha y escalamiento del negocio tenga las mayores posibilidades de prosperar. Estos riesgos pueden estar relacionados con la gestión, toma de decisiones y administración interna de la empresa, además de aspectos técnicos o tecnológicos relacionados con la factibilidad de fabricar o disponer el producto para su venta, o de mercado vinculado al proceso de decisión de compra por parte del cliente.
Con todo, este es un cambio que implica asumir desafíos que no son vistos desde la posición de empleado, por lo que sentarse en el sillón de dueño implica vivir afanosos días, que se volverán satisfactorios cuando se comiencen a vislumbrar los frutos.
Óscar Gutiérrez, U. De las Américas