El doble estándar de Loncón
El término "doble estándar" hace referencia a la aplicación de diferentes conjuntos de principios para situaciones similares. Un término perfectamente aplicable a los dichos que ha emitido la presidenta de la convención constituyente, Elisa Loncón.
Llamar a la paz y luego catalogar a un sector como privilegiado. Recriminar los actos de violencia ocurridos en el estallido social y manifestaciones, pero no cuestionar los atroces actos de violencia en La Araucanía y vandalismo en la Región Metropolitana. Lo discutible es que solo llevamos un mes de convención y nada hace presagiar que estas contradicciones no sigan ocurriendo.
Diego Ormazábal
Los invisibles
Reconocidas instituciones han incorporado el "lenguaje inclusivo" en sus diversas plataformas y redes sociales. Me pregunto si esas organizaciones cuentan con verdaderas políticas de inclusión y diversidad que permitan la implementación de acciones sostenibles y concretas para personas con discapacidades físicas, intelectuales, mentales, auditivas o visuales. Según Senadis, en Chile en torno al 20% de la población adulta tiene algún grado de invalidez, y de ellos, prácticamente la mitad son parte de los quintiles más bajos del país.
Hoy pareciera que esas personas son invisibles, tapadas por el muro del ficticio debate en torno al lenguaje "no sexista", que traba el avance para una real inclusividad.
José Alberto Irarrázaval
Liderazgos y participación social
La participación social es fundamental para articular sociedades hacia el desarrollo, ya que es uno de los mecanismos que permite garantizar la construcción de políticas públicas que reflejen las necesidades y dolores de ciudadanos y territorios.
Esta participación se constituye en un elemento indispensable que hace posible poner a prueba y desarrollar capacidades humanas y estructuras, que desde la comunidad posibilitan la producción de cultura, política, estrategias y acciones para ella, es decir, abre las posibilidades para el desarrollo endógeno y la transformación social.
Hoy existen en Chile 234.500 organizaciones de la sociedad civil, cada una con sus liderazgos, y si queremos que las dirigencias lideren hacia caminos transformadores, es necesario que los liderazgos se gesten desde la asociatividad, entendida como la acción que desarrolla un grupo de organizaciones que, mediante la propia voluntad y manteniendo su autonomía, participan en estrategias de trabajo colaborativo con objetivos claros que permiten gestar el bienestar de las comunidades involucradas.
Contar con dirigencias sociales no garantiza trabajar desde la colaboración y la asociatividad. Para ello se requiere voluntad asociativa, es decir ese "querer hacer" que impulse el trabajo comunitario y dirigencial de manera dinamizadora, que busque con determinación el logro de objetivos, pero siempre de manera colectiva. Para ello, la voluntad asociativa necesita ser reconocida y puesta en valor. De otro modo, se generarán disfuncionalidades, apatías participativas, prácticas paternalistas, que van a dificultar el desarrollo y el logro de los objetivos que movilizan el trabajo comunitario y dirigencial.
Alina Muñoz Rojas
Mes de la solidaridad
¿Somos solidarios los chilenos? Esta es una pregunta recurrente, que aparece cada cierto tiempo, dando paso incluso a múltiples estudios. Algunos de ellos aseguran que el 30% de nosotros nos atribuimos ese adjetivo. Otros, más vinculados a la contingencia, afirman que las acciones de solidaridad se incrementaron a raíz de la pandemia.
Lo cierto es que, más allá de las cifras, nosotros podemos asegurar en base a la experiencia que sí lo somos. Desde Camiseteados llevamos cinco años recorriendo el país para encontrar y visibilizar a esos agentes de cambio que trabajan en silencio y desinteresadamente para impactar positivamente su comunidad. De más de 25 mil casos, hemos premiado a 40, representando en ellos lo que nos debiera definir como país.
Somos el reflejo de lo que vemos y por eso este año seguiremos trabajando para destacar a esos ciudadanos inspiradores que con pequeños y grandes proyectos cambian la vida de otros, nos hacen sentir orgullo y nos motivan a ser mejores.
Confiamos en que más allá de los estudios o lo que creamos, ese es el camino. Despertar la solidaridad que vive en cada uno a través de buenos ejemplos nos llevará a construir juntos un país mejor, haciendo que la solidaridad se extienda mucho más que un mes y que termine siendo el norte de todo nuestro desarrollo.
Karen Rauch