Crecer o no crecer
Un país para sobrevivir necesita crecer económicamente para así dar empleo y progresar en su desarrollo, pensando en sus generaciones futuras y en su población que vive cada vez más años. Pero este crecimiento no necesariamente tiene que ser un crecimiento a como dé lugar, como muchas veces se ha visto en algunos lugares. Se puede aspirar a tener como país, un crecimiento distinto, donde se pueda mostrar al mundo, de que es posible crecer sustentablemente.
Algunos aspiran a combatir el modelo y los del frente, advierten que con esto las inversiones no van a llegar a Chile. En esto hay matices, también se puede ser más selectivos y aspirar a tener un crecimiento sustentable y sostenible, con respeto a la naturaleza, a las personas y a las comunidades.
En este sentido, es posible establecer condiciones que le permitan al país priorizar las inversiones que deseen jugárselas con este modelo de desarrollo distinto que se dé el país. No hay porqué bailar al ritmo del desarrollo a como dé lugar. Puede que la explotación de materias primas y recursos naturales, con escaso valor agregado en nuestro despegue nos hayan servido, pero ahora debemos ir por más innovación, ciencia y tecnología aplicada, especialmente con las universidades regionales trabajando de la mano con las empresas locales.
Esta debe ser nuestra apuesta y en ese desafío, de seguro nos van a seguir muchos empresarios proactivos y que van más adelante en el mundo, respecto al respeto a la naturaleza y a la tierra en sí. No hay que renunciar a poder hacerlo diferente y respetando códigos en los cuales incluso nuestros pueblos originarios tienen mucho que enseñarnos, no olvidemos que el ñuque mapu se orienta y tiene sus principios básicos muy similares a lo que hoy es la agricultura biodinámica, de reciente implantación en el mundo, donde el pueblo mapuche tiene más de tres mil años en estas lides.
Hay varios que creen que esta crisis fue provocada porque los defensores del libre mercado no supieron defenderlo, ni hacer ver las ventajas que este sistema conlleva para el desarrollo equilibrado de un país. En esto algunos, no solo no fueron capaces de hacerlo ver, sino tampoco fueron capaces de vivirlo en primera persona, con ejemplos basados en la ética y los valores que correspondía hacerlo, lo cual además permitió instalar una desigualdad abusiva entronizada en el país. Como lo describió crudamente Pablo Ortúzar en su columna "Almas vacías" en un matutino nacional de hace 5 años, "avance del progreso que, a su vez, se confundía en no pocas ocasiones con limpiar el camino al capital y a sus lógicas fluctuantes entre el chorreo y el choreo.
No es de extrañar el alcance de las manifestaciones y las repercusiones de violencia que se han vivido a partir del estallido social del 18 de octubre, lo cual para un grupo político representa la base fundamental del proceso constituyente, ya que para ellos explica también, el malestar de la ciudadanía de a pie por lo experimentado en estas últimas décadas bajo el imperio del "modelo".
Si alguien se da cuenta que el uso de la violencia le da buenos resultados, la va a usar cada vez que se lo permitan. Así, la violencia que se vio en el inicio de la convención constitucional, no es más que una manifestación similar a las que se han visto en el estallido y post estallido reiteradamente, ante la pasividad de la autoridad y algunos sectores políticos de la sociedad. Es de esperar que en esta oportunidad solo sean bravuconadas y corcoveos para demostrar empoderamiento, poder llamar la atención y así lograr la visibilización que algunos buscan.
"Si alguien se da cuenta que el uso de la violencia le da buenos resultados, la va a usar cada vez que se lo permitan. Así, la violencia que se vio en el inicio de la Convención Constitucional, no es más que una manifestación similar a las que se han visto en el estallido y post estallido".