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activa en la Región", explica la médico-cirujano, doctora en microbióloga y autoridad sanitaria regional.
En el país, según la información del ISP, los casos Delta detectados en vigilancia de fronteras ascienden a 60, existiendo al menos 4 correspondientes a circulación comunitaria. Pese a ello la variante Gamma (o brasileña) continúa siendo predominante en el país alcanzando la mayor contribución porcentual en los grupos de 80 y más años, de 75 a 79 años y de 60 a 64 años.
"La Araucanía es una de las regiones piloto en que se está implementando un PCR de variantes que permite hacer un prediagnóstico de lo que podría ser una variante para someterla a secuenciación lo antes posible y tomar todas las medidas de control epidemiológico en forma oportuna si es que se detecta algún caso", expresa la doctora Rodríguez.
EFECTO VACUNA
No cabe duda que la vacuna ha hecho su tarea. En las últimas 5 semanas, los contagios fueron cayendo en un 25%, disminuyendo en la actualidad a un histórico 2% la positividad semanal, contra cifras que llegaron a superar el 20% de los testeos positivos a principios de este año.
Actualmente, sobre el 84% de la población objetivo completó su esquema de vacunación, lo que se traduce en que más de 645 mil habitantes de la Región están completamente inmunizados de acuerdo a los esquemas de Pfizer, Sinovac, AstraZeneca y CanSino.
A juicio de la doctora en Medicina Preventiva y académica del Departamento de Salud Pública de la Ufro, Teresa Balboa, de acuerdo a los datos nacionales y regionales se ha visto que "a medida que aumenta el porcentaje de esquema completo de vacunación, se reduce la incidencia de casos, entonces hay efectivamente una relación directa entre esas dos variables".
Sin embargo, las buenas cifras de vacunación no deben exacerbar la confianza en que la pandemia llegó a su fin. "Esto puede cambiar de acuerdo a las características de la nueva variante Delta (…) No hay que pensar que la pandemia terminó, esto continúa y está en nuestras manos el mantener los indicadores en condiciones estables", puntualiza Balboa, quien detalla que "el confiarse" puede llevar a relajar las medidas de autocuidado y ocasionar rebrotes tal como ha sido la tónica en Europa.
"Esto se ha visto en otros países donde se fueron soltando las medidas y comenzó a aumentar la incidencia, pese a que existía un porcentaje alto de población vacunada; entonces pensamos que ese puede ser un factor que incida en que la baja comience a estancarse e incluso pueda ir subiendo nuevamente la curva de casos", advierte.
Al mismo tiempo, el doctor Fernando Lanas, médico cardiólogo, académico Ufro e investigador responsable del ensayo clínico de la vacuna CanSino que lidera en el país la Universidad de La Frontera, añade que "la vacuna es una herramienta más para combatir la pandemia", que al asociarse con las otras acciones de autocuidado generan un potente efecto protector.
Para el investigador, las vacunas han demostrado a lo largo de la historia ser la mejor herramienta para combatir enfermedades. "Lo que está ocurriendo no es nada inesperado. El que no conozcamos de casos de viruela o de poliomelitis no es casualidad, sino que es producto de la existencia de vacunas que permitieron hacer desaparecer esas enfermedades", asegura, poniendo acento en que no hay que perder de vista que este virus no desaparecerá por completo y que probablemente todos los años sea necesario adaptar la vacuna como se hace, por ejemplo, con la de la influenza.
"Es poco probable que el covid desaparezca por completo, pero sin duda que el tener una alta proporción de personas que no enferma y que no transmite el virus, va a reducir el número de casos. (…) La visión es que hay que seguir vacunando; las nuevas vacunas debieran incluir las variantes en curso y pese a que no sabemos qué ocurrirá, lo más razonable será ir vacunando periódicamente porque el precio de una vacuna es mínimo comparado con el costo de tener a un país confinado", precisa el doctor Lanas.
RESPIRO EN LAS UCIS
Los altos porcentajes de vacunación que derivaron en una baja en los contagios, permitió dar un respiro a las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales de la Región, disminuyendo en al menos un 50% los ingresos en los últimos 60 días.
Así lo corrobora la médico urgencióloga y jefa del Centro de Responsabilidad de Atención Intrahospitalaria del Complejo Asistencial Padre Las Casas (CAPLC), doctora Jenny Collipal, quien sostiene que "al menos al 50% ha disminuido la ocupación en las unidades críticas y la mayoría de los que están hospitalizados son pacientes no vacunados, quienes al ser consultados señalan que (no lo están) por desconocimiento, sienten que la vacuna no es segura o en algunos casos es porque se trata de pacientes de zonas muy rurales".
A partir de la última semana, este hospital que partió en plena pandemia dedicado casi en exclusiva a pacientes covid, comenzó a destinar módulos a enfermos de otras patologías que no estaban siendo atendidas a raíz de la emergencia del coronavirus. "La cara oculta de la pandemia son los pacientes que llegan a la UCIs descompensados como pacientes renales, o con insuficiencia cardiaca (…) generalmente son personas más bien de la tercera edad con sus patologías descompensadas. Desde esta semana, a propósito que el índice de contagios ha disminuido, al igual que los ingresos con 2 a 3 semanas a la baja, nosotros cambiamos la modalidad y ya tenemos algunos cubículos disponibles para pacientes UCI No Covid".
De ahora en adelante, la urgencióloga observa con esperanza lo que pueda venir, sir perder de vista que es necesario continuar con la vacunación, apostar por la dosis de refuerzo y continuar con las medidas de autocuidado. "Yo creo que un factor importante es la vacunación porque tiene el efecto de grupo o rebaño, entonces mientras más vacunemos, más protegidos vamos a estar. Sin embargo como equipo sanitario siempre estamos alerta porque hace muchos meses que no veíamos calma en las unidades críticas. (…) Aún es incierto lo que vaya a pasar con la cepa Delta que de acuerdo a lo que se ha visto en otros países, es más severa con los pacientes que no están vacunados", reflexiona, agregando que: "Tengo mi corazón esperanzado en que no va a volver a ocurrir otra ola importante".
¿QUÉ ESPERAR A FUTURO?
Recuperar la normalidad, aliviar la salud mental, activar la economía y olvidar la pesadilla del coronavirus es el íntimo deseo a nivel colectivo. Sin embargo, sí será ello posible, aún es una incógnita.
"Yo creo que hay que tener precaución, sobre todo considerando la experiencia internacional, donde se fue viendo que a medida que se fueron abriendo las ciudades y se redujeron las restricciones, comenzaron los rebrotes. Entonces en ese sentido, pienso que hay que ser precavido para no cometer los errores que se han cometido en otros países", señala la epidemióloga Teresa Balboa, para quien es difícil proyectar lo que pueda suceder a futuro en un escenario tan cambiante.
"El llamado es a ser prudente -dice- porque por ejemplo en Israel, que es un país con índices de vacunación muy altos, se suspendió el uso de mascarillas en espacios cerrados y a los 10 días tuvieron que retractarse porque se produjeron brotes. Entonces, hay que aprender de esos países que llevan la delantera en la inmunización y que han tenido que tomar medidas sanitarias para evitar los rebrotes".
Por otra parte, los cinco millones de rezagados en el país y un número aún indeterminado a nivel regional que se ha mantenido al margen del proceso, deben iniciar cuanto antes su esquema. "Las personas que están rezagadas, tienen que vacunarse porque el riesgo que tienen ellos de desarrollar una enfermedad grave es alto porque no tienen ninguna inmunización para evitarlo", considerando además que lo que se ha visto es que la variante Delta "hace más susceptible a las personas que no están inmunizadas y ahí están los niños y los jóvenes".
Algo similar manifiesta la seremi de Salud, quien enfatiza que para poder mantener los buenos indicadores es fundamental que, por una parte, "todas las personas que tienen acceso a la vacunación lo hagan y que completen sus esquemas con las segundas dosis, y por otra parte, es vital que se mantengan las medidas de autocuidado y que se entienda la importancia del testeo, en especial de las personas sin síntomas, ya que mientras más testeos hagamos, vamos a tener mayor probabilidad de aislar precozmente y así evitar que sigan transmitiendo la infección, pudiendo enviarlas a residencias sanitarias y hacer el estudio de contactos para contar inmediatamente la cadena de transmisión", concluye Rodríguez.
En definitiva, no queda más que comprender que vacunarse, lavarse las manos, usar mascarilla, testearse oportunamente, evitar las reuniones sociales con grandes aforos y ventilar los espacios cerrados, son por ahora las herramientas al alcance de la mano de las que disponen todos los ciudadanos para derrotar, ojalá en el más breve plazo, la pandemia más grande de los últimos 100 años.