Desde manjar de piñón hasta pasta de charqui de caballo son parte de los agroelaborados de Lonquimay
ZONA CORDILLERANA. Fomentar el cooperativismo y el trabajo colaborativo son ejes de desarrollo de la comuna cordillerana.
El desarrollo sustentable es uno de los principales ejes considerados en el plan de desarrollo de Lonquimay, a través de la implementación de programas y proyectos que sean respetuosos del medioambiente y con un componente relevante de rescate y puesta en valor del conocimiento y sabiduría ancestral.
Un ejemplo concreto de esto son las cuatro salas de Agroelaborados que se han construido en los territorios de Troyo, Pedregoso, Pehuenco y sector urbano, lo que significó una inversión de $240 millones y que cuentan con el equipamiento necesario para que los vecinos, organizados a través de cooperativas, puedan usarlas y generar acciones que permitan dar un valor agregado a los productos con identidad local e incorporar la creatividad e innovación, desde el tipo de organización hasta los procesos productivos y de comercialización.
Un componente significativo de estas salas de proceso, es que cuentan con resolución sanitaria, elemento fundamental para realizar una adecuada comercialización de los productos.
Buenos resultados
De acuerdo a lo manifestado por el alcalde Nibaldo Alegría, "tenemos la convicción de que el fomentar este tipo de desarrollo productivo, es el camino correcto y necesario en el contexto que estamos viviendo a nivel mundial y local; el que está basado en el buen vivir, el valorar nuestra identidad y propiciar oportunidades, más aún cuando sabemos que tenemos todas las capacidades para obtener buenos resultados, como los que estamos alcanzando".
Un aliado estratégico importante en la búsqueda de preparaciones con elementos locales, ha sido el Centro de Genómica Nutricional Agrocuícola (CGNA), quienes han estado realizando un acompañamiento que considera la capacitación en talleres de creatividad y cocina de autor con sello local, y ya se han podido lograr innovadoras recetas como pesto de piñón y albahaca, pasta de charqui de caballo (se trabaja en la incorporación de charqui de chivo y cordero) con especias y manjar de piñón, entre otros.
Paulo Palma, encargado de la Oficina de Desarrollo Productivo del municipio local, señaló que "estábamos ansiosos de poder activar nuestras salas de agroelaborados, que producto de la pandemia no habíamos podido utilizar, pero ya están y que de acuerdo a los resultados que estamos observando, nos augura un buen futuro".
Margarita Álvarez es una de las mujeres pertenecientes a la cooperativa del sector urbano quien agradeció "a las autoridades locales y a los profesionales que han impartido las capacitaciones, muy innovadoras y algo muy importante, con productos que tenemos en nuestra zona".