Huele mal
En Pucón aún quedan relaciones de poder que, sin desalentarnos, nos obligan actuar. El caso Enjoy es uno de ellos. Muchos hemos seguido y revisado el desprolijo proceso, mientras las estructuras de metal, donde antiguamente hubo un bosque y luego un hotel 5 estrellas, siguen montándose sobre juicios, preguntas e incluso rechazos, pero sólidas en su confianza que la relación histórica, el dinero, la anticuada normativa y los vínculos políticos serán más fuertes…
En lo personal no espero nada de Enjoy, es una empresa que genera millones, que entre otras cosas, vive de la insatisfacción humana y la ludopatía. Pero sí espero todo de las instituciones.
El Estado tiene la obligación de velar por el bien común y los municipios deben ser los primeros en hacer esto. Si el caso no le compete al municipio, éste debe asegurarse que la entidad del Estado (en este caso SCJ) cumpla con su rol, debe alzar la voz para proteger su comuna con miras a un buen futuro para todos.
Luego de la visita de Enjoy al Concejo Municipal, quedó claro que la relación histórica de la empresa con el municipio pesaba mucho, la conversación gravitaba más hacia el pasado que al futuro (que es lo que más nos preocupa). Enjoy fue explícito en decir que ellos se atienen a las normas. Pero, ¿Quién cuida las normas? ¿Quién asume la responsabilidad de cuidarnos? ¿De cuidar el territorio? ¿Quiénes han sido electos para defender el territorio ante las amenazas? Si no nos cuidan ante un casino: ¿Nos sabrán cuidar ante las inmobiliarias?, ¿Se atreverán a darle la pelea a la minería?, ¿A asegurarnos ante la crisis hídrica?, ¿A velar por la justicia ante la gentrificación de estas tierras?
Esperemos que el proceso de Enjoy no sea el precedente y que la resolución de la SCJ nos deje esperanzados y no furiosos.
Luego de la visita de los muy amables y bien preparados representantes de la empresa, se sembró una gran y peligrosa interrogante… ¿Qué pasa con las patentes de alcoholes? ¿Más de 10 años renovando una patente que, por normativa, solo puede darse una vez por un máximo de 6 meses?
Esto es una ventana abismante hacia lo que puede ser gravísimo. Una historia que huele mal pero aún no ha terminado de desentrañarse. El caso Enjoy nos revela una vez más que debemos informarnos y participar para elegir representantes que gestionen nuestra sociedad bajo el prisma del servicio y el bien común, con transparencia y ética impecable.
Daniela García Mintz, Concejala Pucón
Contradicciones de Boric
La candidatura presidencial de Gabriel Boric ha estado asentada en una base de contradicciones que encienden alarmas respecto a cómo sería su accionar en un futuro gobierno. En primer lugar, en una entrevista en La Red en el año 2020, descartaba una carrera presidencial porque a su juicio no tenía las competencias necesarias ni la experiencia para el cargo. En segundo lugar, el desaprobar tajantemente un cuarto retiro de fondos de pensiones en los debates presidenciales, para después, una vez electo en las primarias y ante las presiones de políticos de Apruebo Dignidad, cambiar su opinión de manera drástica.
El problema de estas acciones es que demuestra la poca gobernabilidad que puede sostener Boric, demostrando lo fácil que cambia de opinión ante las presiones de su sector. La gran pregunta, de llegar a La Moneda ¿Gobernaría Boric o cederá ante la presión del PC y los sectores de la izquierda más dura? Sus acciones dan luces de la respuesta.
Diego Ormazábal
Representación mapuche
"Linconao y Loncón no nos representan", es una de las frases que vociferaron el grupo de manifestantes mapuches que llegó hasta la sede de la Convención Constitucional para entregar una carta donde acusan a los convencionales de esa etnia de ser cómplices de una supuesta represión.
La situación es grave en dos aspectos. Por un lado, las continuas desacreditaciones a estas convencionales por parte de su pueblo hacen pensar que ninguno de los acuerdos que logre la Convención serán realmente representativos y, quizás, ni siquiera sean respetados por los sectores más radicales del pueblo mapuche.
Por otra parte, la inacción de estas convencionales a la hora de denunciar estos actos de violencia, como sí lo hicieron la semana pasada ante los insultos de una mujer a la salida del exCongreso, denotan una cuestionable discriminación de hechos, que se traducen en la necesidad de denunciar según el beneficio político que se pueda adquirir. Sea cual sea el caso, ambas continúan desacreditándose y representando a quienes no las quieren.
Ricardo Oyarzún.