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Hallazgo de herramientas revela que hace 120.000 años el Homo Sapiens ya fabricaba ropa

ESTUDIO. Herramientas hechas de huesos para la elaboración de prendas de cuero son el primer vestigio de esta actividad en el Pleistoceno. Los paleontólogos creen que esto fue clave para que los primeros humanos pudieran salir de África.
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Agencias/Redacción

La invención de la ropa y el desarrollo de herramientas para fabricarla no solo son dos ejemplos de la evolución cultural y cognitiva del hombre, sino que además los paleontólogos creen que fueron esenciales para que, en el Pleistoceno, los primeros humanos pudieran salir de África en busca de nuevos lugares para vivir.

Sin embargo, dado que las pieles y otros materiales orgánicos empleados en la confección de prendas no se conservan bien, la falta de registro arqueológico siempre ha dificultado su estudio.

Ahora un artículo publicado en iScience informa del hallazgo de unos 12.000 fragmentos de hueso y más de 60 huesos de animales que fueron trabajados y tallados para hacer herramientas, lo que sugiere que hace 120.000 años esos primeros humanos ya fabricaban prendas de vestir.

Los huesos se encontraron en la cueva de Contrebandiers, cerca de la costa atlántica de Marruecos, y han sido analizados por un equipo dirigido por el paleoantropólogo de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) Curtis Marean y la investigadora de la ASU Emily Hallett.

Hasta ahora, el yacimiento más importante con herramientas de hueso confeccionadas con animales marinos es la de Blombos, en Sudáfrica, de entre 140.000 y 80.000 años de edad pero "el conjunto de Contrebandiers sustituye ahora a Blombos como el conjunto de herramientas óseas y la industria más antiguos", asegura Marean.

Un periodo crítico

Los restos de la cueva de Contrabandiers datan de hace 120.000 a 90.000 años, "un periodo de tiempo y un lugar críticos para los primeros miembros de nuestra especie", destaca Hallet.

Al estudiar los fragmentos, los autores vieron que 60 de ellos habían sido moldeados por los humanos para ser usados como herramientas y despellejar animales, pero no para obtener su carne, sino para conseguir su piel.

Después compararon estas herramientas con otras del registro arqueológico y descubrieron que tenían las mismas formas y marcas de uso que las herramientas para trabajar la piel descritas por otros investigadores.

"La combinación de huesos de carnívoros con marcas de desollado y herramientas óseas probablemente utilizadas para el procesamiento de pieles proporciona una evidencia indirecta muy sugerente de las primeras prendas de vestir en el registro arqueológico", según Hallett.

Entre los restos óseos encontrados en el yacimiento marroquí también estaba escondida la punta de un diente de ballena o delfín con marcas consistentes con su uso como sajador a presión, una herramienta utilizada para dar forma a las herramientas de piedra, lo que representa el primer uso documentado de un diente de mamífero marino por parte de los humanos y el único resto de mamífero marino verificado del Pleistoceno del norte de África.

Versatilidad de huesos

El estudio de las herramientas de hueso de la cueva de Contrebandiers demuestra que hace aproximadamente 120.000 años "el Homo Sapiens empezó a intensificar el uso del hueso para fabricar herramientas formales y a utilizarlas para tareas específicas, incluyendo el trabajo del cuero y de las pieles", resume Hallett.

"Esta versatilidad parece estar en la raíz de nuestra especie y no ser una característica que surgió tras las expansiones hacia Eurasia", subraya.

No obstante, "dado el nivel de especialización en este conjunto, estas herramientas son probablemente parte de una tradición más amplia con ejemplos anteriores que aún no se han encontrado", advierte la investigadora.

"Cuando los revisaba empecé a notar que estos huesos tenían una forma muy diferente. No era una forma natural. Y estaban pulidos, y brillantes, y tenían estrías (surcos o arañazos) en ellos", explicó Hallett. A diferencia de los huesos que se desechan después de consumir un animal como alimento, los utilizados regularmente por las manos humanas adquieren un brillo y un pulido.

12.000 fragmentos de huesos trabajados como instrumentos para tratar cuero fueron encontradas por paleontólogos.

60 huesos habían sido moldeados por humanos para ser usados como utensilios para despellejar animales y usar su piel.

Evolución de piojos da pistas

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Los estudios genéticos de los piojos indican que estos parásitos que viven en la ropa se separaron de sus antepasados humanos hace al menos 83.000 años y posiblemente hace 170.000 años, lo que sugiere que los humanos usaban ropa antes de las grandes migraciones fuera de África. Emily Hallett señaló que una de las 98 herramientas de 400.000 años de antigüedad fabricadas con hueso de elefante y descubiertas recientemente en Italia podría haberse utilizado para alisar el cuero. Es probable que las utilizaran los neandertales. Las agujas con ojal aparecen en el registro arqueológico mucho más tarde, hace unos 40.000 años.

Científicos desarrollan una nueva forma de hacer crecer pequeñas réplicas de páncreas para combatir el cáncer

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Una nueva forma de cultivar pequeñas réplicas del páncreas, usando células sanas o tumorales, podría ayudar a desarrollar y probar tratamientos para el cáncer de este órgano, que es uno de lo más mortales, señala un estudio que publicó la revista Nature.

Estos organoides -diminutos cultivos celulares en tres dimensiones- pancreáticos que imitan a los reales han sido desarrollados por un equipo formado por el estadounidense Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el Instituto de Investigación del Cáncer de Manchester (Reino Unido).

Utilizando un gel especializado que imita el entorno extracelular que rodea al páncreas, pudieron cultivar los organoides, lo que les permitió estudiar las importantes interacciones entre los tumores de ese órgano y su entorno.

"La comunidad investigadora ha estado buscando formas de hacer cultivos más metódicos de este tipo de organoides y, sobre todo, de controlar el microambiente", destacó Linda Griffith, una de las autoras del estudio por parte del MIT.

El equipo usó para hacer los cultivos un nuevo gel desarrollado en el MIT y que es completamente sintético, a diferencia de los tradicionales que derivan de tejidos y no siempre permite el crecimiento de múltiples tipos de células.

Este gel está basado en el polietilenglicol (PEG), un polímero que no interactúa con las células vivas.

Crecimiento celular

Además, estudiando las propiedades bioquímicas y biofísicas de la matriz extracelular, que rodea los órganos del cuerpo, identificaron características que podían incorporar al gel para ayudar a las células a crecer en él.

El equipo quiso comprobar si ese gel podía usarse para favorecer el crecimiento de organoides pancreáticos normales y tumores de páncreas.

Hasta ahora ha sido difícil cultivar tejido pancreático de forma que se reproduzcan tanto las células cancerosas como el entorno de apoyo porque una vez que las células tumorales pancreáticas se extraen del cuerpo pierden sus rasgos cancerosos distintivos.

El equipo pudo comparar los organoides pancreáticos con los tejidos que habían estudiado en ratones vivos y descubrieron que los organoides tumorales expresan muchas de las mismas integrinas (una glucoproteína) que se observan en los tumores pancreáticos.

Finalmente, otros tipos de células que normalmente rodean a los tumores, incluidos los macrófagos (tipo de células inmunitarias) y los fibroblastos (células de apoyo), también pudieron crecer en ese microambiente.