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"Hay un puente que no se ha tendido y tiene que ver con mostrarnos como el enemigo"

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Eduardo Henríquez Ormeño

Trabajar desde el Congreso para disminuir las brechas de desigualdad social existentes en el territorio y, especialmente, para cambiar el "racismo estructural" que, a su juicio, se ha enquistado en la sociedad chilena en perjuicio de la población mapuche, son algunos de los objetivos de Ingrid Conejeros, la exvocera de la machi Linconao que hoy se la juega por lograr un escaño en el Parlamento al alero del movimiento Wallmapu Despertó.

- Ingrid, ¿qué representa el movimiento Wallmapu Despertó al cual está adscrita?

- Es un movimiento que nace con el ideario de la plurinacionalidad, donde creemos es necesario que en el territorio nacional coexistan distintas naciones originarias junto con lo que es el pueblo chileno. Esa es nuestra idea principal. De ahí nace también el interés por la protección y el cuidado del medio ambiente, porque somos principalmente personas mapuche y hablamos de conceptos que tienen que ver con nuestra filosofía de vida, el "küme mongen" y el respeto al "itro fill mogen" (toda la vida sin excepción). También lo hemos visto dentro de las campañas anteriores a la gobernación, con Luis Levi; en las campañas a constituyentes y campañas para concejales y alcaldes. Nuestra idea de quehacer político tiene que ver con las dirigencias territoriales y con las demandas que surgen del territorio más que con colores políticos, aunque tenemos más afinidad con la izquierda.

- ¿Cuáles son las motivaciones de su candidatura?

- Las definiciones puntuales van a estar presentes dentro de esta campaña. Todavía no he llegado a las 16 comunas del distrito y es ahí donde se va a definir una propuesta para favorecer el desarrollo del territorio. Está por construirse una definición política más puntual. En general, a lo que estamos apostado es al trabajo relacionado con el cuidado al medio ambiente, ver que exista una legislación que ponga en primer lugar los derechos de la naturaleza y que estos sean garantizados desde la Constitución.

- Usted es una mujer mapuche con experiencia de vida en lo urbano y lo rural, ¿cómo ve la relación del Estado con el pueblo originario?

- Yo creo que hay un tema importante a nivel nacional post estallido: la desigualdad, esa desigualdad que se establece a todo nivel, en lo educativo, en salud, en trabajo. En todas las estructuras y sistemas de desarrollo social hay desigualdad. Y cuando se trata del pueblo mapuche esa desigualdad se profundiza (…). Allí hay que revisar muy bien las situaciones que se puedan ir zanjando desde la política. Aquí hay otro tema que está diluido, pero latente, y que tiene que ver con un trato desigual desde un racismo estructural, porque no se mira igual a una persona pobre que llega a un consultorio cuando es mapuche que cuando es chileno. Por esto nos ha costado avanzar, porque no ha habido voluntad política para resolver los temas educativos que son los que van a dar respuesta a esta falta de comprensión entre las culturas. Hay un puente que no se ha tendido y eso tiene que ver con querer mostrarnos como el enemigo, como pueblo violento. Una gran tarea es barrer con estos prejuicios.

- Se ha dicho que el conflicto de La Araucanía es un problema político, ¿qué se debería hacer primero para asegurar el diálogo y empezar a bajar la tensión?

- Creo que estas relaciones que han sido dañadas históricamente y que ahora nos tienen en una tensión terrible son relaciones entre personas, no son relaciones en abstracto; cuando recibes buen o mal trato lo recibes de una persona, independiente que represente al Estado. En ese sentido (…) el Estado como estructura avasalladora, e incluso criminal, no ha hecho un reconocimiento del daño a los pueblos originarios. El Estado debe reconocer que hubo genocidio y usurpación de territorio. Y si reconoce una verdad histórica, por supuesto, debe haber reparación, y la reparación es algo que se tiene que construir con el pueblo mapuche.

- Si el electorado se lo permite, ¿qué tipo de diputada le gustaría ser?

- Desde ya nos hemos propuesto recorrer las 16 comunas del distrito 22 para tener una visión nítida de cuáles son las situaciones a atender y trabajar. Somos un equipo de personas que se propuso tener una representación en el Congreso y queremos establecer un nexo fuerte con la Convención Constituyente. Queremos tener un parlamento que dé espacio al proceso constituyente para que existan leyes y haya políticas públicas que traduzcan este texto en los cambios que queremos. En general, creo que lo más importante para ejercer este cargo es tener conexión con los territorios.

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"Aquí hay otro tema que está diluido, pero latente, y que tiene que ver con un trato desigual desde un racismo estructural, porque no se mira igual a una persona pobre que llega a un consultorio cuando es mapuche que cuando es chileno. Por esto nos ha costado avanzar". El Estado debe reconocer que hubo genocidio y usurpación de territorio. Y si reconoce una verdad histórica, por supuesto, debe haber reparación, y la reparación es algo que se tiene que construir con el pueblo mapuche".

"Respecto de las atribuciones del Gore, lo primero es eliminar la figura del 'intendente'"

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Con el apoyo de Wallmapu Despertó y al alero del Partido Ecologista Verde, el joven egresado de derecho, Reynier Campos, está en la carrera electoral con el serio propósito de renovar la composición del Consejo Regional de La Araucanía. Democratizar la discusión al interior de este órgano colegiado, a través de la participación ciudadana, es uno de sus propósitos.

- ¿Qué motivaciones lo llevan a postular al Consejo Regional?

- Varias cosas en realidad. Dentro de las más relevantes está el sentido de urgencia que demanda el poder crear condiciones dentro de las comunidades a través del territorio para hacer frente a crisis económicas, ambientales, sociales y de legitimidad incluso. Eso es lo principal, estar a la altura de la situación y aterrizar estas ideas más allá de las herramientas institucionales que crea el cargo en sí mismo.

- ¿Cómo le gustaría trabajar con el territorio al cual aspira a representar?

- Dentro de la candidatura identifico dos ejes principales. El primero es ampliar la democracia o procurar la democratización del cargo, tanto respecto de la deliberación como de la votación dentro del Core. Creo que existen las herramientas tecnológicas como para poder llevar a cabo esa democratización y discusión. El otro eje es la urgencia climática. Creo que es necesario impulsar el cambio de la matriz productiva de la Región, ponerle freno a las forestales a través de ordenamientos territoriales y, reitero, con el reemplazo de la matriz productiva.

- ¿Qué opina acerca del funcionamiento del el Core?

- Tengo una crítica fuerte. Una de las razones por las que explotó el país hace dos años tiene que ver con lo secuestrada que está la discusión política y cultural. Le pregunto a mis vecinos de amanecer ¿sabe lo que hace un core? Y no tienen idea. Entonces, ahí hay un serio problema, porque se generan expectativas muy grandes y las personas reciben frustración de parte de la clase política, y las herramientas institucionales que les entrega el cargo no van por ahí; las decisiones no las consultan directamente a los pobladores o comunidades.

- Estamos en el inicio de un proceso de descentralización, desde la opinión, ¿qué nos falta para fortalecer el poder de las regiones?

- En la Región ganó el representante de la derecha eso significa un doble esfuerzo para contrarrestar el peso que ha tenido históricamente este sector en la realidad local, aquí el choque más grande que tenemos entre las fuerzas transformadoras y los conservadores es esta visión de la realidad donde, de partida, la naturaleza es vista como un recurso. Allí hay una disputa a realizar desde lo cultural y lo discursivo. Y respecto de las atribuciones del Gore, lo primero es eliminar la figura del 'intendente' (delegado). No puede ser que teniendo un cargo electo esté amarrado tanto de presupuesto como de acción para poder hacer cualquier tipo de cambio.

Candidato a CORE