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Estudio: ocho de cada diez jóvenes de La Araucanía posee una alfabetización económica baja o media

Una investigación desarrollada por la Universidad de la Frontera con apoyo del Instituto Nacional de la Juventud, indaga y evalúa los conocimientos en materia financiera y económica entre las nuevas generaciones, con miras generar cambios en la conductas de la población en esta materia.
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La alfabetización económica es un ítem del que poco se conoce, considerando lo relevante que es dominar conceptos básicos que permitan administrar las finanzas propias. Sin embargo y de acuerdo a la prueba PISA, Chile está por debajo que sus pares de la OCDE en este tema. Así, el puntaje promedio del país en alfabetización financiera según la última encuesta PISA del 2018, cuyos resultados fueron entregados en 2020, fue de 451 puntos, por debajo de los 505 puntos promedio de la OCDE y del promedio de 478 puntos de los 20 países participantes.

Por ello, Universidad de la Frontera junto al Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) quisieron conocer las actitudes y prácticas económicas de los jóvenes de la Región de La Araucanía. Todo esto en el contexto de un inédito modelo científico de UFRO que busca mejorar la educación económica y financiera en el país, creado por parte del Centro de Excelencia en Psicología Económica y Consumo (CEPEC) de la casa de estudios, que aspira a generar cambios en las conductas de las personas en materia económica.

La muestra contó con más de 400 participantes -73,8% fueron mujeres y sobre el 25% hombres-, en una media de edad de los 22,6 años, de los cuales un 46,9% pertenece a sectores socio-económicos medios; un 29,9% a estratos medio bajo y un 14,3% a sectores vulnerables de la población.

Entre los principales resultados que arrojó la investigación, se pudo apreciar que al menos un 84,8% posee una alfabetización económica baja o media, mientras que el 40% posee una baja comprensión financiera.

En cuanto a rentas, la media de ingreso declarada fue de $299.000 y la mediana bordea los $140.000. Siendo el trabajo en jornada parcial con una renta promedio de $300.000 pesos y los propios padres, la principal fuente de ingreso declarada por el grupo estudiado.

"Los resultados preliminares arrojados por este diagnóstico nos presentan una situación alarmante, esto considerando que más del 50% de los encuestados no podría afrontar una emergencia económica y más de un tercio tiene deudas vigentes", detalló Marianela Denegri, investigadora de UFRO que lideró el proyecto.

Según Marco Luna, Director regional Injuv Araucanía, "como Injuv estamos muy contentos de poder trabajar en conjunto al CEPEC quienes realizan un trabajo excepcional para poder, en esta instancia, diagnosticar a los jóvenes de la región respecto de sus comportamientos de consumo y endeudamiento, lo cual sin duda nos permitirá tomar mejores decisiones respecto de la oferta y acciones que podemos desarrollar. Los resultados que nos ha proporcionado el estudio pueden interpretarse de manera positiva, no obstante, un 40% de los jóvenes posee una baja comprensión financiera, lo cual nos da una alerta de cómo estamos educando y formando en términos del desarrollo de habilidades de gestión de finanzas".

En detalle, las deudas se agrupan en crédito de estudios (16%), tarjetas comerciales y tarjetas bancarias (deuda promedio: $43.000). Así, más de la mitad de los jóvenes no sería capaz de sustentar una emergencia económica.

Por otra parte, el estudio evidenció que sólo un 57% de los jóvenes declaró haber ahorrado en los últimos 6 meses, con un promedio entre $180.000 a $500.000, siendo este grupo quienes presentan una mayor satisfacción con la vida y una mayor alfabetización económica.

Es aquí donde cobra relevancia el modelo económico creado por UFRO y liderado por Denegri. Este se enfoca en tres componentes, uno cognitivo que abarca temáticas de planificación, capacidad de anticipación y pensamiento crítico en temas económicos y financieros. El segundo componente es el de conceptos y destrezas, donde están los contenidos clásicos de la educación financiera como manejo del dinero, planificación de las finanzas, anticipación de riesgos y planificación del futuro, además de consumo inteligente. Finalmente, el último corresponde al de actitudes y valores, considerando temas como el autocontrol, diferenciación entre necesidades y deseos, tolerancia a la frustración y la postergación de impulsos.

Según la investigadora "se trata de modelo destinado a cambiar comportamiento, actitudes, y a hacer un tránsito desde consumidores a ciudadanos. Uno de los efectos del modelo económico neoliberal es que nos cambió la ecuación, nos hizo abandonar la ciudadanía y elegir el consumo. La apuesta de nuestro modelo es lograr que las personas tengan una mirada crítica del sistema en el cual están insertos, se den cuenta de las manipulaciones que tiene el propio modelo económico, por ejemplo, para llevarnos a comprar, a endeudarnos. En definitiva, este es un modelo orientado a la formación ciudadana".