Controversia: reglamento de la Convención sancionará el negacionismo
NORMA. Alude a violaciones a los DD.HH. durante el estallido social. "Dictatorial" y "censura", dijeron desde Chile Vamos.
El Austral
La libertad de expresión de los constituyentes en el ejercicio de sus funciones se instaló como tema central en la discusión de los reglamentos de la Convención Constitucional, luego de aprobarse una norma que sanciona el negacionismo.
El pleno de la convención votó este jueves el Reglamento de Ética que regirá el trabajo de sus integrantes, habiéndose aprobado hasta el cierre de esta edición los artículos principales sobre las definiciones, la creación del comité externo que analizará los casos y el catálogo de infracciones.
Fueron rechazadas varias indicaciones que buscaban modificar el texto original propuesto por la Comisión de Ética en relación al negacionismo, quedando definido que este se entenderá como "toda acción u omisión que justifique, niegue o minimice, haga apología o glorifique los delitos de lesa humanidad ocurridos en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990, y las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el contexto del estallido social de octubre de 2019 y con posterioridad a este".
La norma aprobada agrega que también "se entenderá como negacionismo toda acción u omisión, que justifique, niegue o minimice, las atrocidades y el genocidio cultural de las que han sido víctima los pueblos originarios y el pueblo tribal afrodescendiente a través de la historia, durante la colonización europea y a partir de la constitución del Estado de Chile".
El texto también prohíbe "ejercer cualquier acto de discriminación en los términos del reglamento; ejercer cualquier acto de violencia de género, por cualquier medio; someter a las víctimas a actos de revictimización o retraumatización; e incitar a la discriminación a través de discursos de odio en los términos del reglamento".
Mensajes y acoso
Asimismo, será motivo de infracción "acosar a una persona por su orientación sexual o por razones de expresión o identidad de género; enviar mensajes intimidatorios o amenazantes por cualquier medio; y estar ausente de forma prolongada de una sesión del pleno o comisiones por estar presente en algún programa de TV, radio u otro medio de comunicación".
Además, serán sancionadas las vulneraciones a los protocolos sanitarios por el covid-19 y la difusión de datos personales o sensibles que se hayan conocido en función del cargo.
Respecto al análisis de los casos se aprobó crear un comité externo de cinco miembros, quienes serán propuestos por la Comisión de Ética y deberán ser ratificados por la mayoría absoluta de los convencionales. Sus integrantes serán "profesionales de comprobada idoneidad personal y profesional que sirvan en Instituciones del Estado, Universidades o Corporaciones sin fines de lucro".
Reacciones
La aprobación de la norma sobre negacionismo fue ampliamente criticada por los constituyentes del colectivo Vamos por Chile (Chile Vamos).
"Insistir con censura del que piensa distinto es revelar que no tienen argumentos para defender sus posiciones. No nos van a callar a los que pensamos distinto y vamos a expresar todas nuestras ideas por las cuales miles nos eligieron", dijo Arturo Zúñiga (UDI). "Ni en una dictadura se ha visto un reglamento como este", agregó Constanza Hube (UDI).
Algunos manifestaron su pesar por la inclusión de los hechos ocurridos durante el estallido social, dado que algunos de esos casos aún están siendo investigados. "Decir que en Chile no hay presos políticos me transforma en negacionista", advirtió Ruggero Cozzi (RN), para quien el texto quedó como una "ley penal en blanco".
Atria y politzer
La redacción final del reglamento tampoco dejó satisfechos a algunos convencionales de oposición, como Fernando Atria (Frente Amplio): "Una definición de negacionismo demasiado amplia, como la contenida en el texto original, por lo menos a mí me parece que afectaba a la libertad de expresión".
Patricia Politzer (Independientes no neutrales) dijo que no comparte la sanción: "Prohibir el negacionismo no evita dichos discursos. Como judía -cuya familia sufrió el Holocausto- conozco el dolor frente a la negación de violaciones a los DD.HH. La solución es más debate".