Compatriotas y vergüenza nacional
La crisis migratoria que se ve vive en el norte del país, el actuar de algunos chilenas y chilenos, y que desde otros puntos observamos con estupor, no puede ser si no una vergüenza nacional.
Si bien el manejo de la misma por parte de las autoridades chilenas y los orígenes de los migrantes y sus razones para hacerlo, están fuera de nuestro control, lo que sí es de exclusiva responsabilidad es el actuar como ciudadanos pertenecientes a un país libre y democrático.
La frase tan utilizada estos días que rememora la tradicional tonada de un Chile Lindo, que enfatiza el "verás como quieren en Chile al amigo cuando es forastero", está a años luz de ser una realidad. En estos momentos suena abyecto, indigno e inmoral.
Es impactante el nivel de furia y sesgos ideológicos que acompañan las acciones que los compatriotas del norte. Desconozco las causas que los llevaron a quemar, insultar, denostar y agredir a cientos de personas que buscan nuevas posibilidades de vida.
Emigrar no es algo que alguien haga por gusto, porque quiso o porque se le ocurrió. Está documentado que las grandes crisis migratorias por las que atraviesa el mundo están relacionadas con la guerra, la precariedad, pobreza e inseguridad. Y ser extranjero en tierras lejanas nunca ha sido fácil: supone prácticamente nacer de nuevo, adaptarse a un idioma, costumbres, cultura y sin fin de detalles que quienes han tenido la experiencia de vivir en tierras extranjeras, saben de qué se trata.
Entonces, me pregunto ¿que nos ha pasado como sociedad para reaccionar así? ¿Es falta de conocimiento? ¿Es intolerancia? ¿Es poca empatía? ¿Es incomprensión? ¿Egoísmo? ¿Dónde esta el rol del Estado en este tipo de crisis?
Creo que ha llegado el momento de tomar acciones y decisiones, además de ser conscientes, empáticos y solidarios con los otros, todas virtudes que claramente no se compran en la esquina, si no que se cultivan en el seno familiar, se refuerzan con la enseñanza que brindan los establecimientos educacionales y universidades, y se aplican a lo largo de la vida.
Y en este caso particular, como rector de la Universidad de La Frontera, casa de estudios enclavada en un territorio complejo y con un sin fin de diferencias -la cual ahora forma parte de las instituciones nacionales con más credibilidad- siempre insistiré y apostaré por la comprensión y el diálogo, y diré no a la violencia en cualquiera de sus formas.
Llamo a mis compatriotas y autoridades de Chile a perseverar y no permitir que se sigan cometiendo atropellos y vulneración a vidas de hombres, mujeres y niños que buscan nuevos horizontes para vivir en paz.
Eduardo Hebel Weiss, rector Universidad de La Frontera
Solidaridad
Concienticemos la misión migrante. ¿Quiénes somos nosotros para evitar el sueño de reconstruir múltiples proyectos de vida? No es fácil encallar en nuevas tierras. Mares de incertidumbre y terror invaden a quien lo haga, sacrificarse a sí mismo con la meta de buscar una mejor esperanza de vida.
Es una tarea difícil sin lugar a dudas; seamos solidarios y entregados a esto, no abandonemos a aquellos que se han sumado no únicamente para reconstruirse, sino también para formar parte de la construcción de un alba nuevo.
Matías González
Convención y su finalidad
"La Nueva Constitución debe resultar lo más alejada posible de la Constitución del 80", manifestó resueltamente el abogado constituyente Fernando Atria. Esto, en una reciente entrevista televisiva del programa "Última Mirada", conducido por el periodista Fernando Paulsen. ¿Qué puede decir un ciudadano común y corriente ante un "experto" sobre materias jurídicas de alta complejidad?
Pero modesta y respetuosamente, lo siguiente: Si la Constitución del 80, en lo fundamental, pertenece a la civilización occidental y, si la Nueva Constitución debe alejarse al máximo de aquella, en tal caso ¿no se la estaría alejando, al mismo tiempo, de la civilización de la cual procede? Además, por acá esta civilización se define a sí misma como: "Proceso de racionalidad ética de la sociedad". Luego, ¿qué otra civilización podría contener principios jurídicos, éticos, libertarios, de bien común y orden público, como procesos humanístico-sociológicos exigibles, mejores y superiores a ésta?
¿Cuestión de relativizar realidades absolutas? ¿Por qué no recurrir a lo de fácil comprensión? "El hombre vano se hará entendido, cuando un pollino de asno montés nazca hombre" (Job 11:12). Significa, primero: El hombre vano seguirá siendo vano hasta la muerte, porque jamás "un pollino de asno nacerá hombre".
Segundo, el hombre vano llegaría a ser entendido solo si viera espantado lo absurdo de la naturaleza en que "de un burro nazca un hombre".
Pues, la naturaleza funciona sujeta a un marco de regularidad invariable, conforme a lo que está ontológica y axiológicamente establecido para siempre por el creador revelado en Cristo.
Sergio Liempi Marín