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¿Quiere flores, señorita?

Extracto de Teatro Completo Por Isidora Aguirre
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CORO: ¿Quiere flores, señorita

quiere flores el señor?

LUSTRABOTAS: Lustriamos, lustriamos, señor, le lustriamos. (Bis)

SUPLEMENTERO: ¡Mercurio y diario!

LUSTRABOTAS: ¡Lustriamos, lustriamos! ¡Sácale brillo, sácale brillo,

sácale brillo, con el cepillo!

CORO: (Repite la primera estrofa) "Quiere flores, señorita..." etc.

Al terminar la canción se oye el cañonazo del cerro Santa Lucía.

ROSAURA: ¡Las doce!

RAMONA: (Se persigna) ¡Ave María Purísima, sin pecado concebida!

UN PILILO: (Mira un imaginario reloj en su muñeca con humor, exclama) ¡Justito!

Entran cargadas de paquetes Cora y Luchi, dos jovencitas sofisticadas y coquetas.

LUCHI: ¡El carro Providencia! ¡Pare! ¡Apúrate, Cora!... ¡Pare!

CORA: Luchi, espérame, no seas plomo. (Se oye pasar un tranvía)

Tropiezan con el Regidor Gutiérrez, un caballero que hace subir y bajar en un tic sus espesas cejas. Se les caen paquetes, él ayuda a recogerlos.

LUCHI: ¡Qué atroz!

CORA: ¡No te puedo creer!

LUCHI: (Agradeciendo su gesto) ¡Un millón...!

CORA: Perdone.

LUCHI: Apúrate que se nos va el carro. ¡Maquinista, no se vaya! (Sonido del tranvía alejándose) ¡Qué plomo, se fue!

CHARO: ¡Qué van a querer las señoritas? Las clavelinas llegan a estar repugnantes de olorosas.

CORA: ¿Llevamos, linda?

LUCHI: No seas exótica. ¿Dónde meter más paquetes?

CORA: (Codazo a Luchi, por el Regidor) ¡Qué fresco! ¡Se nos pegó!

LUCHI: Es el Regidor Gutiérrez. Hazte la lesa, que no se nos junte. (Salen, seguidas por Regidor)

Entra el alcalde, Alcibíades, caballero fino, elegante, vividor, sonríe y saluda.

RAMONA: (A Rosaura) Háblele de las patentes.

ROSAURA: Buenos días, señor alcalde.

ALCALDE: Buenos días, buenos días. (Saluda sonriente a todos)

ROSAURA: ¿Qué se le va a ofrecer? Mire qué preciosuras de rosas le tengo.

ALCALDE: Póngame una docena de esas rojas, no, dos docenas. Bonitas, ¿ah?

ROSAURA: Como para quién las pide, pues. Oiga, señor alcalde, recién nos estábamos acordando

de la deuda de las patentes.

CHARO: Dijo el inspector que éramos deudoras "amorosas"...

RAMONA: "Morosas" será, ignorante.

ROSAURA: ¿No podía hacerle un empeñito para que nos den otra prórroga en la Municipalidad,

señor alcalde?

ALCALDE: (Distraído mirando una jovencita) Sí, sí, como no.

CHARO: ¡Ay que se lo vamos a agradecérselo, señor alcalde!

ROSAURA: ¿Se las va a llevar, señor alcalde? (Él la mira distraído) ¡Las rosas!

ALCALDE: Sí... No. Mándelas a Mosqueto 333, señora Laura Larraín viuda de Valenzuela... Hasta

mañana.

(Sale tras la bella que le coqueteaba)

ROSAURA: Hasta mañana. "Larraín, viuda de Valenzuela". Esta es nueva.

RAMONA: Se fregó el alcalde. Las viudas cuando agarran no sueltan.

CHARO: Bah, como ha de ser, no más. Una viuda para un viudo.

ROSAURA: El alcalde es buen partido... Dicen que "tiene". (Gesto de dinero)

RUFINO: ¡Y no va a tener! Así son los políticos: "maman" mientras están arriba! ¡Y uno que se

pudra trabajando!

ROSAURA: (Mira el reloj de la torre) Tan tarde y la Carmelita sin llegar. El tren estaba anunciado para las once.

CHARO: ¿Así es que hoy día llega su ahijadita de San Rosendo? ¡Buena cosa!

Francisco Saavedra