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El eterno retorno al Cipango de los 80

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1- ¿Existe el Concepción de "Cipango"?

- Creo que nunca existió. El Concepción de "Cipango" fue una suerte de palimpsesto: una superposición textual e imaginaria de una ciudad "real", la que viví durante los años 80 con otra que concebí como una ciudad literaria, inventada desde lo que había. Hay unos intertextos específicos -Colón, Genet, Sade, Neruda, Gonzalo Rojas, etcétera- y aquellos de la marginalidad que todos sufrimos por esos años, y que yo situé en "La Zonas de Peligro". Éramos marginales entre los marginales y sólo el discurso podía dar cuenta de ello.

2- ¿Hay referencias al cine en "Cipango"? - En "Cipango" hay una relación con el cine y la hallamos en la disposición fragmentaria y visual del poemario, como el procedimiento de la yuxtaposición y la edición. En la tercera parte de "Cipango" hay citas directas a "Drácula" de Bram Stoker, pero no queda claro si es de la novela o las sendas películas que se me grabaron en la mirada, las de Murnau y Herzog. Sobre lo que asemeja un poema a una película, hay un gran abismo: una película es un producto, por más que sea serie B, industrial. Y para escribir un poema, basta un lápiz y una hoja en blanco.

3- "Cipango", ¿es un peso o un beneficio para su próxima escritura?

- Bueno, esta es la cuarta reedición de "Cipango". La primera fue en Cordillera, en una coedición de Ottawa/Canadá y Santiago de Chile; la segunda por el Fondo de Cultura Económica, México y Chile; la tercera una versión bilingüe, para la Bucknell University Press de Estados Unidos; esta, no sé si será la última y definitiva, por la editorial Tres puntos, que también distribuye en España, cuya data es de este año pandémico. No creo que sea un peso un libro como "Cipango", pero sí un amor textual permanente.


En resumen

La editorial Tres Puntos repone un libro fundamental de la poesía chilena reciente: "Cipango" (Premio Municipal de Literatura de Santiago), publicado originalmente en 1992, que sintetizó el delirio penquista de Thomas Harris (1956) en los ochenta, conocido en esos años como el "Malcolm Lowry de Chiguayante".

Harris es también autor de "Los 7 náufragos", "Crónicas maravillosas" y "Dunas del deseo" .

3 preguntas

Tomás Harris, poeta chileno

sergio alfonso lopez/archivo el mercurio

"Distancia de rescate": secretos de una madre

Basada en la novela homónima de la escritora argentina Samanta Schweblin, la película alcanzó el primer lugar de lo más visto en Netflix por la audiencia estadounidense.
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No es fácil llevar a la pantalla "Distancia de rescate", la primera novela de la escritora argentina Samanta Schweblin. La perfecta armonía entre la tensión dramática y el estudio psicológico de la obra literaria presenta desafíos para su trasplantación a ese otro plano de relaciones, equilibrios y atmósferas. Quien asume el desafío es la cineasta peruana Claudia Llosa, con la mismísima Schweblin en el guión. Tomando en cuenta su aclamada película "La teta asustada" -centrada en una extraña enfermedad que se transmite por la leche materna- podemos entender su conexión con la obra de base.

Es que esta es una película sobre miedos y vínculos maternales. Amanda (la española María Valverde) esconde un terror irremediable por la seguridad de su pequeña hija, Nina. Es una inquietud atávica que la mantiene constantemente alerta a los posibles peligros que podrían encontrar, especialmente ahora que ha llegado con la niña a un pueblo rural con el fin de pasar unas vacaciones.

Su conexión con una vecina misteriosa y seductora llamada Carola (Dolores Fonzi) será inmediata. En una escena clave, que tiene a las dos mujeres conversando al interior de un auto, Carola le confesará que su hijo David parece ser otra persona tras experimentar una serie de acontecimientos que narrará mediante flashbacks. Su historia incluye enfermedades raras, caballos muertos y la intervención de una curandera. Lo fantástico estará anclado, sin embargo, a un horror humano, relacionado con la contaminación de los campos.

Llosa y Schweblin respetan las dinámicas del libro y conservan varios diálogos de la obra original. "Distancia de rescate" es un filme hipnótico que se estructura a través de una conversación en off constante -¿inconsciente? ¿real? ¿espiritista?- entre Amanda y David, niño que pareciera encarnar cierta tradición del cine de terror. Los recursos del género en términos de tensión, atmósferas, giros de tuerca y sobresaltos también son fieles a un patrimonio cinematográfico que cobra sentido en el traslado audiovisual.

La complejidad de esta adaptación es que lo que en las páginas funciona en el plano de lo alegórico, en la pantalla requiere de una mayor concreción. Los monstruos de la literatura pueden ser menos precisos que los del cine. No es que "Distancia de rescate" caiga en el simplismo y la exposición; por el contrario, sus sutilezas y abstracciones son formas de trazar puentes entre el género y la experimentación autoral de la novela.

El hecho de que la película esté entre lo más visto de Netflix en Estados Unidos, alcanzando incluso el primer lugar del ranking, prueban además su universalidad, la relevancia de los temas planteados bajo el manto de lo evidente. Un ejercicio de género coproducido por Fábula.

"Distancia de rescate" conserva varios diálogos intactos sacados de la historia original escrita por samanta schweblin.


En resumen

"Distancia de rescate" se basa en la novela homónima de Samanta Schweblin, publicada por Penguin Random House en 2014.

Por Andrés Nazarala R.

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