Personas con déficit auditivo buscan mayor apoyo para su tratamiento
AVANCES. Agrupación se reunió con el candidato a core, Cristián Neira, quien ha realizado diversas gestiones para visibilizar esta enfermedad.
El déficit auditivo o hipoacusia es una enfermedad que hoy, según el Servicio Nacional de la Discapacidad, afecta al 8,2% de la población adulta y al 2,2% de los niños y adolescentes en Chile. Sin embargo, muchos centros de tratamiento para personas con alguna invalidez, no ven esta enfermedad como una discapacidad, pues no se nota a simple vista.
Karla Fuentes, asistente diferencial de la Escuela Metrenco de Padre Las Casas, es una de las impulsoras de la agrupación, cuyo nombre es Amor Hipoacusia Temuco. Ella tuvo una otitis que terminó en una hipoacusia bilateral profunda (ambos oídos) y asegura que "el costo de los tratamientos, los audífonos, su mantención y, más aún, la operación para un implante coclear, son muy caros".
"Gracias a la Ley Ricarte Soto hoy los valores son más bajos y la ley permite operar, pero solo un oído, sin embargo, hay un costo asociado al tratamiento que no está incluido y eso, entre otras cosas, es lo que queremos cambiar en la ley", señaló.
testimonios
La misma necesidad de Karla la tiene Cecilia Guzmán, quien por una meningitis perdió la audición en ambos oídos. Hoy ha podido salir adelante gracias a que se realizó la operación de implante coclear, pero también gracias al buen tratamiento que ha realizado con su hermana Carolina y una amiga, María Victoria Quintana, ambas profesionales especialistas en audición y lenguaje.
Tanto Carolina como María Victoria ponen el acento en el tratamiento, que tiene que ver con la habilitación y rehabilitación, basado en una metodología que les permita a los afectados integrarse al mundo oyente y desempeñarse al igual que el resto de las personas. Por eso, según las especialistas, es tan importante modificar la actual ley, incluir el tratamiento para personas que estén en una etapa de actividad laboral en sus vidas, pero también modificar el actual tratamiento, que hoy solo se basa en la enseñanza del lenguaje de señas.
"Nuestro mayor sueño es contar con un centro de apoyo y tratamiento con personal capacitado para implementar la metodología auditivo-verbal que permita a los jóvenes acceder a los niveles educacionales y profesionales que deseen alcanzar; la inclusión de los niños y adolescentes a la educación regular es la meta fundamental de la educación diferencial y debe realizarse en el momento oportuno", manifestaron.
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"Gracias a la Ley Ricarte Soto hoy los valores son más bajos y la ley permite operar, pero solo un oído, sin embargo, hay un costo asociado al tratamiento que no está incluido y eso, entre otras cosas, es lo que queremos cambiar en la ley".
Karla Fuentes,, impulsora de, Amor Hipoacusia temuco