Transcurridos exactos 20 meses desde la llegada del covid-19 a La Araucanía, la Región sobrepasó este domingo los cien mil contagios de la infección, según dio cuenta ayer el informe emitido por la Seremi de Salud.

Fue el 15 de marzo de 2020 cuando se informó el arribo de un pasajero proveniente desde Santiago, que tras realizarse el PCR en la capital, fue notificado en el aeropuerto de la Región que era positivo a covid-19, una enfermedad entonces desconocida y lejana que ahora estaba en suelos regionales. Con el paso de los días aparecían más contagios y se decretaban las primeras cuarentenas, con lo que la vida, hasta como la conocíamos hasta antes de esa fecha, sufría bruscos cambios que obligaban a la ciudadanía a tomar resguardos para evitar los contagios.

Transcurridos esos 20 meses el balance es complejo, ya que el virus Sars CoV-2 ha dejado en la Región de La Araucanía 100.068 personas contagiadas y ha provocado la muerte de 1.518 de ellas. Ello en el plano sanitario, ya que a nivel económico la llegada de la pandemia generó el quiebre de empresas, pérdida de puestos laborales y un grave perjuicio de la actividad regional.

Sin embargo, el panorama actual es distinto. Si bien los casos de la enfermedad se encuentran nuevamente al alza, luego de semanas en los que parecía que la pandemia estaba controlada, lo cierto es que hoy estamos mejor preparados para hacer frente a la enfermedad, no solo porque hay mayor conocimiento de un virus que en marzo del año pasado era prácticamente desconocido, sino porque más de un 90 por ciento de la población objetivo en la Región se encuentra inmunizada contra el patógeno.

Ello, no obstante, no permite bajar la guardia, ya que nuevas mutaciones del virus llaman a intensificar las medidas preventivas que son las que, en definitiva, han ayudado a contener el avance de la infección, las que sumadas a la inmunización, permiten que hoy nuevamente se estén retomando las actividades productivas y de enseñanza de manera presencial.

De ahí que sea de vital importancia que la población regional se siga protegiendo del virus Sars CoV-2, ya que la pandemia no ha terminado y evitar más contagios es una tarea que debe asumirse con responsabilidad individual y colectiva, más en el actual escenario, donde en las últimas semanas el número de nuevos contagios ha aumentado en un 136%.

En pocos días nuestro país enfrentará un compromiso cívico de enorme importancia política, ya que deberá elegir Presidente de la República, senadores, diputados e integrantes del Consejo Regional.

En el día a día de estas semanas me he enfrentado con una curiosa realidad que no la había visto en tanta extensión en mi larga vida pública: personas que se preguntan y preguntan a otros ¿por quién hay que votar? y eso que hay siete candidatos. Reina la vacilación no exenta de preocupación y temores hacia el próximo futuro como país.

Lo que nos ocurre en estos tiempos es que la política doctrinaria ha casi desaparecido y los partidos recargados de ideologías. Tanto así que no hace pocos días autoridades de una de las colectividades más grandes anunciaban que después de estas elecciones fundarán otra colectividad o como mínimo sostienen que deberán cambiar su nombre a la falange porque esta ya habría cumplido su etapa (eso mismo me dijo siendo embajador en Italia ese gran político que fue don Gabriel Valdés hace mas de diez años).

Como increíble solo uno de los siete candidatos a la Presidencia, una dama, pertenece a un partido tradicional pero pareciera incómoda. Los otros a movimientos nuevos, un tanto raros como el caso de Parisi que sostiene que es dueño de un partido chileno que se asemeja más a una secta ya que la mantiene por vía de correos electrónicos, Twitter, Instagram y otros medios de la modernidad a distancia.

Sobre este récord de Guinness, los constituyentes más que el Parlamento deberán clarificar en la nueva Carta Magna que ello no se vuelva a repetir. Parisi ha puesto en ridículo nuestra historia cívica que pese a algunos nubarrones en su historia ha sido ejemplar en la mayoría de sus páginas.

La pérdida de la fe en las representaciones públicas es muy grave, algunos políticos dirán que el juicio es injusto y que no corresponde a una realidad, pero los hechos están ahí, indicando que el fenómeno existe.

La dura realidad es que estas instituciones se han anquilosado, carecen de vida y solo en época electoral se expresan. Todo esto puede tener consecuencias graves, cuando falta la fe en los partidos, la gente buena que hay en ellos es colocada en el mismo nivel y saco de los políticos responsables de esta gris realidad.

Me preocupa qué vendrá, porque los nuevos movimientos incluso con mayoría de juventud están cometiendo errores muy similares a los acontecidos en las últimas décadas. Si analizamos la elección de la CC veremos que el Partido más grande de la Oposición eligió solo a uno y toda la derecha unida treinta de un total de 155, el resto independientes o de movimientos extraños que nadie sabe cuáles son sus bases de ideas para crear un nuevo Chile.

Roberto Muñoz Barra,

exsenador, presidente Instituto

Estudios Públicos Social Demócrata

El año pasado el Ministerio de Obras Públicas aprobó un plan tentativo para este año y que implica la habilitación de sello asfáltico para los caminos de Traiguén, Los Sauces, Contulmo y Angol.

La comunidad y las autoridades señalaron su satisfacción por la medida, que mejora ciento por ciento las rutas.

Crece crisis pesquera en

caleta toltenina de Queule

Entre noviembre del año pasado y febrero de este año se recolectó apenas el 30% de la pesca normal en la caleta de Queule, en Toltén. Lo que en un principio fue atribuido al maremoto del año pasado, pronto redundó en una importante baja del recurso pesquero, que mantiene en crisis a los trabajadores del mar de esta zona.

Queman camiones, iglesia, maquinaria y un automóvil

Una ola de atentados incendiarios se concentró en horas de la noche y madrugada en las comunas de Victoria, Ercilla y Collipulli, dejando millonarias pérdidas.

La seguidilla de acciones perpetradas por grupos de desconocidos terminó con la destrucción de cuatro camiones, un automóvil, una iglesia y maquinaria.