Abogado de rondín absuelto por el Caso Hagan demanda por cobro de honorarios
RECURSO. Se trata del apoderado "colaborador" de la defensa, Carlos Aravena, cuyo contrato fue revocado tras 2 años y medio de trabajo.
andrea.arias@australtemuco.cl
Un nuevo juicio civil se abrió en la demanda de indemnización de perjuicios que condenó al Fisco a pagar 100 millones de pesos a Domingo Cofré y a su cónyuge, el exrondín del Colegio Bautista de Temuco, quien en 2015 en una instancia penal previa fue absuelto de las imputaciones de incendio frustrado y homicidio calificado de la joven estadounidense, Erica Hagan.
Cuando todavía dicho pago está en etapa de cobranza, tras la sentencia que dictó la Corte de Apelaciones de Temuco hace dos meses, los demandantes (Domingo Cofré y su señora, Graciela Alvarado), a través de su nuevo abogado patrocinador, Luis Candia Becerra, revocaron los contratos de los profesionales que figuraban en la causa civil.
Ellos son los patrocinantes John Camus Salazar y José Alvarado Alvial (cuñado de Domingo Cofré), más un abogado apoderado o "colaborador", quien fue contratado para asesorar y dar defensa jurídica "complementaria" a los servicios jurídicos de los patrocinantes.
Dicho abogado es Carlos Aravena Riffo, quien hoy protagoniza este nuevo capítulo judicial, ya que la semana pasada al no existir un acuerdo entre la defensa revocada y el nuevo patrocinador de los demandantes, decidió interponer una demanda por cobro incidental de honorarios en el tercer Juzgado Civil de Temuco.
CONTRATO Y Demanda
Según relata el abogado Carlos Aravena, en la demanda existió un primer acuerdo verbal de contratación para complementar la labor que desempeñaba el patrocinante John Camus Salazar, "labor que se acrecentó durante la secuela del proceso y que devino en la suscripción de un contrato de honorarios" con los demandantes con fecha 20 de julio de 2019.
En dicho contrato, advierte el abogado Aravena, se pactó el pago contra resultados del 10% de todo lo que se obtenga en la sentencia por pago indemnizatorio, monto que en el proceso previo de discusión para determinar los pagos, incluso, estuvo dispuesto a conversar, sin que se lograra el cometido.
Fue esta situación lo que provocó la demanda incidental por honorarios de Aravena, la cual fue derivada de la revocación de su contrato anexado a la causa, situación que lamentó y calificó de "inédita" en su trayectoria laboral.
"En 15 años de trabajo no me había tocado nunca pasar por un trago tan amargo. Hubo conversaciones con el abogado Candia tratando de negociar y zanjar la situación para no tener que llegar a una demanda, pero no hubo acuerdo", comenta Aravena.
Asimismo, constata que "hubo diversas reuniones donde tuvimos diferencias en los montos, pese a que yo estaba de acuerdo en negociar el porcentaje y la forma de pago, sin embargo, en la revocación se observa que la respuesta de don Domingo y la señora Graciela fue que no se me pague nada".
Esta situación es catalogada como injusta por el abogado Aravena, quien señala que posee las pruebas del trabajo realizado. "Yo aquí no desconozco la pega de ninguno de mis colegas, todos tienen su mérito porque todos participaron. Lo que quiero es que reconozcan mi trabajo porque la Corte de Apelaciones no pudo haberles dado a ellos los 100 millones de pesos, sin haber valorado la prueba que se rindió en primera instancia".