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Estrés y ansiedad, males del hombre moderno
De acuerdo al estudio "Termómetro de la Salud Mental en Chile" realizado por la ACHS y la UC, durante 2021 un 45,9% de los chilenos presentó cambios en su estado de ánimo, asociados con el estrés. Mayo Clinic explica que existen diversos factores que pueden desencadenar estrés, tales como presión laboral, problemas de pareja, preocupaciones económicas, casarse, cambiar de casa, entre otras.
Cualquier cambio en la vida puede ser un desencadenante de estrés y los efectos del mismo pueden presentarse de diversas maneras: físicos (tales como dolor de cabeza, tensión muscular, fatiga, problemas de sueño), emocionales (como la ansiedad, inquietud, irritabilidad, depresión y falta de motivación) y de comportamiento (consumo excesivo de comida, aislamiento social, sedentarismo, arrebatos de ira).
Existen muchas maneras de manejar el estrés, algunas de ellas son: Practicar ejercicios de relajación; realizar actividad física al menos 30 minutos al día; mantener contacto con familiares y amigos; escuchar música o tocar instrumentos; evitar el exceso de café.
Si a pesar de incorporar estas prácticas y hábitos saludables en el día a día para combatir el estrés, nota que el mismo no disminuye, es importante consultar con un especialista médico, consejero o terapeuta profesional, el cual podrá ayudarlo a identificar sus fuentes de estrés y aprender nuevas herramientas para enfrentarlo y mejorar su calidad de vida.
Lorena Galeotti especialista médica
Inclusión familiar durante la pandemia
Esta crisis sanitaria ha dejado de manifiesto una situación muy asfixiante para los enfermos de Covid-19 y sus familias, se trata de la soledad de la persona hospitalizada y la incertidumbre en que queda toda su familia.
La pandemia evidenció con mayor fuerza el carácter restrictivo predominante que clínicas y hospitales en Chile tienen sobre la inclusión familiar y la flexibilidad de los horarios de visitas, lo que está totalmente justificado para una pandemia mundial, dado el alto nivel de contagio del virus y las medidas sanitarias que se decretan para evitar la propagación de la enfermedad.
Sin embargo, la invitación ahora es a analizar cuál es la mejor forma en que podemos superar esta arraigada práctica que en nuestro país se promueve desde hace muchas décadas, y que en países desarrollados, ya antes de la pandemia, ha migrado hacia a inclusión familiar y la flexibilidad de los horarios de visitas como una fortaleza, que ha demostrado científicamente que no aumenta las infecciones siempre que se cumplan las medidas de protección adecuadas, y que por el contrario, disminuye los días de estadía en UCI, las complicaciones cardiovasculares, la agitación y confusión del paciente, y además, está descrita como una de las intervenciones no farmacológicas más efectivas para prevenir el delirium.
Incluso la Joint Comission, entidad internacional acreditadora en el campo de la seguridad del paciente, recomienda la presencia de la familia en los cuidados como una medida que evita los errores de la práctica clínica. La familia en sus distintas formas, es un eslabón indispensable en la vida de un ser humano, brinda soporte emocional y sensación de seguridad irremplazable. Entonces, el desafío ahora debería ser una progresiva tendencia a la liberalización de las políticas restrictivas en la recuperación de los enfermos. Este cambio es un proceso que requiere tiempo, asesoría y apoyo, tanto por la propia pandemia del Covid-19 que aún vivimos, como también para la reflexión, el consenso y la adopción de acuerdos de colaboración en las instituciones de salud.
Beatriz Arteaga directora Escuela Técnico de Nivel Superior en Enfermería Universidad de Las Américas
A disfrutar de las playas
El llamado del ministro Paris a disfrutar de las vacaciones dentro de las fronteras chilenas, para evitar contagios en alguna salida fuera del país, creo que tiene mucho sentido, especialmente si vemos que los costos no se dispararán y que en realidad hay playas chilenas de primer nivel.
Acá en nuestra región son pocas las playas, pero gozan de la preferencia de la gente de La Araucanía. La playa Pucara, en pleno centro de Villarrica, la Playa Grande, en pleno centro de Pucón, las playas de Licán Ray y las de Caburgua, son parte de una batería a tener en cuenta. Y qué decir de las playas marinas, en Saavedra y en Carahue, en esta última comuna destaca la Ruta Lafkenche, con playas tan lindas como Los Obispos o Lobería.
No es necesario mirar tan lejos para pasarla bien. Dentro de nuestras fronteras tenemos verdaderos paraísos, y a mitad de precio.
Carolina Sepúlveda