La llegada de la pandemia de covid-19 a La Araucanía generó una serie de transformaciones en los hábitos de los ciudadanos, toda vez que el temor a la entonces desconocida enfermedad, provocó que muchas prácticas habituales comenzaran a modificarse, de manera de evitar los contagios.

Uno de ellos, muy positivo, por cierto, fue el incremento que experimentó el uso de la bicicleta como medio de transporte, ya que al ser un instrumento de desplazamiento al aire libre e individual, otorga la seguridad sanitaria necesaria para movilizarse de forma segura.

Ayudó al impulso de esta práctica el que la capital regional cuente con una intrincada red de ciclovías y ciclobandas que permite desplazamientos seguros de quienes usan este vehículo, y posibilita acceder al centro de la ciudad o bien entre los diversos sectores de Temuco y Padre Las Casas.

Sin embargo, para lograr una equilibrada convivencia entre peatones, ciclistas y automovilistas, aún falta mucho por avanzar ya que se registran algunos nudos que dan cuenta de problemas que le restan seguridad a estos trazados especiales implementados para los ciclos.

Problemas de este tipo han sido denunciados por los mismos ciclistas a través de redes sociales, quienes acusan poco respeto por parte de los automovilistas en tramos de calle San Martín o Inés de Suárez, donde es habitual ver vehículos estacionados sobre la ciclovía. A ello se agregan los cruces viales en Pablo Neruda, donde los vehículos no respetan el derecho preferente de paso de los ciclistas, o bien la falta de iluminación, mantención y seguridad en el tramo que conecta con Labranza, entre muchos otros comentarios realizados por los propios usuarios de estos espacios.

Se debe fomentar el uso de la bicicleta, un vehículo que además de otorgar salud a sus usuarios, no contamina. Sin embargo, para ello deben corregirse también los nudos críticos que surgen en la interacción entre los distintos medios de transporte en la ciudad.

¿Cómo nos hacemos cargo de dar respuesta al legítimo deseo de mejorar y asegurar las actuales y futuras pensiones sin afectar en otros planos a las familias vulnerables de nuestro país?

Hoy está instalada en nuestro país la legítima y trascendente discusión sobre el financiamiento de la Pensión Universal Garantizada (PGU), iniciativa que pretende entregar un aporte máximo de $185.000 a todos los adultos mayores de 65 años que no se encuentren en el 10% más rico de la población.

¿Cómo se ha propuesto financiar una medida cuyo costo fiscal asciende a 3 mil millones de dólares hacia el año 2034, que equivale, por ejemplo, a la construcción de 50 hospitales como el de Padre Las Casas?

El proyecto del Ejecutivo propone, entre otras medidas, la eliminación del Crédito Especial a las Empresas Constructoras (CEEC) en las ventas exentas de IVA de los inmuebles adquiridos por beneficiarios de subsidios habitacionales, lo que, según estimaciones de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), aumentará el valor de las viviendas en un 12%. Es decir, una propiedad cuyo valor actual es de 2 mil UF sufrirá un alza en su valor quedando en 2.240 UF aproximadamente, afectando a cerca de 50 mil hogares anualmente.

La eliminación del CEEC impactará directamente en las viviendas con subsidio que, al tener precios de venta máximos limitados por los decretos de la política habitacional, no tienen forma de compensar este mayor costo a través del precio de venta, y así también a los subsidios para proyectos de fondo solidario fijos. Según la CChC, ello reducirá preocupantemente la oferta de viviendas, en especial las dirigidas a las familias más vulnerables, que es donde se concentra actualmente el déficit habitacional.

Por otra parte, en el caso de las viviendas sin subsidio, impulsará el aumento de precios, concentrando la oferta en viviendas de mayores valores, afectando la demanda. Un aumento de 225 UF del monto del crédito hipotecario hace que el dividendo mensual aumente $30.000, aproximadamente, lo que implica cerca de $120.000 más de ingresos del solicitante.

Esta situación se sumará, además, a la crisis en el alza de precios generada por el aumento en el costo de los materiales y la falta de mano de obra provocado por la pandemia durante los últimos dos años.

Debemos contemplar que en marzo comienza la instalación del nuevo gobierno del presidente electo, Gabriel Boric, una de sus principales propuestas para hacer frente al déficit habitacional -que propone la construcción de 65 mil viviendas por año- podría verse afectada.

En vista de este preocupante escenario, desde la CChC proponemos, en el caso de viviendas con subsidio (DS49, 19 y 01) reconocer el mayor costo de construcción en el precio del inmueble y compensar a los compradores con un mayor subsidio.

En el caso de las viviendas sin subsidio implementar una garantía estatal al pie de la primera vivienda, permitiendo así la entrega de un crédito adicional, por parte de las instituciones financieras, con el respaldo de este "pie garantizado" hasta totalizar el 95% del valor de la vivienda.

Consideramos que estas medidas permitirían apoyar a miles de familias anualmente, especialmente emergentes y de clase media.

Lorenzo Dubois,

presidente del Comité de Vivienda de la

Cámara Chilena de la Construcción Temuco

En la zona costera de la IX Región fueron detectadas carnicerías donde sus dueños no concurren al matadero a beneficiar a sus animales, pero que de todas formas venden carne, en una acción que va incluso contra la salud. También hay restaurantes que venden vino sin la patente de alcoholes.

El verano sigue presente

en la zona lacustre

Tras el recambio de turistas y veraneantes el pasado 15 de enero, el balance del comercio, hotelería y agencias de turismo de Pucón y Villarrica son positivos. El buen tiempo ha sido clave en esta primera parte de enero, y los visitantes han sabido responder llenando las playas.

Más de la mitad de adultos mayores ha sido vacunado

A tres semanas de iniciado el proceso de vacunación masiva contra el coronavirus en Chile, Padre Las Casas realiza un positivo balance del proceso. Esto porque tiene 8 mil ususarios inscritos por sobre los 65 años, de los cuales el 54,3% ya fue inoculado con la primera dosis de la vacuna contra el covid-19.