"Inteligencia identificó a 416 personas que forman parte de orgánicas radicalizadas"
Corría el 15 de marzo de 2021 y el Gobierno vivía una "tormenta" en lo relativo a la Macrozona Sur: una seguidilla de atentados incendiarios y un alza súbita en la cantidad de predios tomados aumentaban la tensión en las regiones de La Araucanía y el Biobío.
En medio de esa escena, Pablo Urquízar Muñoz, de 38 años de edad, fue nombrado como coordinador jefe de la Unidad de Coordinación de Seguridad para la Macrozona Sur.
Al abogado Urquízar, con experiencia como asesor presidencial y jefe de gabinete parlamentario, le correspondió tomar un fierro caliente. Hoy, en su último día como funcionario de Gobierno y jefe de la Macrozona Sur, reflexiona sobre sus funciones realizadas y revela un dato clave en el contexto de la violencia que ocurre entre Biobío y Los Lagos.
-¿Cómo deja la Macrozona Sur, en el término de su gestión?
-Dejamos la Macrozona Sur con un Estado de Emergencia prorrogado por un Congreso elegido democráticamente y con cifras positivas que respaldan que fue una buena decisión para enfrentar el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado: los hechos de violencia disminuyeron un 45%, las usurpaciones bajaron en un 73%, se lograron 185 detenciones por delitos asociados a violencia rural y se realizaron 69 mil controles mixtos entre las Fuerzas Armadas, la PDI y Carabineros. Entregamos la Macrozona Sur con un 35% menos de hechos de violencia que en 2021 y con un 89% más de detenidos, con alta incautación de droga, más de mil 500 kilos y 12 mil plantas de marihuana. En suma, dejamos un trabajo estratégico focalizado en la prevención de hechos violentos, una estrategia orientada a disuadir y una actividad persecutora penal dedicada a que cada persona involucrada en hechos de violencia sea condenada como en derecho corresponda.
-En cuanto a las organizaciones que cometen atentados y hechos de violencia. ¿Qué se pudo hacer?
-La línea estratégica de esta Unidad de Coordinación es un trabajo con una perspectiva preventiva, persecutora, orientada a perseguir penalmente a quienes ejercen la violencia, el terrorismo y el narcotráfico, el crimen organizado, en estas regiones. En base a diligencias del Sistema de Inteligencia del Estado se pudo identificar que en estas regiones operan siete orgánicas, integradas y compuestas por 416 personas. Estas 416 personas, que forman parte de estos grupos están plenamente identificados y ellas son las responsables de estos hechos de violencia en la Macrozona Sur. Nuestro trabajo siempre estuvo orientado a avanzar, decididamente, en la detención de cada una de estas personas, realizando también las acciones jurídicas correspondientes para que sean condenados como en derecho corresponde. De estas 416 personas, 84 registran detenciones, están detenidas, en prisión preventiva o condenadas. Por lo tanto, el desafío es seguir avanzando para desarticular cada una de estas orgánicas, y mejorar nuestro Sistema de Inteligencia para que podamos continuar deteniendo a estas personas, para que no sigan cometiendo hechos violentos y sean encarceladas.
-¿Con qué sensación se va?
-Con haber logrado coordinar un trabajo colaborativo, mancomunado y colaborativo entre instituciones del Gobierno, las Fuerzas Armadas, Carabineros, la PDI y el Ministerio Público. Logramos poner la diferencia entre delincuentes que cometen actos de terrorismo, narcotráfico y crimen organizado, con el pueblo mapuche. Porque, insisto, nada tiene que ver un pueblo honesto y trabajador con los hechos delictuales que se cometen. Los hechos que se producen en la Macrozona Sur afectan a familias mapuches y no mapuches. Los crímenes no han distinguido origen étnico ni color político.
-¿Qué le diría al gobierno entrante, que no seguirá con la Unidad que usted dirigía?
-El desafío para el gobierno entrante es dejar la ideología de lado y hacer las cosas por lo que pasa en la realidad, en terreno. Yo le pido al Presidente Boric que piense que lo que decidirá pensando en su casa en el Barrio Yungay, o en La Moneda, va a cambiar totalmente la vida cotidiana de miles de familias que quieren trabajar y vivir en paz. La realidad de la violencia en la Macrozona Sur no es bien comprendida y correctamente entendida en Santiago hasta que no se asimila y se vive en terreno.
"El desafío para el gobierno entrante es dejar la ideología de lado y hacer las cosas pensando en lo que pasa en la realidad, no en lo que les gustaría que pasara". "Hay temas pendientes, como la relativización de la violencia y la legitimación de la violencia como método de acción política, amparado por un sector político".
15 de marzo de 2021