Gastos de marzo
Es uno de los meses más desafiantes para la economía familiar, porque hay que enfrentar gastos que se hacen sentir en el presupuesto de los hogares. Según un estudio, los padres de familia buscan no excederse utilizando tarjetas de crédito al realizar varios gastos "pequeños".
Después de dos años en que los estudiantes tuvieron clases en línea, debido a la pandemia de covid 19, y en menor medida en formato híbrido, las actividades escolares se reanudaron en forma presencial. El Ministerio de Salud ha informado que más del 80% de la población entre 3 y 17 años tiene el esquema completo de vacunación, lo que ayudó para comenzar a recuperar la normalidad en las aulas.
Marzo es uno de los meses más desafiantes para la economía familiar, porque hay que enfrentar gastos que se hacen sentir en el presupuesto de los hogares. El pago de los permisos de circulación vehicular, la compra de los útiles escolares, el pago de matrículas, el inicio de los estudios superiores y universitarios, en algunos casos, con traslado de estudiantes a otras ciudades y con el consiguiente pago de pago de pensión o arriendo de departamento, pueden hacer mella en los bolsillos.
Además, están los reajustes en algunos compromisos anuales, y en abril se agregará el pago de la primera cuota de las contribuciones de bienes raíces. Todo esto, sin considerar los pagos que se arrastran desde el año pasado, en el marco de las tradicionales ofertas de "lleve ahora y pague después.
Según un estudio, los padres de familia buscan no excederse utilizando tarjetas de crédito al realizar varios gastos "pequeños". Así, un 49% prefiere realizar las compras con su tarjeta de débito, un 26% hará los pagos con tarjeta de crédito, pero sin cuotas, y un 17% lo hará con su tarjeta de créditos con cuotas. Solo 20% de los encuestados señala que ha sido previsor y realizó las compras durante enero, ya que la mayoría lo hace a última hora.
No obstante, hay que recordar que en Chile la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) ayuda con alimentación a los estudiantes y, además, el Ministerio de Educación aporta con la entrega gratuita de textos escolares a todos los colegios públicos. De acuerdo con los instructivos oficiales, los colegios no pueden exigir marcas de productos, tiendas determinadas o proveedores particulares. Y tampoco se puede excluir a los estudiantes de actividades pedagógicas por no contar con los útiles.