Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv

Cómo soltar las trenzas académicas

E-mail Compartir

1¿Cómo seleccionó estos textos? -Soy profesor de literatura y hace casi medio siglo enseño e investigo desde lo transdiciplinario: historia de las ideas y de la cultura, cultura ilustrada y cultura de masas, o desde figuras en disputa como Simón Bolívar. En alguna medida soy una especie de todólogo. Y aunque quien mucho abarca poco aprieta, quisiera pensar que en cada texto logro apretar. Acá hay un ping-pong, un vaivén entre textos que podrían considerarse políticamente "incorrectos", como el de "Las mujeres también escriben malas novelas", y otros correctos sobre elementos de la cultura de masas.

2¿Padecemos una hiperinflación de cultura de masas?-Es raro porque yo, que me considero un ilustrado casi culto, me entretengo con los devaneos amorosos de la "Fiera". A menudo leo en Internet las copuchas de la farándula. Pero también me gusta el folklore, la Nueva Canción y las rancheras. Tal vez algunas de estas "incorrecciones" tienen que ver con nuestro déficit de espesor cultural. En Paraguay, con una población indígena proporcionalmente menor que la nuestra, el guaraní es idioma oficial, y en el diario ABC de Asunción se insertan palabras y hasta frases completas en guaraní.

3Al final hay un capítulo llamado "Desvaríos", ¿bajo qué condiciones escribe esos textos?-Me solté las trenzas académicas con ellos. En uno de ellos intento imaginar qué pensaría el autor del "Manual de Carreño" si se encontrara con las costumbres actuales, con un mundo de tatuados, con cabellos de distintos colores, con cortes de pelo a lo mohicano, y con piercings en las orejas pero también en la lengua, en el ombligo y aún más abajo. Otro es sobre la profesora Cucú, un momento mágico en que una supuesta retrasada mental se robó la película en una festividad de verano en Coihayque.


En resumen

Bernardo Subercaseaux es Doctor en Lenguas y Literaturas Romances de la U. de Harvard y académico de la U. de Chile. En "Escritos políticamente (in) correctos" (Editorial Universitaria) transita por temas literarios, culturales, históricos y sociopolíticos.

Bernardo Subercaseaux escribe sobre hechos nacionales sin un pelo de corrección política.

3 preguntas

Bernardo Subercaseaux, ensayista:

Archivo Personal

James Bond, el agente más famoso de la cultura pop

Amazon Prime Video estrena 25 películas de la saga. Un cóctel generoso que permite comparar a los seis actores que han interpretado al personaje que creó Ian Fleming: un fumador de 70 cigarrillos al día.
E-mail Compartir

Ian Fleming creció en una familia adinerada en el barrio londinense de Mayfair. Su padre, un parlamentario elogiado por Winston Churchill, murió en el frente de batalla durante la Primera Guerra Mundial. Luego de ser víctima de bullying en el colegio, logró imponerse como un atleta destacado en la universidad. Su actitud desafiante le trajo, sin embargo, algunos problemas en la institución. Eso impulsó a su madre, una famosa socialité, a inscribirlo en una academia militar de la que fue expulsado por contraer gonorrea. La mujer intentó que su hijo se transforme en un importante diplomático. Fleming estudió en Austria y Ginebra sin terminar las carreras. Volvió a Inglaterra para trabajar como periodista en la agencia Reuters. Trató, sin éxito, de entrevistar a Stalin y viajó por el mundo como corresponsal. Ya tenía fama de vividor y mujeriego. En esos años mantuvo un romance con Ann O'Neill, una mujer casada con un barón.

Hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial y Fleming se fue al frente de batalla para encargarse de operaciones de inteligencia. Esa experiencia le sirvió para escribir su primera novela: "Casino Royale", el debut del agente James Bond, cuyo nombre fue curiosamente tomado de un famoso experto en aves caribeñas.

Nadie daba mucho por el libro, pero cuando se publicó, el 13 de abril de 1953, fue un éxito tan grande que se necesitaron tres tiradas para satisfacer la demanda.

Fleming saltaba a la fama mezclando sus grandes pasiones: las aventuras, las operaciones de inteligencia, las mujeres, los lujos, el alcohol y los cigarrillos (fumaba hasta 70 al día). Escribió 14 novelas y relatos protagonizados por el personaje. Murió de un infarto al miocardio en 1961, con 53 años de edad. Sus últimas palabras, mientas era conducido por una ambulancia hacia el hospital, fueron "no sé cómo manejan tan rápido con todo el tráfico que hay".

No es raro que el cine haya decidido trasladar rápidamente el fenómeno a la pantalla. En 1962 se estrenó "Dr. No", la primera película de James Bond -y la mejor de todas- con un Sean Connery que encarnaría al personaje en seis producciones, entre otras, "Goldfinger" y "De Rusia con amor". Pero los actores pasan y los mitos permanecen. Fue así como Connery fue reemplazado por Roger Moore, quien tendría como sucesores a Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig. Mención aparte merece el olvidado George Lazenby, quien hizo del Agente 007 en una sola película: "Al servicio secreto de su majestad", de 1969.

Con sus alto y bajos, la saga sigue funcionando como un divertimento de alta gama que perpetúa el imaginario de Fleming. La adquisición de 25 largometrajes de parte de Amazon Prime Video nos permitirá ahora apreciar el abanico completo. Son títulos fundamentales, disponibles desde el viernes: "Dr. No", "Desde Rusia con amor", "Goldfinger", "Operación trueno", "Sólo se vive dos veces", "Los diamantes son eternos", "Al servicio secreto de su majestad", "Vive y deja morir", "El hombre del revólver de oro", "La espía que me amó", "Misión espacial", "Sólo para tus ojos", "Octopussy", "En la mira de los asesinos", "Su nombre es peligro", "Con licencia para matar", "Goldeneye", "El mañana nunca muere", "El mundo no basta", "Otro día para morir", "Casino Royale", "Quantum of Solace", "Operación Skyfall", "Spectre" y "Sin tiempo para morir". Buen provecho.

Sean Connery y Ursula Andress en una imagen de "Doctor NO".


En resumen

Sólo dos películas estarán ausentes: "Nunca digas nunca jamás" y la parodia "Casino Royale".

Por Andrés Nazarala R.

fotograma