Alto consumo de productos del mar
En Semana Santa aumenta la ingesta de pescados y mariscos, y se deben tomar precauciones a fin de evitar problemas gastrointestinales. Náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, cefalea y fiebre son algunos de los síntomas que presentan los cuadros gastrointestinales.
Una de las tradiciones más arraigadas del sur es consumir pescados y mariscos para los días de Semana Santa. Y si bien se trata de una sana costumbre, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones que entregan los expertos para evitar posibles problemas alimentarios derivados de la ingesta de productos en mal estado.
De ahí que sea importante abastecerse solo en lugares autorizados, que entreguen la seguridad de se trata de un producto inocuo cuya ingesta no generará un cuadro gastrointestinal, ya sea derivado de la mala calidad del producto o bien de errores en su manipulación y preparación.
Sobre este tema, la doctora Eliana Reyes, nutrióloga y directora de la Escuela de Nutrición de la Universidad de los Andes, subraya que en esta fecha es posible observar un aumento en el número de personas intoxicadas por el consumo de estos alimentos. Por ello, una de las principales recomendaciones que hace es evitar el consumo de productos crudos, además de mantener los pescados y mariscos refrigerados.
A esto hay que agregar que es fundamental tomar precauciones a la hora de comprar el producto, y una de las principales recomendaciones es ocupar todos los sentidos a la hora de elegirlo. Por ejemplo, en cuanto a su aspecto, este debe tener una pigmentación bien definida, mucosidad cutánea escasa, transparente y sin signos de descomposición, además de un olor fresco a mar o algas. Así también, los ojos del pescado deben tener el globo ocular convexo, llenando la cavidad orbitaria o bien se presenta ligeramente hundido.
Ahora, sobre la cocción, el proceso más óptimo se logra con temperaturas de seguridad de a lo menos de 60° C, ya que el limón no reemplaza la cocción de los alimentos, solo produce cambios químicos en las proteínas que los componen y no elimina los microorganismos que puedan presentar.
La idea es que estos días sean para vivirlos en tranquilidad, evitando complicaciones, especialmente alimentarias, y ante ello hay que estar al tanto de los síntomas que puede presentar un cuadro gastrointestinal. Estos son: náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, cefalea, fiebre y en casos más graves puede incluir enrojecimiento de la piel y problemas para respirar. Por ello, en caso de presentar alguno de estos indicadores se debe acudir a un centro médico para que se entregue el tratamiento más adecuado al cuadro clínico que se presenta.