"Con los ojos del alma". Así ve hoy el mundo René Sanhueza Cosme, fotógrafo independiente originario de Santiago y habitante de Temuco por cuatro décadas, que hace diez años queda completamente ciego y quien, por estos días, lleva adelante un proyecto artístico, social y emocional, con el cual desea demostrar a las demás personas que no existen barreras para hacer lo que soñamos, lo que en su caso es: consolidarse como en el primer fotógrafo ciego del país.
Adaptarse su nueva realidad no ha sido fácil para este hombre de 70 años, pero tampoco imposible. Ayudado por médicos del Hospital de Temuco ha conseguido llegar a un punto importante de su vida. Reconciliado con su situación y consciente de lo que puede hacer, a pesar de su discapacidad, ha vuelto a tomar fotos. Sí, así, tal cual suena.
Apoyado por un asistente ya ha generado material para exposiciones anteriores, mientras que en la actualidad está empeñado en lograr el que considera el proyecto más importante de su vida: materializar la iniciativa que titula "Con los ojos del alma" y que consiste en dar la vuelta a un año tomando fotos en distintas comunas de la Región, promover los derechos de las personas y llevar charlas motivacionales a donde quiera que lo inviten.
El proyecto es consecuencia de una historia de vida. René Sanhueza entra al ruedo laboral hace 53 años. A los 14 toma una canasta y la llena de sándwiches para ir a venderlos a una polvorienta cancha de fútbol de La Florida, en la Región Metropolitana, hoy convertida en el Estadio Monumental. En eso está cuando se encuentra de sopetón con un nicho inesperado. No hay quien haga fotos al público ni a los jugadores, así que toma nota e invierte en su primera cámara, una Beirette, con la cual da sus primeros pasos en la fotografía, antigua máquina que todavía conserva y que representa el despertar de una pasión que no abandonaría jamás.
Atrás quedan los 14 años y el "pan con chancho". De pronto la vida lo trae hasta Puerto Montt. Y más avezado en el uso de la cámara, se pone a trabajar para turistas. Por las mañanas hace retratos en los curantos en hoyo que ofrece Isla Tenglo y, por la tarde, se dirige a las cocinerías de Angelmó. Es allí donde logra un gran acierto. De repente, se encuentra con el cantante y actor español Manolo Otero, a quien convence de la idea de posar leyendo el diario de casa, El Llanquihue. Esa misma tarde le compran su trabajo y consolida la que sería la primera de muchas publicaciones en la prensa del sur.
Con el paso de los años decide venirse a vivir a La Araucanía. Villarrica es su primer destino y, luego, elige como su nueva casa a Temuco. Aquí consigue hacer una carrera como fotógrafo independiente. Trabaja para municipios, servicios públicos y para intendentes, ámbito en el que logra incluso credenciales para acompañar giras presidenciales. Pero eso no es todo. Sanhueza consigue entrar también en el mundo deportivo, en el de Deportes Temuco, institución a la cual acompaña - como externo - por largos años y con la que regresa emocionado a esa vieja y polvorienta cancha, ahora convertida en el Monumental de Colo Colo, coloso al que entra con un pero del club Albiverde, con el pecho hinchado y la sensación cierta de que en 20 años había avanzado mucho gracias "a las fotos".
Gracias a sus oficio, don René genera numerosos registros de las giras de la Teletón e incluso oficia durante cinco años consecutivos como perito fotográfico autorizado por la Corte de Apelaciones de Temuco. Muchas de esas fotos y negativos, lamenta hoy, las pierde producto del incendio que afecta al local que tuvo en el centro de la ciudad. "Son cosas que pasan. Gracias a Dios puedo decir que pude saborear la satisfacción que da la fotografía. De hecho, hasta el día de hoy mucha gente tiene lindos recuerdos por fotografías que yo tomé", precisa Sanhueza.
Diez años después de quedar ciego, hecho que ocurre arriba de un bus camino a Carahue mientras se dirige a tomar fotos a una escuela, hoy confiesa que alguien como él "pierde la vista, pero no la visión".
Bajo esa premisa ha vuelto a tomar fotografías y está empeñado en concretar un proyecto con el cual ha tocado diversas puertas, entre ellas, de la Delegación Presidencial, de la UDEL y de la alcaldía de Temuco, en las cuales han surgido compromisos e intenciones de apoyarlo en el propósito de difundir los conceptos de la inclusión social y para llegar a buen puerto con un pool de fotografías que espera tomar en el plazo de un año para presentarlas como testimonio de que en la vida podemos lograr lo que nos propongamos.
Compartir su experiencia de vida, explicar cómo toma fotografías de la mano de los restantes sentidos y llegar a las personas que hoy puedan estar atravesando un problema, o como dice él: "que puedan estar en una silla de ruedas de corte mental", son los nuevos propósitos que mueven a este fotógrafo que - asegura - seguirá tocando puertas y que pone su teléfono a disposición de quien desee contactarlo para avanzar en la dirección escogida, que no es otra cosa que trabajar y abogar por "la inclusión sin límites".