Dificultades encontró Green Cross en su partido ante Cobresal. Los obstáculos que se le presentaron en el terreno de juego le impidieron establecer diferencias y le llevaron a obtener un empate 2-2, que le dejó con un sabor ingrato.

El encuentro, válido por el Campeonato de Segunda División de 1982, se disputó el 26 de diciembre de ese año en el Estadio Municipal de Temuco y tuvo un inicio frenético. El duelo se abrió rápido con el tempranero gol de Víctor Coronel. El paraguayo, en su primer contacto con la pelota, hizo gala de su oportunismo, batió la resistencia del arquero Eduardo Medina y puso en ventaja al dueño de casa al minuto de juego.

Los festejos de la parcialidad temuquense se hicieron sentir, pero duraron poco. Las celebraciones quedaron ahí porque un minuto después el cuadro nortino emparejó la cuenta. A través de un tiro libre servido con maestría por Manuel Pedreros igualó el marcador y le puso suspenso al encuentro.

Luego del tanto de Pedreros, el compromiso cayó en un letargo y generó pocas emociones. La monotonía se rompió al final de la primera etapa cuando Hernán Cambria fusiló al portero Luis Durán y puso en ventaja a la visita en medio de la sorpresa de la parcialidad local.

El marcador adverso obligó al Pije a cambiar de estrategia y a asumir más riesgos para revertir su suerte. El técnico Iván Ortiz dispuso un esquema más ofensivo y que descansó en los aportes de Mauricio Guevara y Juan Covarrubias por las bandas y de Víctor Coronel por el centro.

Gol no aparecía

La apuesta llevó al Green a tomar el control del juego y a asediar con frecuencia el arco de Eduardo Medina. Sin embargo, el cronómetro avanzaba y el gol no aparecía por ninguna parte. Cuando todo indicaba que el marcador no se movería, Mauricio Guevara sirvió un lanzamiento de esquina con mucho efecto y en el área apareció Víctor Coronel para anotar la ansiada igualdad.

Tras el tanto de Coronel, Mauricio Guevara recibió tarjeta roja en una confusa jugada. La incidencia fue la última que se registró en el partido, que terminó con un 2-2 que dejó desazón en el dueño de casa.

995 personas presenciaron el duelo entre Green Cross y Cobresal. El encuentro se disputó el 26 de diciembre de 1982 en el Estadio Municipal de Temuco.

Matías Jullian

Con 29 años, Diego Carquín ya puede considerarse un veterano en los deportes acuáticos. En Budapest, el clavadista compite en su quinto Mundial y, en conversación con este medio, repasa el camino que ha recorrido, sus expectativas y el desarrollo de esta rama en nuestro país.

"Espero mejorar mi mejor participación", lanza desde Hungría el también kinesiólogo, que en Kazán 2015 terminó entre los 35 mejores del mundo.

-Este es tu quinto Mundial, ¿qué sentimiento te produce?

-Vestir la camiseta de Chile siempre es un honor, y hacerlo en la instancia más grande de los deportes acuáticos la verdad es que se siente muy especial. El hecho de que sea el quinto Mundial en el que compito también es bonito, porque se ve el recorrido, cómo he desarrollado mi carrera profesional deportiva.

-¿Cuáles son tus mejores resultados y cuáles son tus expectativas?

-Mis mejores resultados se han dado en el circuito local, en Sudamericanos y Panamericanos. Actualmente soy medallista en pruebas individuales en Sudamérica y en sincronizado somos segundos a nivel sudamericano. A nivel mundial he estado dentro de los mejores 35 del mundo, en Rusia 2015, en el Mundial de Kazán. Espero mejorar ese lugar ahora y esa puntuación. Por ahí va la expectativa en cuanto a resultados.

-¿Han crecido los deportes acuáticos en Chile desde que partiste?

-Siento que han crecido, ahora que me detengo un poco y veo el camino recorrido. Llevo más de 10 años en el circuito Mundial y ha sido un aporte mutuo. Nosotros hemos entregado mucho a los deportes acuáticos y los deportes acuáticos a nosotros.

-El gran tema en este Mundial, el rescate de la nadadora estadounidense que se desmayó bajo el agua por parte de su entrenadora. ¿Cómo lo han vivido allá?

-En los deportes de alto rendimiento uno siempre busca llegar al límite, encontrar el límite para dar su mejor rendimiento. En el caso de la natación artística con el tema de la apnea y no respirar, claramente encontró ese límite. También a nosotros los clavadistas nos pasa, con el riesgo, la adrenalina, saltos cada vez más difíciles. Es parte del deporte, parte de venir a competir a entregarlo todo es asumir ese riesgo.