Los errores del "error del WTE"
En su carta "Error del WTE" del 14 de julio, Dr. Jorge Parodi intenta aclararle al académico Carlos Berner algunos aspectos relativos al WTE, cometiendo en el acto errores no menores por un aparente desconocimiento y una evidente falta de diferenciación en la temática en cuestión, los cuales, en esta oportunidad, me gustaría aclararle a él.
Primero, respecto de la supuesta tendencia en Europa de no generar más plantas WTE, la verdad es que resulta imperante diferenciar entre los países que ya prohibieron y erradicaron hace muchos años la disposición final de residuos no tratados en rellenos sanitarios, como Alemania, Austria y Bélgica, y, por el otro lado, países menos avanzados y con aún relevantes tasas de disposición final, como Polonia, España y Eslovaquia. En los países del primer grupo, el WTE ya pasó, efectivamente, a ser la última etapa en la jerarquía de manejo de residuos, por lo que se recomienda, por ejemplo, gravar la valorización energética con algún impuesto específico o reducir la accesibilidad al financiamiento con el fin de promover las etapas superiores de la jerarquía, a saber, la reducción, la reutilización y el reciclaje, o sea, las "3R". Sin embargo, los países del segundo grupo aún requieren urgentemente de plantas WTE, ya que, de lo contrario, incumplirán las tasas máximas permitidas de disposición final impuestas por la Unión Europea, cayendo en causal de multas.
En relación a las emisiones de CO2 de las plantas WTE, el futuro es la captura y el aprovechamiento de este CO2 (CCUS), como ya se está comenzando a hacer en Noruega, y, por cierto, no la eliminación de las plantas WTE, toda vez que su única alternativa para el tratamiento de los residuos no reciclables es la disposición final, la cual emite alrededor del doble de CO2 equivalente, comparado con el WTE. También existen ejemplos de plantas WTE que están comenzando a producir Hidrógeno Verde, como la planta WTE de Wuppertal, Alemania, integrándose el WTE, por lo tanto, también en la generación de los combustibles descarbonizados del futuro.
Segundo, el Dr. Jorge Parodi se equivoca rotundamente al plantear que la norma chilena de emisiones no contempla contaminantes como las dioxinas. En efecto, el D.S. 29 del año 2013 regula las emisiones de las plantas de incineración, coincineración y coprocesamiento, bajo la cual se norman las emisiones de plantas WTE, estableciendo para las dioxinas un límite máximo de emisión de 0,2 ng/Nm3, siendo esta norma de emisión de las más restrictivas de nuestro país. No satisfecho con esto, cabe señalar que el proyecto WTE Araucanía se comprometió voluntaria, pero vinculantemente, a cumplir con la normativa europea aplicable a las plantas WTE, esta aún más restrictiva que la chilena, asegurando un estándar ambiental similar al de los países más avanzados en el cuidado del medioambiente y la salud de la población y que cuentan con plantas WTE instaladas hasta en sectores residenciales de sus principales ciudades, como Paris, Viena, Berlín y Londres. Por lo demás, conviene resaltar que las plantas WTE en Europa comúnmente suministran calor distrital para la calefacción de las ciudades, lo cual podría, al aplicarse el ejemplo acá en nuestro Sur de Chile, eliminar de golpe la contaminación generada por las estufas. En el caso del proyecto WTE Araucanía, este podría calefaccionar varios miles de casas, emitiendo en el proceso no más material particulado fino (MP2,5) que lo que emiten 40 casas con estufa a leña.
Tercero, amerita traer a la realidad la supuesta posibilidad de valorizar materialmente el total del 60% de orgánicos en los residuos sólidos domiciliarios y el 80% del 40% restante, alcanzando así, según el cálculo de Dr. Jorge Parodi, una tasa de reciclaje del 92%. Acá es menester señalar que los países líderes que llevan más de 30 años impulsando políticas públicas que promueven las 3R (Alemania introdujo hace más de 25 años la "Ley de la Economía Circular" y hace más de 30 años su "Ley REP"), han logrado, en los hechos, tasas de reciclaje de 50-60%. El resto lo valorizan energéticamente en las numerosas plantas WTE, tal como se lo exige la ley.
Por último, a nota personal, más irrespetuoso que instalar en La Araucanía una planta que sea capaz de hacerse cargo de manera adecuada y con un alto estándar ambiental de los residuos no reciclables de la propia gente de La Araucanía, me parece a mí, es enredarse en visiones utópicas que lleven a oponerse a soluciones reales mientras se continúa impactando a comunas aledañas y locales étnicas de otra región producto de los rellenos sanitarios y vertederos que reciben los residuos de La Araucanía, incluyendo los del Dr. Jorge Parodi.
Marc Thiele, gerente WTE Araucanía
Carta al Presidente
Con respeto le escribo esta carta para manifestarle mi apoyo en este momento histórico.
Incomodó al poder en su época de estudiante; como parlamentario puso de relieve la regionalización. Su nombre quedará indisolublemente unido a la nueva Constitución, como producto de un proceso repleto de tensiones y peligros de quiebre institucional, del cual usted lideró una salida democrática.
Deseo profundamente que esa casa de todos y todas tenga un gran apoyo, donde todo el país se sienta acogido, incluido y protegido. Aún queda un camino por recorrer, y apelo a su calidad de estadista, para que esta historia termine en un gran abrazo por el bien del pueblo, especialmente de las nuevas generaciones y nuestro sistema democrático.
Todo lo demás es secundario, y cada cual debe tenerlo claro.
Manuel Ansaldo Hill