"Luché contra la dictadura de derecha y ahora voy a luchar contra la dictadura de ultra izquierda"
El exsenador y reciente candidato a gobernador está a favor de la opción "rechazo" y hoy lidera la coordinación de los "amarillos" en la Región. Para el exmilitante del PPD, los mayores reparos a la propuesta constitucional dicen relación con un mal diseño político, un doble sistema de justicia "incoherente con la igualdad ante la ley", el complejo panorama administrativo de las regiones y la falta de prudencia, sensatez y sentido común en la construcción del texto. Todo ello lo explica en esta entrevista.
Lo que fueron luces amarillas hoy son luces rojas. Así explica su sentir frente a la propuesta constitucional el exsenador Eugenio Tuma. En calidad de coordinador regional del Movimiento Amarillos por Chile en La Araucanía, el excandidato a gobernador por La Araucanía argumenta su opción por el rechazo entregada hace poco en una carta abierta a los medios de comunicación y viniendo de un hombre con larga historia en la centro-izquierda.
Si bien valora ampliamente consagración de los derechos fundamentales vertidos en el texto propuesto por la convención, pone un pie en el freno de las ideas para hacer zoom en aquellos aspectos que considera riesgosos para la democracia, la representación de las regiones y la seguridad nacional. A su parecer, el borrador carece de transversalidad, prudencia y sentido común, y está "escrito en clave".
"La mayoría está con el rechazo y los amarillos hemos crecido porque tenemos propuestas razonables, porque queremos una nueva constitución, pero no ésta. Queremos una buena constitución", enfatiza.
AMARILLO
- Su última participación política fue en 2021 como candidato a gobernador regional por el Pacto Unidad Constituyente. En noviembre de 2021 renuncia al PPD. ¿Qué ha sido de usted desde entonces? ¿Sigue ligado a la política?
- (…) Lo que he hecho es estar atento a lo que ocurre con el proceso de regionalización y el proceso constitucional, pero mirando desde fuera. En febrero recibí una carta que emitió Cristian Warnken respecto de su preocupación por cómo se estaba construyendo la nueva constitución. Básicamente, lo que decía es que la discusión requería más participación, planteaba que debía hacerse con consulta, que la convención se abriera y corrigiera la mirada que estaba haciendo para que no fuera una constitución partisana, lo que terminó siendo, porque no se escucharon las advertencias. Así se constituye el movimiento Amarillo, que más bien es una transversalidad de ciudadanos que quieren una constitución