Sobre el arte del momento oportuno
En negocios y en política principalmente, existe un momento preciso donde la decisión que tomes o lo que digas, logre causar el mayor impacto posible. En la venta o compra de acciones, valor del dólar o en la misma política, los comunicados, ruedas de prensa o declaraciones, forman parte de esta dinámica.
El miércoles 24 de agosto fuimos espectadores de una obra maestra de este arte por parte de la fiscalía regional. La detención de Héctor Llaitul el miércoles, acompañado del juicio realizado el jueves. Hechos que en otras circunstancias habrían generado un temblor en el oficialismo, con cuestionamientos, interpelaciones, declaraciones y disculpas públicas: pero más allá de eso no habría avanzado.
En una investigación que inició el año 2020, la detención de Llaitul no se realizó meses atrás, ni tampoco semanas después del plebiscito. No, la detención y juicio se efectuó una semana antes del plebiscito, donde uno de los temas que genera mayor confrontación son justamente los sistemas de justicia indígena. Además, dentro de las pruebas incriminatorias está una llamada de la asesora de la exministra de Desarrollo Social al líder de la CAM, lo cual es el remate perfecto para que de un pequeño temblor se pase a un terremoto institucional de envergadura, que provocó la renuncia de la ministra Jeanette Vega, en un gobierno que apenas lleva 5 meses de gestión.
No es menor en todo caso que la Fiscalia Regional haya querido anotar un gol de media cancha. En momentos que, de acuerdo a los informes del Observatorio Judicial, en las causas relacionadas con violencia en la zona sur solo un 3% concluyó en la dictación de una sentencia, equivalentes a nueve sentencias condenatorias entre el 2018 y 2020.
Solo resta felicitar al fiscal regional don Roberto Garrido Bedwell, tanto por su trabajo y entrega en la labor persecutoria en la Región de La Araucanía. Con esto nos da señales que las instituciones funcionan y que la fiscalía está presente.
Carlos Zirotti Rehren, cientista político
Apoyo a las pymes
Si bien la industria de los eventos profesionales ha podido funcionar con relativa normalidad en el último tiempo, todavía hay situaciones que impiden que el rubro pueda dar por superada la crisis derivada del Covid.
Un factor que todavía se mantiene son las restricciones de aforo para el sector, lo que no nos permite trabajar a plenitud ni lograr una demanda mayor, como requerimos. Por eso, solicitamos al gobierno que avance de aquí a fin de año en la eliminación absoluta de esta restricción, considerando que hoy existe un mayor control de la pandemia.
El otro punto está dado porque parte de los ingresos que hoy tienen las empresas del rubro se destinan a pagar créditos y deudas contraídas en la peor etapa de la crisis sanitaria. En esa línea, sería muy positivo para las pymes en general y de nuestro sector, que el gobierno se abra a la posibilidad de que se eliminen también las deudas tributarias, o los intereses que se generaron por el no pago de impuestos.
Carlos Huete
Malas noticias en salud
Es un hecho que el Presidente Boric no avanzará en la ampliación de coberturas de la Ley Ricarte Soto y probablemente tampoco del GES. El motivo de estas decisiones es que para las nuevas autoridades, este tipo de legislaciones "fragmentan el sistema" y lo hacen "segregado y discriminador". Por lo que se habría decidido no "hacer crecer más" estas leyes, poniendo las energías del Minsal en el proyecto de Salud Universal.
Pero "hacer crecer más" significa aumentar las coberturas de diagnósticos, atención en salud y medicamentos para una serie de enfermedades ya sean de alta carga para el sistema sanitario o de alto o altísimo costo. No hacerlo conlleva un deterioro en la salud y riesgo de muerte de miles de personas que no tienen la capacidad de pago para acceder a los tratamientos adecuados. Dejar de lado esta estrategia por el tiempo que demore una reforma de la envergadura que se propone en Minsal es prácticamente una condena para esas miles de familias.
¿Nos preguntamos qué tan difícil sería para estas autoridades avanzar en paralelo y después hacer confluir ambas políticas o es que el sesgo ideológico pesa más que el bienestar de miles de familias? ¿O es que el Ministerio de Salud no tiene las competencias técnicas para avanzar en estos dos frentes? Sea cual sea la respuesta, los afectados deberán seguir luchando en solitario, recurrir a bingos, rifas y endeudamiento, transformando un problema de salud en una catástrofe para la familia y su comunidad.
Lamentablemente dudamos que el gobierno eche pie atrás en esta medida y las consecuencias de la misma, la pagarán como siempre, los que menos tienen.
Daniel Zapata Zapata/ Patricio Novoa Valle