Inscripciones para donación de cuerpos a la ciencia aumentan en un 50% durante la pandemia
CREAN CONCIENCIA. La Universidad de La Frontera cuenta con interesante Programa de Donación que busca favorecer la investigación científica y la formación de futuros profesionales de la salud. La intención de "donarse" se debe realizar a través de una declaración jurada firmada ante notario.
Aunque la resolución final siempre será de la familia, tal como ocurre con la donación de órganos, el donar el propio cuerpo para la ciencia es un tema sensible que se debe conversar con los seres queridos en vida. A nivel local, las inscripciones para donar aumentaron en más de un 50% durante la pandemia.
¿La razón? Si bien no está muy clara, se estima que el momento límite que se vivió a contar de 2020, cuando la humanidad entera se enfrentó a un virus desconocido, pudo motivar el que las personas tomaran conciencia de la importancia de la ciencia y la formación de futuros investigadores y profesionales de la salud.
Así lo manifiesta el médico y doctor en Ciencias Morfológicas de la Ufro, Nicolás Ottone, quien dice que "quizás por las características complejas de la pandemia, la gente empezó a pensar de qué manera podría contribuir a la formación de profesionales y a la investigación. Lo cierto es que las consultas y el envío de declaraciones aumentó por lo menos en un 50%".
Efectivamente, la donación del cuerpo a la ciencia es un acto voluntario y altruista mediante el cual la persona hace cesión de su cuerpo para que, una vez fallecido, se destine a la docencia, la investigación y a la formación continua en el ámbito de la anatomía humana.
Según el doctor Ottone, solo en la Universidad de La Frontera, son más de 500 los futuros profesionales de carreras de la salud que estudian la anatomía humana gracias a los cuerpos que son donados. "Además de los alumnos de pregrado, los estudiantes del Postgrado en Morfología y del Magíster en Morfología también se ven beneficiados con el Programa de Donación", señala el médico, quien detalla que si bien existen modelos inanimados y software para estudiar anatomía, nada reemplaza a la formación en base a un cuerpo humano real.
"Al estudiar cuerpos reales, el estudiante se forma correctamente porque ve la variabilidad biológica; todos los cuerpos son distintos y se dice que prácticamente solo en un 30% somos parecidos en nuestra distribución anatómica", explicó el doctor Ottone, quien es además el director del Laboratorio de Plastinación y Técnicas Anatómicas, Ufro, donde mediante modernas técnicas es posible conservar los cuerpos donados a investigación de manera que no experimenten deterioro.
"La técnica de plastinación que permitió reemplazar el uso de formalina, posibilita generar muestras totalmente secas, bioseguras que se pueden manipular sin guantes, sin protección facial, algo que no se podía con la formalina por su alta toxicidad. Los cuerpos plastinados son conservados en bolsas a temperatura ambiente y duran mucho, sin fecha de vencimiento", cerró el investigador.