Voluntad ucraniana
"A todos los países de la ex-Unión Soviética: mírennos, cualquier cosa es posible" -Volodymyr Zelenskyy.
En nuestro condominio vive una joven familia ucraniana con dos hijas en edad escolar. Semanas atrás, Sofija, la mayor de unos once años de edad, publicó una carta manuscrita en los tableros de avisos, que me hizo reflexionar.
Nos hacía saber que estaba por iniciar un plan de gimnasia rítmica y que tenía que financiar su equipamiento. Para ello comenzaba una campaña de recolección de envases vacíos (3.000) en el vecindario con cuya venta podría lograrlo, y todo durante el mes de septiembre. A mi, en verdad me pareció un imposible.
Me encontré con Sofija y le pregunté como le iba "es un desafío pero lo lograré", me respondió. Me ha sorprendido el apoyo que ha recibido de nuestra comunidad. He visto a su padre diariamente cargar su vehículo con bolsas llenas de envases. Creo que lo logrará.
Gustavo M. Astorquiza, P. Eng.
Las dos caras de una moneda
En marzo de este año, el presidente Piñera terminó su mandato con un 24% de aprobación y un 71% de desaprobación. Hoy día, a seis meses de iniciar su gobierno, el presidente Boric alcanza un 33% de aprobación y 60% de reprobación. Respondiendo a las críticas recibidas a su gobierno de parte del expresidente Piñera, Boric afirmó públicamente: "Lamento que un expresidente se esconda durante los meses de campaña".
Vistos los resultados del plebiscito, agradezco al expresidente Piñera su ausencia durante el debate, a la vez que agradezco la presencia activa del presidente Boric y su gobierno en el debate plebiscitario, al asociar la Aprobación con la gestión de su propio gobierno. Ambos contribuyeron, de distinta forma, al Rechazo.
Rodrigo Montesinos Vásquez
Plebiscito de salida
El resultado del plebiscito de salida es determinante, participó el 86,3% del padrón electoral, 13.024.792 electores, con un triunfo implacable de un 62% por la opción "Rechazo", 7.896.434 electores, por lo tanto, optando por mantener la Constitución Política de la República vigente (CPR). Esta fue una victoria del sentido común del pueblo de Chile, no atribuible a partido político alguno.
En cambio, en el plebiscito del 25 de octubre del 2020, participó el 50% del padrón electoral, 7.569.082 electores, resultando vencedora la opción "Apruebo" con un 78% de los votos, 5.892.832 electores.
De acuerdo al Artículo 142 de la actual CPR, de ganar la opción "Rechazo", sigue vigente la actual Constitución y no establece que deberá generarse otra propuesta de nueva Constitución.
Hay interés de parte del Gobierno y de amplios sectores de la izquierda de efectuar cambios radicales a nuestras instituciones de la República y normativos político electorales que atentan contra los valores democráticos, nuestra idiosincrasia, economía y soberanía nacional, por cuanto insisten en un segundo round de intento de cambio de nuestra carta magna, lo cual es un gustito que le sale muy caro al país, no solo por su financiamiento, sino que principalmente por la señal tercermundista que le damos al mundo y por la extensión del período de incertidumbre para potenciales inversionistas, afectando directamente al empleo y por lo tanto al bolsillo de todos los chilenos. Directivas de partidos políticos de la oposición se comprometieron también para un nuevo proceso constituyente en caso de triunfo del "Rechazo" en plebiscito de salida, para fortalecer un Estado Democrático de Derechos y reconocimiento constitucional de los pueblos originarios, entre otros, bastante más moderado que sectores de la izquierda. Parte importante de las bases de esos partidos rechazan un nuevo proceso constituyente para una nueva CPR, así como un sector importante de la ciudadanía.
Una salida para no violar la palabra empeñada es que esas directivas renuncien y permitan que sean electas nuevas directivas que representen mejor el sentir de las bases.
Es incuestionable que una mayoría aplastante del país optó por la CPR vigente frente a la propuesta de una nueva Constitución.
Actualmente con la rebaja del quorum a 4/7 para reformas constitucionales es factible efectuar los cambios necesarios a la actual CPR que el Congreso determine, sin la necesidad de un nuevo proceso constituyente.
Actualmente, la prioridad del Gobierno y de la élite política deberían ser los problemas reales principales que aquejan a la gente: la delincuencia, la economía (inflación desatada y recesión en ciernes), el respeto al Estado de Derecho (Macrozona Sur) y crisis migratoria. De lo contrario, la falta de representatividad de la clase política aumentará aún más.
Arturo Niño de Zepeda Silva