Presidio perpetuo para gásfiter que abusó de sus hijastras por más de diez años en Angol
DELITOS SEXUALES. Dramático caso de violaciones y abusos reiterados en contra de dos niñas terminó con un sujeto de 46 años siendo condenado a cárcel de por vida.
El Tribunal Oral en Lo Penal (TOP) de Angol sentenció a presidio perpetuo a un individuo de 46 años de edad que violó y abusó a dos hijas de su conviviente, por más de diez años.
Se trata de un caso judicial ocurrido en la ciudad de Angol y que fue protagonizado por un sujeto identificado como Jaime Freddy Ancapi Ancamilla, de 46 años de edad, quien trabajaba como gásfiter.
De acuerdo con la información recopilada por el Ministerio Público, el sujeto perpetró reiteradas violaciones y abusos sexuales a contar del año 2005, cuando una de las niñas tenía ocho años. Mientras tanto, la segunda menor de edad comenzó a sufrir violaciones y abusos en el año 2011, cuando solo tenía siete años y su hermana mayor ya se había ido de la casa, para evitar seguir sufriendo los abusos.
En el juicio, las dos víctimas contaron que, con años de diferencia, ambas habían relatado a su madre lo que sufrían, sin embargo, ella no les creyó. Aquello se vio prácticamente ratificado en el juicio, puesto que la madre prestó declaración, pero en favor de la defensa, apoyando al condenado y no a sus hijas.
Cárcel de por vida
La Fiscalía investigó los hechos denunciados y tomó declaraciones a las víctimas, de hoy 26 y 19 años, respectivamente.
Ambas ratificaron que habían sido víctimas de reiteradas violaciones y abusos sexuales, siendo menores de edad. También contaron que el mismo individuo las obligaba a ver pornografía.
Con todos los antecedentes, el fiscal Cristian Gacitúa llevó a juicio al sujeto y solicitó que fuera condenado a presidio perpetuo, es decir, cárcel de por vida.
"Fue llevado a juicio por los delitos de violación infantil, abuso sexual infantil, abuso sexual y exhibición de material pornográfico a menores de 14 años, delitos cometidos en contra de dos hijas de su conviviente, entre los años 2005 y 2016", ratifica el fiscal Cristian Gacitúa.
El tribunal de Angol acogió todos los argumentos de la Fiscalía y escuchó los testimonios de las víctimas, acreditando los hechos denunciados. Así, el hombre fue sentenciado a la pena de presidio perpetuo simple.
"La pena impuesta por el tribunal es la misma que la Fiscalía había solicitado en la acusación. Creemos que es la que mejor se condice, considerando la gravedad de los delitos acreditados y la gran extensión del mal causado a las víctimas", valora el fiscal Gacitúa.
"
"Creemos que la pena de presidio perpetuo es la condena que mejor se ajusta, considerando la gravedad de los delitos y la gran extensión del mal causado a las víctimas de estos hechos".
Cristian Gacitúa,, fiscal de Angol
"
"La llamada fue efectuada por un trabajador de la servicentro, quien informó que individuos habían llegado con armas blancas hasta el lugar".
mayor Juanett Chabouty,, comisario de Lautaro