Universidades y nueva Constitución
Tras el resultado del plebiscito de salida, donde la amplia mayoría de los ciudadanos se pronunció por el Rechazo, es fundamental que la nueva fórmula que se acuerde para generar un nuevo texto constitucional sea ampliamente consensuada y se adopten los ajustes necesarios para unir la legitimidad democrática, la experiencia histórica y el conocimiento técnico.
En este contexto, las universidades podrían ser un aporte clave, considerando que -según las últimas encuestas- estas instituciones están entre las más creíbles a nivel nacional. Por ejemplo, la publicada por el Centro de Estudios Públicos (CEP), en junio pasado, las posicionó como las mejor valoradas, junto a la Policía de Investigaciones (PDI).
Dada la crisis de credibilidad que en general viven las instituciones en el país, se podría aprovechar esta mirada positiva que tienen los ciudadanos y poner a disposición todo el capital humano y profesional de las universidades para ser garantes del nuevo proceso constitucional. Así, se podría pensar que aportaran a través de un panel de expertos, con un perfil netamente académico, enfocados en el buen hacer, en el contenido y en la transparencia.
Los académicos reúnen conocimientos mediante el trabajo, la práctica y la reflexión y de esta manera logran traspasar luego experiencias valiosas, que contribuyen al bienestar general.
En este sentido, cabe recordar, que el gobierno alemán ofreció la asistencia de académicos del connotado Instituto Max Planck en el proceso de elaboración de la constitución luego rechazada, realizándose diversas conferencias sobre el sistema político, el reglamento interno, etc., pero existió una indisposición severa de los grupos más intransigentes a considerar el valor de la historia y la experiencia comparada.
Algunas de las funciones que podrían desempeñar este grupo de expertos están el de analizar, sugerir o bien formular observaciones al texto que elabore el órgano electo, de manera de asegurar que el documento cumpla con los estándares propios de una Carta Magna y del Derecho Internacional.
Este momento histórico que vive Chile es más que oportuno para que las universidades cumplan una de sus vocaciones esenciales: contribuir a la solución de los problemas críticos que aquejan a la sociedad en la que están insertas. Y es que su compromiso con el país debe ser transversal, pasando por la formación de profesionales, investigación y transferencia de conocimiento hasta la contribución a las políticas públicas, todo con el fin de aportar a la comunidad y al bienestar de la población.
Las universidades pueden y deben ayudar, desde la academia, a encontrar caminos para superar la crisis social y política que vive nuestro país. El nuevo texto constitucional parece ser una llave para abrir la puerta al reencuentro de los distintos sectores -que ha sido tan esquivos- y a unirnos como nación.
Dr. Teodoro Ribera Neumann, rector Universidad Autónoma de Chile, exministro de Relaciones Exteriores
Tecnología y dislexia
La dislexia es una de las DEA (Dificultades Específicas de Aprendizaje) más comunes, pues afecta a casi el 10% de la población en el mundo - unos 700 millones de personas- y, junto a otras como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), ocasionan gran parte del fracaso escolar en el planeta.
En el caso de la dislexia, este fracaso viene condicionado sobre todo por las dificultades de estas personas para leer y escribir, lo que además les produce problemas de autoestima, ansiedad, depresión y trastornos de conducta. Sin embargo, con algunas adaptaciones curriculares y la ayuda de las nuevas tecnologías, gran parte de estos alumnos pueden alcanzar todo su potencial académico.
La introducción de tales tecnologías en el proceso de evaluación e intervención puede convertirse en un elemento clave para mejorar la efectividad del aprendizaje y la experiencia formativa de los estudiantes con este trastorno. La tecnología asistencial, que puede ser una gran aliada, juega un papel muy importante en la sociedad y la podemos definir como aquellas herramientas diseñadas con el fin de ayudar a personas con necesidades especiales a afrontar los retos comunicativos y de aprendizaje. Por ejemplo, los dispositivos capaces de convertir texto en voz permiten a las personas disléxicas, entre otros beneficios, concentrarse en la comprensión del texto, mejorar el reconocimiento de palabras y ampliar su vocabulario.
Bari Hayoun
Golpe blando
De acuerdo con lo establecido en la Carta Fundamental, con el plebiscito de salida se daba término al proceso constituyente. En este referéndum el pueblo, con una contundente mayoría, se pronunció a favor de la opción "Rechazo"; es decir, por mantener vigente la Constitución actual, la que puede ser reformada sin grandes restricciones.
Al respecto es importante tener presente que en el plebiscito de entrada votaron 5,8 millones de ciudadanos a favor del "Apruebo" y que en el plebiscito de salida 7,8 millones lo hicieron por el "Rechazo"; una cantidad significativamente superior.
Sin embargo, da la impresión que la opción ganadora fue el "Apruebo" pues, desoyendo la voz del pueblo y quebrantando el Estado de Derecho, los sectores de extrema izquierda -con la confabulación de sectores políticos de centroderecha- están promoviendo la realización de un nuevo proceso constituyente, mediante una operación política que tiene el aroma de un "golpe de Estado blando".
Adolfo Paúl Latorre