Un emotivo momento mariano y el retorno de las fiestas religiosas masivas vivieron ayer más de 4 mil fieles de la Diócesis San José de Temuco, quienes llegaron en peregrinación, hasta el Santuario de la gruta de la Virgen de Lourdes a los pies del Cerro Ñielol, para celebrar el Día de la de la Inmaculada Concepción en honor al nacimiento de la Virgen María.
La fiesta religiosa, a diferencia de otros años, se hizo solicitando a las autoridades comunales eliminar la presencia del comercio ambulante del perímetro cercano a la gruta centenaria, hecho que fue valorado por el administrador diocesano en sede vacante, el presbítero Juan Andrés Basly Erices, quien encabezó la Santa Misa.
Al término del acto litúrgico, Basly agradeció al municipio de Temuco por colaborar con servicios y el escenario, extendiendo los agradecimientos a la organización, algunos privados y a Carabineros, quienes recibieron una ovación de los fieles al momento de ser nombrados.
FIESTA RELIGIOSA
El administrador diocesano, el pbro. Juan Andrés Basly, señaló durante la Santa Misa que "la Virgen María con su fe y caridad es un modelo a seguir en tiempos de Adviento" y también un refugio, "considerando "la indiferencia religiosa en la que está sumergida nuestra sociedad".
Luego, al ser consultado por el significado de la fiesta religiosa, en el marco de la pandemia y una merma en la asistencia a los templos, manifestó que "ha sido hermoso volver después de dos años a este santuario. Vino una multitud muy grande a dar gracias porque han sido momentos muy duros y lo siguen siendo".
Las comunidades parroquiales asistieron con pañuelos y globos de colores a la festividad. Participaron con entusiasmo de la Santa Misa entonando cánticos marianos y regresaron a sus hogares agradeciendo el momento espiritual recibido y los rayos de sol que trajeron alegría a la fiesta religiosa.
Así lo manifestó María Burgos de la parroquia Asunción del Señor, quien acude a la gruta todos los 8 de diciembre desde que era una niña. En su reflexión menciona que estos años las familias han debido vivir distintas crisis y momentos muy duros. En su caso se separó y aprendió a seguir adelante.
"Vengo desde que tenía 13 años y ha sido un momento maravilloso. Soy mariana, hincha de la Virgen y me encantan las grutas, así es que volver a este lugar para estar junto con nuestra madre me ha llenado el alma y me voy feliz", precisó.