¿Despertamos o desertamos del futuro?
La educación siempre ha sido considerada como el eje fundamental para el desarrollo económico y social de un país. Sin embargo, en su reportaje del domingo se da cuenta que 50.529 escolares abandonaron el sistema educativo entre el 2020 y 2021. Estas cifras auguran que la futura generación arrastrará pérdidas intelectuales que harán imposible sostener el progreso socioeconómico, cultural, científico y tecnológico que hemos logrado desarrollar en el último siglo.
El sistema de alerta temprana de deserción escolar "Siese" es una herramienta basada en evidencia y diseñada por la Universidad de La Frontera, de Valparaíso y Autónoma, que puede contribuir a una mejor política pública para enfrentar este grave problema y asegurar la justicia social, la igualdad de género, la democracia y el desarrollo de las próximas generaciones. Ninguna sociedad prosperará si una cantidad considerable de sus niñas y niños no están escolarizados.
El Ministerio de Educación debe decidir si despertamos o desertamos del futuro.
Dra. Vania Figueroa Ipinza, directora InES Género Universidad Autónoma de Chile
Violencia obstétrica
Tras haberse celebrado en noviembre el Día internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, resulta también relevante hablar de una violencia de género tan masificada, pero invisibilizada, como es el caso de la violencia obstétrica.
En nuestro país se ha debatido sobre la materia, existiendo en trámite legislativo la llamada Ley Adriana que busca erradicar la violencia ginecobstétrica en todas las etapas de la gestación, con especial énfasis en el parto y posparto.
Este tipo de agresión se traduce en prácticas que muchas mujeres han vivido, como ignorar sus preocupaciones, negar la posibilidad de acompañante o forzar alguno, falta de privacidad, cesáreas injustificadas, uso sin consentimiento de fármacos innecesarios que aceleran el normal curso del parto, procedimientos autoritarios para imponer un método anticonceptivo, obligar a parir acostada o inmovilizada, negar u obstaculizar la posibilidad de cargar y amamantar al bebé inmediatamente al nacer y otras acciones naturalizadas en las estructuras de los sistemas de salud y las personas que los integran.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), detectando este accionar ampliamente difundido, ha estado promoviendo el parto humanizado.
Chile aún está al debe, no solo porque la ley general de violencia de género duerme en el Congreso desde 2017, sino porque además aún está pendiente una regulación específica sobre este tipo de violencia.
Desde 2015 se han presentado tres propuestas de leyes relacionadas, de las cuales la que más avanza es la Ley Adriana (2018), pero pese a la suma urgencia puesta por el Ejecutivo, sigue dilatándose su tramitación en el parlamento y aún no ha visto la luz.
La violencia obstétrica no puede esperar, constituye una manifestación de discriminación estructural hacia las mujeres y representa una violación de sus derechos humanos, por tanto, las políticas públicas y las normas, deben urgentemente buscar erradicarla. Esperemos que el legislativo esté a la altura de esta urgencia.
Priscilla Brevis, académica Carrera de Derecho Universidad de Las Américas Sede Concepción
Legitimidad previsional
Uno de los principales argumentos del Gobierno para sacar adelante su reforma previsional, refiere a la legitimidad de nuestro modelo previsional, el cual ha sido por años el argumento de distintos detractores de la capitalización individual, como la Coordinadora No+AFP, etc.
En primer lugar debemos recordar que nuestro sistema previsional ha tenido distintas modificaciones durante siete gobiernos democráticos, los que a su vez han necesitado de la aprobación del respectivo Congreso de turno.
En segundo lugar, hay que mencionar el efecto de los tres retiros previsionales, los cuales cambiaron la percepción del chileno a pie, empoderándolos respecto a sus ahorros previsionales, tanto en propiedad como en heredabilidad.
Por último, es importante que el Gobierno internalice las encuestas respecto a la reforma previsional, en donde la gente quiere tener propiedad sobre su cotización adicional, lo que finalmente legítima nuestro actual sistema previsional.
Eduardo Jerez Sanhueza