Cada cierto tiempo afloran distintos temas claves para el país, su institucionalidad y devenir político, los cuales si bien pueden ser complejos, la forma de abordarlos por parte del mundo político, los hace más complicados, dado el uso y aprovechamiento que de estos hace cada sector dependiendo en la tribuna en que se encuentre, ya sea si se es gobierno o si se es oposición. En estas fruncias basta que un sector proponga algo para que el otro del frente salga a contradecirlo. Una vez asumidas las posiciones los acercamientos o puentes que permitan comunicarse, así como el diálogo y el consenso, parecen estar en desuso en estas lides.
La mayoría de estos temas debieran concitar un consenso nacional dada la urgencia de poder enfrentarlos como país de manera transversal. Por ejemplo, la inmigración, dónde se produce un desfase entre gobiernos cuando no atinan en resolver el tema. En Bachelet 1 y 2 ya se tenía latente el problema de la inmigración, sin embargo, recién ahora habría consenso en las fuerzas políticas para avanzar, por ejemplo, en la integración de las fuerzas armadas en el control de fronteras y los límites en apoyo a Carabineros.
Asuntos como la protección de menores y la educación también deben ser temas de Estado, donde se requiere un consenso transversal, el cual es clave para resolver y atacar estos temas de manera eficiente y eficaz como sociedad y no hacer uso y abuso político para cada una de las tendencias en el gobierno o en la oposición. De manera similar lo es la modernización del Estado, lo cual debiera unir a todas las fuerzas políticas para lograr un Estado acorde a los desafíos que enfrenta actualmente y en el futuro el país. Definir las dotaciones y sus estructuras adecuadas a los requerimientos terminando con el aprovechamiento político de cargos. Esto debe ser una prioridad máxima para el país.
Por otra parte, perfeccionar el Ministerio Público y el ejercicio del trabajo de los fiscales, eliminando las falencias en que se incurrió en su implementación, por ejemplo, respecto a la rotación de los cargos y así evitar las camarillas, el desamparo para las víctimas y todos los problemas que hoy en día presenta este importante servicio público, que no ha cumplido las expectativas que se tuvieron al momento de su implementación. Ha habido mucha preocupación en el sistema de selección del fiscal nacional, el cual arroja también una serie de deficiencias, sin embargo, se ha prestado muy poca atención a las fallas que tiene el sistema. Es la hora de tomar cartas en el asunto.
Otro tema que debiera ser de Estado y tener la atención de toda la sociedad política es la seguridad en la Macrozona Sur, para lo cual se debiera consensuar una política de Estado transversal que permita avanzar sostenida y permanentemente en el tiempo, aprovechando los avances que cada gobierno hace, fortaleciendo por lo pronto las instituciones a cargo de la inteligencia y la seguridad, así como las políticas de desarrollo.
Y si estamos en esto, por qué no establecer y concordar una metodología que permita abordar los temas complejos de una forma transversal y consensuada, estableciendo grupos de tarea o lo que sea necesario, para que posteriormente, una vez concordados y consensuados, el mundo de la política los asuma como parte de todo Chile. La creación de ministerios, cuando un problema apremia no es la solución a los temas complejos, así no sirve. Ahora se anuncia un ministerio de Logística, otro de Seguridad; por favor, hay que hacer la pega organizando bien la institucionalidad y definir los estándares mínimos que eleven la vara para crear ministerios y no hacerlos de buenas a primeras.
"Otro tema que debiera ser de Estado (...) es la seguridad en la MacroZona Sur, para lo cual se debiera consensuar una política de Estado transversal que permita avanzar sostenida y permanentemente en el tiempo, aprovechando los avances que cada gobierno hace".