Inclusión laboral femenina
A raíz de los resultados del Índice de Trayectoria e Inclusión Laboral Femenina, desarrollado por DF y el Centro de Trabajo y Familia del ESE Business School, nos parece importante destacar algunos puntos.
La inclusión de la mujer sigue siendo baja y a pesar de las distintas iniciativas por cambiar este escenario, no observamos un avance significativo en base a las mediciones anteriores. La paridad permite desarrollar efectivamente una igualdad de derechos, la diversidad y la inclusión aumentan la productividad y la satisfacción. En consecuencia, la paridad es fundamental, en cuanto a la toma de decisiones.
El informe de Género 2022 de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), evidenció que la participación femenina en directorios en los países OCDE alcanzó el 30%. En Chile, la participación de mujeres en los directorios de las empresas IPSA llega solo al 15%. No obstante, existen casos positivos, por ejemplo, el directorio regional de SOAINT está conformado en un 57% por mujeres, muy por encima del promedio en la industria.
Podemos hacerlo, el llamado entonces es a tomar la inclusión y paridad como un compromiso organizacional, donde se instalen metas claras. Preocuparnos por los estudios y análisis con enfoque de género para avanzar hacia una sociedad más inclusiva que nos beneficie a todos y todas por igual. Democratizar las oportunidades, sobre todo para nuestras futuras generaciones.
Josefa Poblete
Estamos avanzando
Nuestro estimado mandatario, el excelentísimo señor Presidente de la República don Gabriel Boric Font, ha repetido en numerosas ocasiones que estamos avanzando.
Sin importar las tendencias ideológica o políticas de la ciudadanía, habrá que reconocer que tienen toda la razón, puesto que: estamos al borde del precipicio y mañana habremos avanzado un paso más.
Renato Prassel Strelow
Límites en el gasto fiscal
Muy pronto se volverá a discutir una nueva propuesta constitucional. ¿Será posible proponer un tope de gasto fiscal ligado a la recaudación anual del país? De esa forma las futuras generaciones no tendrán que pagar nuestros derroches.
Gabriel Mora
Ley partidos políticos
La pésima "clase" política chilena debe ser controlada por la ciudadanía, a través de una exigente rendición de cuentas e indicadores, con objetivos, plazos, recursos, etc. Nunca son responsables de lo que hacen o no hacen.
Los abusos son más que conocidos al fijarse remuneraciones, gastos, beneficios, aumento del número de parlamentarios y otras prebendas. Para qué decir el no cumplimiento de la constitución y de leyes varias, cuando no les acomoda.
Debemos impedir la colusión de partidos y/o movimientos políticos. La ley debe propender a partidos grandes e importantes, con principios y programas claros y evitar cualquier "negociación" entre partidos en todo momento.
En cada elección, se presentarán candidatos con sus programas y los que pasan a segunda vuelta solo recibirán la adhesión de quienes no pasaron.
Jorge Porter Taschkewitz
Dominga
El ministro Grau estaba preparado. Rechazado Dominga, abrió raudo su billetera y sacó $580 mil millones para compensar a los habitantes de la Higuera. Es normal que la izquierda gaste lo que no produce, lo anormal es que los contribuyentes sepamos cuánto nos costó un gustito ideológico del Presidente y sus subalternos. Ahí está la cifra. Como los recursos del Estado no son infinitos, alguien puede entretenerse calculando cuántos consultorios, escuelas, desayunos infantiles, etc. ya no serán realidad.
José Luis Hernández Vidal
Miedo político
Después de leer algunas noticias políticas de escaso valor como ya es usual, concluyo que el universo político está sufriendo una crisis de miedo transversal. Y para ocultarla ha creado -por segunda vez- una trama de discusión pre-constitucional en dirección hacia ninguna parte. Pero eso no es lo que importa. Por ahora los políticos están comprando el tiempo necesario, hasta que aparezca algún "sucedido" como decía Firulete, que les permita continuar viviendo con cargo a Moya. Y los "moyas" aceptamos esta surrealidad como si no pasara nada, e incluso intentamos justificarla.
Quizá lo único bueno que está sucediendo en nuestro país es la evolución económica con emprendimientos privados que, gracias a Dios, escapan al accionar del gobierno de turno, siguiendo las lineas de países avanzados.
Dentro de todo lo tumultuoso del acontecer nacional, esto último me parece esperanzador.
Gustavo M. Astorquiza