Por una dramática situación está atravesando una esforzada mujer de 38 años que teme quedar ciega y en completo desamparo debido a la falta de redes de apoyo que le entreguen la colaboración y ayuda que requiere con urgencia.
Vanessa Rosas Rojas es osornina, aunque temuquense por adopción desde hace muchos años cuando llegó a la capital de La Araucanía en busca de nuevas oportunidades.
La mujer cuenta que sus problemas a la vista comenzaron con la aparición de la clásica miopía en la época de adolescencia. De ahí en adelante, las complicaciones fueron aumentando progresivamente hasta que perdió por completo la visión de su ojo izquierdo. "Además de miopía, tenía cataratas y a ello se sumó un desprendimiento de retina que me hizo perder la visión de mi ojo izquierdo", explica Vanessa.
De ahí en adelante, la salud de su ojo derecho también se fue deteriorando paulatinamente, llegando a padecer glaucoma que se lo está tratando con gotas oftálmicas que permiten retrasar la temida ceguera total. "El glaucoma avanza y avanza y no quiero quedar ciega", expresa con desesperación esta madre de 2 hijos, que actualmente no están a su cargo.
Luego de terminar su enseñanza media en un colegio para adultos, durante el año pasado ingresó a estudiar Turismo, sin embargo, a pesar de sus ganas no puedo continuar y tuvo que congelar sus estudios debido a sus complicaciones visuales. "Me sentía discriminada porque yo no podía cumplir con todo por mis problemas a la vista", dice Vanessa, quien señala que tiene credencial de discapacidad.
Actualmente trabaja vendiendo parches curita en la calle y bailando bachata para poder costear sus gastos básicos, ya que vive sola y debe gastar en arriendo, comida, transporte y otros. Con tristeza comenta que poco antes de que comenzara la pandemia contaba con el ahorro suficiente para acceder a un subsidio para su casa propia, pero lamentablemente los gastos propios derivados de la emergencia sanitaria la obligaron a destinar esos dineros a otros fines y ahora ya no tiene opción de ahorrar debido a la falta de un trabajo estable, considerando además su estado de salud.
Por esta razón y debido al delicado momento que enfrenta decidió dirigirse a El Austral para, por intermedio de este medio, pedir ayuda a empresarios o médicos que puedan interesarse por su caso. Incluso cree que el propio empresario Leonardo Farkas la podría ayudar. "Yo sé que hay tratamientos más avanzados en Santiago e incluso en el extranjero que podrían evitar que quede ciega. He visto que el señor Farkas ayuda a mucha gente que está en situaciones dramáticas y por eso he querido contar mi caso", concluye.
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"Sé que hay tratamientos más avanzados en Santiago e incluso en el extranjero que podrían evitar que quede ciega".
Vanessa Rosas