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Comuna de Loncoche se suma a Programa Barrios Comerciales de Sercotec

DESARROLLO. Iniciativa beneficia a casi una treintena de emprendimientos.
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Los habitantes de sectores urbanos y rurales de Loncoche históricamente se han abastecido de productos y servicios en los negocios de la comuna. Uno de esos sectores es el barrio Los Notros, ubicado en el corazón de la ciudad.

Allí, 28 emprendimientos pasaron a formar parte del programa de fortalecimiento de Barrios Comerciales que gracias a la adjudicación de fondos provenientes de Sercotec podrán otorgarle un nuevo rostro a su entorno.

puntapié

Hace unos días fue el turno de Padre Las Casas y ahora las autoridades se trasladaron hasta la puerta de entrada sur de la Región de La Araucanía, para dar el puntapié inicial al programa.

Encabezados por el director regional de Sercotec, Cristián Epuin, junto al alcalde de la comuna, Alexis Pineda, se realizó la actividad donde los beneficiados explicaron sus alcances.

En la ocasión, Epuin enfatizó que es un tremendo desafío recuperar o impulsar estas zonas comerciales. "Queremos fortalecer el comercio, que con tanto esfuerzo busca el sustento de sus familias y del resto de los vecinos", señaló.

locatarios

Jorge Hernández, presidente del barrio comercial "Los Notros", dijo que para ellos esta iniciativa impulsada por Sercotec es espectacular, ya que previo a esto, cada locatario se las arreglaba como podía. "Ahora gracias al proyecto podemos trabajar en conjunto y potenciar nuestro barrio. Esa es la idea", puntualizó.

Hernández trabajó cuando joven en un supermercado en la sección carnicería, donde aprendió mucho del rubro. Fue hace poco más de un año cuando logró reunir el capital y cumplió el sueño de abrir su propio local de productos cárnicos llamado Los Notros. "Actualmente estoy trabajando con mi señora, mi hijo, mi nuera y una persona más que logramos contratar, gracias a nuestros buenos resultados".

Respecto a las necesidades más urgentes que tienen, Hernández comentó que si bien a nivel comercial es potente, necesitan mayor seguridad vial, iluminación y mejoramiento de las calles, entre otros.

sacrificios

Otro emprendedor que ha dedicado su vida al negocio familiar es Vladimir Meza Zúñiga. Cuenta que el acierto fue de su madre, quien hace más de 30 años le dio vida al 'Supermercado Any'. "El local medía 3x6, trabajábamos netamente por la necesidad que existía en el barrio, mi mamá empezó de a poquito y con el tiempo ya teníamos un local más amplio, más grande y con más comodidades".

Vladimir confiesa que el negocio sí genera recursos y grandes satisfacciones, pero al mismo tiempo es muy sacrificado. "Se pierden celebraciones y cumpleaños. En nuestro rubro no hay feriados ni domingos, hay que apechugar igual y la gente lo valora. Por esfuerzos como el nuestro y el de muchos, es que el barrio se transformó en esto, mire usted ahora más de 18 locales en una sola cuadra", sentenció.

"

"Queremos fortalecer el comercio, que con tanto esfuerzo busca el sustento de sus familias y del resto de los vecinos".

Cristián Epuin,, director regional de Sercotec

Desarrollo Social y ONG's coordinan acción de voluntariado

EN LA ARAUCANÍA. Se formó la primera mesa de trabajo que apunta a los voluntarios de la sociedad civil.
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Con el objetivo de trabajar de manera conjunta, se conformó la primera Mesa Regional de Voluntariado en La Araucanía, la que fue liderada por el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson; la seremi de la cartera en la Región, Mariela Hullipán; la Oficina de Asuntos Religiosos de la Segpres; el Instituto Nacional de la Juventud y diferentes representantes de organizaciones civiles.

Coordinación

El Injuv es la institución mandatada por el Presidente Boric para coordinar las acciones de voluntariado a nivel nacional, por lo que deben promover la realización de un voluntariado responsable y seguro, articular a las organizaciones de la sociedad civil y entidades religiosas, para sostener un trabajo de voluntariado organizado y resguardar la atención de todas las familias y comunidades afectadas.

Giorgio Jackson, ministro de Desarrollo Social y Familia, señaló que "acá hay un llamado de algo que ha sido bien histórico, que es cuando las organizaciones solidarias se movilizan después de las catástrofes no solamente llegan con alguna ayuda material, sino también llegan con esperanza, optimismo y con esa fuerza que se necesita en momentos tan difíciles".

La seremi Mariela Huillipán enfatizó que "ya hemos cubierto la mayoría de las comunas con la Ficha Básica de Emergencia, FIBE. Todavía nos falta avanzar a las zonas rurales de difícil acceso, donde estamos trabajando articuladamente con los municipios para llegar prontamente a esas personas y poder entregar la respuesta concreta del Estado".

Víctor Torres, director regional de Techo Chile señaló que "nosotros solos no podemos, la articulación de las organizaciones es clave".

Dorian Canovas, director del Área Social del Obispado de Temuco y Fundación Cáritas, señaló que "nosotros estamos pidiendo alimentos para una segunda etapa, los que se pueden ir a dejar a Lynch 650, Temuco, donde hay un albergue de personas en situación de calle, que es convenio con el Ministerio de Desarrollo Social".

La era del fuego

El denominador común entre el ayer y el hoy parece ser el mismo: la creencia en una verdad que no es fiel a la tierra, menos a los hombres; un desarrollo intelectual a medio camino entre el conocimiento y el salvajismo.
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Por estos lados ya no es novedad, se ha hecho costumbre presenciar el movimiento dañino de las llamas, expresión nihilista de unos seres que simbólicamente nos remiten miles de años atrás, hasta el paleolítico, cuando los Homos Habilis y Homos Erectus conocieron el fuego y aprendieron a utilizarlo. Si escarbamos un poco en los intersticios de la realidad más dura, no hay gran diferencia en el método y los objetivos. Tampoco en el formato del ser que manipula el calor de las llamaradas.

Lo que ocurre por estos días, la cara triste que deja ver la naturaleza cada vez que otro árbol se muere por el ardor del fuego irresponsable, me hace recordar a esos hombres de las cavernas que tan bien dramatizó Jean-Jacques Annaud en su celebrada película de 1981, La Guerra del Fuego, en especial por la ausencia de lenguaje y el ánimo deliberado de la tribu por iniciar grandes incendios, rústica forma de conservar el calor. El denominador común entre el ayer y el hoy parece ser el mismo: la creencia en una verdad que no es fiel a la tierra, menos a los hombres; un desarrollo intelectual a medio camino entre el conocimiento y el salvajismo.

Quizá hemos empezado el recorrido a la inversa, estamos regresando aceleradamente hacia estructuras mentales más básicas, elementales. Nuestra espiritualidad se ha vuelto fláccida, el deterioro progresivo del contenido valórico encuentra un punto de inicio que bien puede estar marcado por la descristianización de la sociedad, que ha creado la ficción de un hombre todopoderoso, que prescinde de principios y de las reglas fundamentales de convivencia social que en el camino del conocimiento hemos creado, pero cuya adherencia carece de fortalezas y pende de un hilo; el actuar de estos tiempos se condice con la experiencia del que todo lo puede, de una libertad que no conoce límites, del individuo que goza del calor de una micro ardiendo, de las estaciones del metro destruidas por las llamas que enciende su falta de humanidad. Su reclamo patético no le da respiro a un lugar que ya convive con una temperatura bastante más alta de lo deseable. Tras este anarquismo tonto y egoísta se enconde el payaso que justifica la violencia, aunque solo a veces, con esa relatividad propia de una clase política de baja estofa. Quizás la nueva era, que avizorábamos como un futuro pacífico y próspero, ha llegado en un formato deprimente e inesperado. Quizás.

Gonzalo Garay Burnas

abogado y escritor