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BOMBEROS

Inmersos en la emergencia como un importante puntal para la ciudadanía, el Cuerpo de Bomberos de Temuco también tiene una mirada respecto del fenómeno de los incendios forestales en la Región.

AGRO Y MEDIO AMBIENTE

Los secretarios regionales ministeriales de distintas carteras recorren hoy la Región para servir de enlace entre las comunas y el gobierno regional y central. En medio de esas labores, el seremi de Agricultura, Héctor Cumilaf Huentemil, concuerda en que el cambio climático ha generado cambios para bien y para mal en La Araucanía en los últimos años; no en vano, comenta, comunas como Lumaco producen hoy aceite de oliva, algo impensado década atrás.

Lo que sí ha tenido una progresión en el tiempo es la cantidad de hectáreas afectadas, la cual va siempre en alza. "El año pasado - explica Catedrin Savaria - tuvimos el incendio de Los Sauces - Angol que en una sola emergencia consumió 12 mil hectáreas. Este verano hay incendios que superan las 20 mil hectáreas quemadas. De hecho, Conaf, al 10 de febrero de 2023, informa que existen más de 97 mil hectáreas afectadas en La Araucanía, superficie que supera en 174% el daño causado la temporada anterior; 312% más en la provincia de Cautín y 123% más en la provincia de Malleco".

Lo cierto, agrega la directora (s), es que en cuestión de días, a comienzos de febrero, hubo un alza importante de incendios forestales. Por ello la Región hoy está con alerta roja regional y el Ejecutivo decretó Estado de Catástrofe para buena parte de la zona sur del país. La situación ha llegado a tal punto que la capacidad de respuesta a la emergencia podría verse superada, acota Savaria, "porque los recursos de Conaf, Bomberos, Vialidad, municipios y del sector privado no son ilimitados". Es por ello que el llamado es a ser "responsables" y colaborar con la prevención.

El comandante de la institución, Claudio Fuentes Pacheco, concuerda con Senapred en que más que aumentar en volumen, los incendios forestales o de interfase van cambiando año tras año, pero en intensidad.

"Las emergencias se han transformado. Son cada vez más extensas en comparación con las anteriores, que eran de un control más rápido. Nos afectan especialmente los siniestros interfase, cuando están próximos a zonas pobladas. Antes hacíamos un control mucho más rápido. Pero hoy podemos encontrar construcciones en todos lados, en cerros y laderas, que dejan de ser interfase entre comillas, y que están inmersas en bosques. Ahí el problema se torna complejo (…). Solo podemos acceder de infantería para hacer cortafuegos o controles rápidos, pero la accesibilidad para los carros es muy difícil", el comandante.

Estas emergencias, enfatiza Fuentes, son distintas. "Hoy la complejidad está en construcciones fuera o al filo de los límites urbanos. Ahí se nos están escapando las situaciones porque se concentran viviendas en sectores de difícil acceso para Bomberos".

Este verano, explica jefe del área operativa, ha habido muchas emergencias locales que atender y, paralelamente, "hemos aumentado en un 60% la respuesta de apoyo a emergencias rurales en comparación con la temporada pasada. Junto con eso hemos permanecido mucho más tiempo en estas labores, por ello hemos tenido que relevar constantemente personal, por ejemplo, en Purén y este fin de semana iremos en ayuda de Los Sauces. A la fecha, hemos movilizado a 200 voluntarios. En otras palabras, estas emergencias han significado más tiempo de apoyo y ese mismo trabajo se ha prolongado. Este año hay una sobre-demanda de apoyo. Pese a ello tenemos la voluntad de ayudar y lo seguiremos haciendo", acota.

A juicio del comandante del Cuerpo de Bomberos de Temuco, el cambio climático ha tenido efectos sobre nuestras vidas y sus transformaciones van a ir en aumento. "Por lo tanto - agrega -, las instituciones de emergencia tenemos que ir de la mano con estos cambios para efectos de anticiparnos a ciertas situaciones, y en cuanto a la planificación territorial y al tema constructivo", dice, "creo que estamos al debe, particularmente, en lo que respecta a los incendios forestales".

Más allá de las posibilidades que las nuevas condiciones generan para el sector productivo, Cumilaf espera que la reconversión agrícola genere un retroceso natural del monocultivo forestal, dado que esta actividad dejaría al territorio más vulnerable ante el cambio climático que experimentamos. "Sin embargo - acota -, no podemos desconocer que hay suelos con aptitud forestal y eso hay que trabajarlo de manera ordenada, de forma que no ponga en peligro a los distintos poblados. Para eso se requerirá consensuar un ordenamiento para que los distintos rubros puedan convivir".

De cara a la emergencia que estamos atravesando, el seremi cree que la Región debe empezar a trabajar fuertemente en instrumentos preventivos, tarea en la cual las universidades han sido pioneras mediante la generación de conocimiento. "Los incendios no se van a detener, por lo tanto, hay que desarrollar un plan de trabajo con el mundo privado, el gobierno y la academia, porque tenemos que generar una acción coordinada que nos permita combatir la vulnerabilidad a la que hemos llegado", comenta la autoridad, y eso considera también prepararse para las futuras épocas de cosecha agrícola, por ejemplo, mediante la propuesta de nuevas tecnologías para tratar los rastrojos.

Por su parte, el seremi de Medio Ambiente, Félix Contreras, ofrece una mirada más positiva frente al actual escenario. A su modo de ver, el cambio climático ha llevado a nuestro país a suscribirse a una serie de acuerdos internacionales que apuntan a revertir los efectos de este fenómeno, como la tarea de descarbonizar el país, lo que podría traer mejoras graduales.

"En lo inmediato", agrega, "habrá que tomar las medidas preventivas que sea necesarias, por ejemplo, una forestación alejada de las zonas pobladas y un actuar ciudadano cada vez más responsable, especialmente de quienes asisten a zonas rurales".

Contreras recalca que en la última década hemos sufrido cambios relevantes. Hemos tenido un aumento sin antecedentes previos en cuanto a sequía, las temperaturas han aumentado en 5 grados, los inviernos son cada vez más cortos y los períodos de lluvias son más acotados. "Así que ha habido cambios y por ello debemos comprometernos con las medidas que nos ayuden a revertir, gradualmente, estas variables", afirma.

En tanto, la directora regional (s) de Senapred, Catedrin Savaria, y el comandante de Bonberos de Temuco, Claudio Fuente, creen firmemente que es hora de comenzar a emplear instrumentos que nos permitan tomar mejores decisiones y ordenar la Región para una mejor convivencia entre el mundo urbano y rural. "Debemos empezar a usar con mayor fuerza, por ejemplo, los mapas de amenazas de incendios forestales que tiene Conaf y que indican los lugares de mayor vulnerabilidad. Esa información debemos cruzarla con la que manejan otras instituciones. Lo cierto es que esto ya no será una mera recomendación. En adelante, esta información será vinculante para el ordenamiento territorial de La Aracuanía. Será una obligación - puntualiza - considerar todos estos instrumentos".