Bárbara Eytel: "El desafío es desnaturalizar toda forma de discriminación y generar una nueva manera de relacionarnos"
8M. En el contexto de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la directora de Equidad de Género de la Ufro se refiere a las tareas aún pendientes en materia de igualdad y el rol que cumplen las instituciones de educación superior para lograr transformaciones e impactar en la sociedad.
Desde la broma incómoda hasta la violencia que termina en un femicidio: definitivamente toda forma de discriminación debe ser erradicada de los espacios familiares, laborales, educacionales y otros, para generar una nueva forma en que mujeres y hombres se relacionen para construir en conjunto una mejor sociedad.
Este es el desafío asumido desde hace 4 años por la periodista, doctora (c) en Comunicación y magíster en Ciencias de la Comunicación, Bárbara Eytel Pastor, quien lidera desde su formación (en abril de 2019) la Dirección de Equidad de Género de la Universidad de La Frontera, poniendo en marcha la Política de Igualdad y Equidad de Género al interior de la institución, teniendo la convicción que la educación es un espacio estratégico para el desarrollo de condiciones igualitarias que impacten en todos los niveles de la sociedad, la Región y el país.
Reflexión en 8M
Al conmemorarse hoy un nuevo Día Internacional de la Mujer, surge una serie de reflexiones en torno a lo avanzado y lo que aún son tareas pendientes en el ámbito de la equidad.
Una de ellas son las labores domésticas y de cuidado que siguen recayendo principalmente en mujeres. "Efectivamente una distribución equitativa de las tareas de cuidado y domésticas es todavía uno de nuestros grandes desafíos, porque como país somos las mujeres las que tenemos la carga principal en estas labores, sin importar en lo que nos desempeñemos", asegura la directora de Equidad de Género Ufro, quien insiste en que también se está al debe en cuanto a terminar con la violencia sexual en todos los espacios. "Todavía estas formas de desigualdad que están tan arraigadas en las estructuras más profundas de nuestra cultura no se han erradicado, pese a que estamos avanzando en el espacio de participación política, en lo laboral, etc.; entonces hay ahí una tarea que es mucho más compleja y profunda porque implica un cambio cultural", dice.
En lo que respecta a nuestra Región y sus particularidades, Eytel enfatiza que hay que entender que hay mujeres que viven situaciones aún mucho más complejas como las que pertenecen a pueblos originarios, las mujeres inmigrantes y quienes viven en sectores rurales. "Esto es así por la falta de acceso a la información, a educación de calidad que cubra todo el ciclo educativo (...) Entonces, en nuestra Región particularmente hay que poner el foco en aquellas mujeres que aún tienen este tipo de condiciones", sostiene.
Universidad
En lo que respecta a la universidad y su rol, Bárbara Eytel destaca que a partir de la creación de la Dirección de Equidad de Género y gracias al apoyo del rector Eduardo Hebel, se planteó el objetivo de aportar al cambio cultural al interior de las universidades, existiendo para ello distintas líneas de acción.
A su juicio, a lo largo de estos cuatro años estas líneas de acción han tenido buena recepción en la comunidad universitaria. "Es fundamental la formación que tenemos que hacer a nuestros estudiantes en este ámbito porque ellos y ellas (...) van a ser motores de otras formas de relacionarse, de manera más igualitaria, respetuosa para así impactar en la sociedad", dice.
Actualmente y tras la realización de un diagnóstico de la situación de acoso, discriminación y violencia de género al interior de la universidad, la Dirección de Equidad de Género se ha constituido como un pilar para poder transversalizar la temática de género en todos los estamentos de la vida universitaria, avanzando paulatinamente hacia el gran objetivo que es alcanzar un cambio cultural. "Nuestra principal tarea es que la equidad e igualdad de género sean parte de todas las estructuras de la universidad", expresa la directora, insistiendo en que "el gran desafío que tenemos es desnaturalizar todas las formas de discriminación y violencia y generar una nueva manera de relacionarnos".
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"Efectivamente, una distribución equitativa de las tareas de cuidado y domésticas es todavía uno de nuestros grandes desafíos porque como país somos las mujeres las que tenemos la carga principal en esas labores".
Bárbara Eytel,, directora Equidad Género Ufro