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Alertan sobre aumento de cuadros ansiosos en jóvenes y escolares con llegada de marzo

PREOCUPACIÓN. Profesionales de Fundación OPA-Ufro entregan recomendaciones para enfrentar los múltiples factores estresores de este mes, considerando que el 61% de los jóvenes de La Araucanía ha reportado problemas de salud mental.
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Históricamente el mes de marzo está asociado a múltiples factores de estrés, por lo que se prevé que puedan aumentar los cuadros ansiosos y diversos trastornos de salud mental, especialmente en escolares y jóvenes.

Ya a raíz de la pandemia se observaron complicaciones, tal como lo reveló la última Encuesta Nacional de Juventudes 2022 (Injuv), donde el 61,7% de los jóvenes de La Araucanía reporta haberse sentido bajoneado/a, depimido/a, irritable o desesperanzado/a; mientras que un 55,9% manifiesta haberse sentido nervioso/a, ansioso/a o con los nervios de punta.

A juicio de las profesionales de Fundación OPA-Ufro, Tamara Otzen y Cristina Varela, "principalmente una de las emociones que está presente durante estos días o este mes es la ansiedad la cual es una reacción normal del organismo cuando se siente bajo alguna amenaza", pudiendo aparecer de distintas formas como por ejemplo miedo, irritabilidad, sentimientos de angustia o incluso el sentir que falta el aire.

"Hay que entender que la ansiedad no es una enemiga o una emoción mala, -señalan- la ansiedad es un llamado de atención a nivel fisiológico y emocional que te mantiene conectado con la realidad (...) también nos permite plantearnos desafíos personales y resolverlos".

Sin embargo, cuando la ansiedad llega a paralizarnos o a afectar nuestro día a día, pasa a ser preocupante y es lo que puede llegar a ocurrir a lo largo del estresante mes de marzo , agudizándose los síntomas en estudiantes que ya presentaban alguna afección de salud mental. "Enfrentarse a la rutina o desafíos nuevos posterior a un descanso extendido como son las vacaciones de verano para los niños, niñas y adolescentes podría llegar a traducirse como una 'amenaza' y manifestarse con alguna de estas sensaciones", indican las especialistas de OPA-Ufro, quienes dejan en claro que no todos los estudiantes presentan alguna sintomatología ansiosa.

Atención a señales

En el caso de quienes sí se ven afectados y con el fin de evitar que "utilicen estrategias poco adecuadas, logrando que el estado ansioso se prolongue en el tiempo", es que el llamado de las especialistas es a estar atentos a las señales y actuar. "Aquí la observación del adulto significativo tanto en casa como en el establecimiento es fundamental, cuando ocurren cuadros de angustia severa, taquicardia, llanto sin control etc., son algunas de las situaciones que hay que observar y ofrecer el o los apoyos que sean necesarios de brindar".

Asimismo, si quien detecta es la comunidad estudiantil, "siempre se debe informar a la familia y ofrecer el apoyo psicológico pertinente para lograr desarrollar estrategias que le permitan al estudiante superar este temor muchas veces inexplicable y las adecuaciones que podría eventualmente necesitar", dicen, y a la vez agregan que si es la familia quien detecta, es necesario "buscar orientación profesional y comunicar al establecimiento educacional para realizar un trabajo en red en pro de la persona que está presentando una situación de riesgo".

Finalmente, cuando no se brinda apoyo y contención al estudiante, se puede alimentar un sentimiento de incomprensión y abandono de parte de los adultos, lo que puede derivar en una patología más compleja.

25% más de ansiedad y depresión

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La pandemia de covid-19 provocó aumento del 25% de ansiedad y depresión en todo el mundo, según un informe científico de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel nacional, según el "Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC", en su quinta versión determinó que un 21,1% de los encuestados exhibió probable presencia o sospecha de problemas de salud mental, el número más bajo desde que el estudio se creó, en julio de 2020, persistiendo problemas como la soledad, la ansiedad y el temor a ser víctima de algún delito. La principal caída la registró el "miedo a contagiarse de covid-19" que cayó a un 25% versus el 61% de muestras anteriores.

Y llegamos al temido marzo...

Carolina Orellana Muñoz
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Desde antes de la pandemia las problemáticas de salud mental, vividas a diario por los y las chilenas, han tomado la agenda de los medios de comunicación, quienes constantemente han puesto sobre la palestra temáticas como depresión, ansiedad, estrés, trastornos de alimentación, razón por la cual es hoy nombrada como la segunda pandemia.

Comunicar y hablar de estas temáticas han dado origen a que el Estado de Chile y sus parlamentarios están trabajando en la creación de políticas públicas y programas que sean capaces de entregar las ayudas oportunas a quienes hoy día se ven diagnosticados con alguna patología en el área de salud mental.

Con este panorama no muy alentador, enfrentamos la llegada del "temido" mes de marzo, el cual siempre, se ha caracterizado por ser un mes con altos estresores; volver a la organización familiar y social, retomar las labores cotidianas, durante los meses de enero y febrero se vieron disminuidas. La vuelta a los tacos, cumplimiento de horarios, retorno a los colegios, liceos, institutos, universidades y trabajos, los gastos extras (uniformes, útiles escolares, matrículas, patentes) son factores gatillantes de la presencia de síntomas ansiosos.

Es importante recalcar que la ansiedad es una reacción normal del organismo cuando este se siente bajo alguna amenaza, por lo que frente a los cambios de marzo podemos comenzar a sentir miedo, irritabilidad, sentimientos de angustia o incluso llegar a sentir que nos falta el aire.

En el ámbito escolar, podemos encontrar estresores mayores, sobre todo cuando los niños, niñas y adolescentes se deben enfrentar a cambios de ciclo, los cuales marcarán de una u otra manera el inicio y/o término de una etapa, el paso de prekínder, kínder, primero básico, séptimo y cuarto medio.

Así como mencionamos anteriormente que la ansiedad es una emoción normal, debemos estar atentos/as cuando esta llega a paralizarnos o afectar nuestro día a día. Si bien la ansiedad no es una enemiga o una emoción mala, siempre es un llamado de atención a nivel fisiológico y emocional que nos mantiene conectados/as con la realidad, para evaluarnos y plantearnos desafíos personales y trabajar en resolverlos.

La observación (y es por eso que nuestra fundación recibe el nombre de O (observación)PA) del o los, las adultos/as significativos/as tanto en casa como en el establecimiento educacional es fundamental, reconocer cuando se presentan cuadros de angustia severos como quedarse sin aire, taquicardia, llanto sin control al enfrentarse a una situación determinada, catatonía muscular, sensación de desmayo o cuando el/la estudiante comienza a evitar entrar a la sala o enfrentarse a una situación, nos alerta a ofrecer el apoyo y acompañamiento necesario para enfrentar la vivencia.

No brindar apoyo y contención al/ el estudiante podría, generar la sensación de que es él o ella es quien presenta un problema o que es un problema, apareciendo sentimientos de que existe algo malo en ella o él, alejándose de las figuras de apoyo y de la comunidad, esto puede alimentar un sentimiento de incomprensión y abandono de parte de los y las adultos a quienes le está pidiendo ayuda.

Mantener de manera constante los síntomas mencionados anteriormente pueden producir trastorno de ansiedad generalizado, que se manifiesta con crisis de pánico o ansiedad social, por ejemplo. Los síntomas de ansiedad también pueden derivar en un trastorno depresivo o algo más complejo.

Frente a esto la invitación es a estar atentos/as a las personas cercanas, escuchando, orientando y buscando el apoyo profesional necesario para poder utilizar estrategias saludables ante las situaciones que nos generan niveles de ansiedad y que nos impiden el normal diario de la vida.

Recuerda que siempre puedes llamar al número 600-360-7777, *4141 línea de prevención del suicidio y solicitar apoyos a los programas de convivencia escolar de las comunidades educativas.

No estás solo/a.

*Asistente social, magíster en Administración de Empresas, colaboradora Fundación OPA-Ufro.

Preocupa baja inserción laboral de mujeres con discapacidad visual

FUNDACIÓN LUZ. Sólo un 39% de ellas tiene trabajo.
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De acuerdo a la Encuesta de Discapacidad y Dependencia del año pasado (ENDIDE 2022), en Chile hay 2.703.893 personas con discapacidad, ya sea leve, moderada o severa, que corresponde a un 17.6% de la población adulta estimada. De este grupo, un 67.8% son mujeres, esto es, aproximadamente 1.833.239. Los porcentajes de ocupación laboral, evidencian una amplia brecha, ya que sólo el 39,7% de las féminas con pérdida de visión tienen un trabajo, frente a un 58,1% de los varones. Los principales motivos para esta mayor cesantía femenina son una enfermedad o una condición física, o los quehaceres del hogar.

Constanza Melian, encargada de Estudios de Fundación Luz que realizó este análisis, hace un llamado en el Día Internacional de la Mujer. "En este 8M, todavía queda mucho por educar y trabajar respecto a las mujeres con discapacidad visual; que ésta también sea una bandera de lucha", cierra la socióloga.

16,6% de las mujeres con pérdida de visión está en el Quintil 5, el más rico, contra un 22,3% de los hombres.